MARTIR DE LA NOVENA COMPAÑIA DELCUERPO DE BOMBEROS DE SANTIAGO
ALBERTO THIENEL YUSRAZCEK (Q.E.P.D)
12-06-2012
12 AÑOS SE CUMPLEN HOY
12 de Junio del 2012, tal como hoy era una mañana gris, fría.
La central de Alarmas despacha un llamado estructural en Pedro Aguirre Cerda con Buzeta, las compañías que asisten dan la alarma de incendio a las 8:20 hrs. Nuestra Compañía sale con B-9, solo iba el Voluntario Hernán García, el resto escuchó el llamado por radio y se dirigieron al lugar.
Uno de esos que se dirigieron fue Alberto Thienel, un hombre de 72 años que había entrado a la “Bomba Yungay” en 1962, luego renunció y se reintegró el 2008. Iba a todos los incendios, pese a su edad, por su condición física no podía hacer mucho, pero el estar ahí, con sus camaradas lo hacía muy feliz, y a todos les gustaba tenerlo cerca.
Esos últimos días la compañía había asistido a un par de incendios de madrugada, Alberto había ido a todos. Esta vez se encontraba pálido, cansado, el Voluntario Sergio Sotomayor le pide que se quede al lado de la máquina. El incendio había terminado cerca de las 10:30. El Voluntario Carlos Tiznado acerca a Alberto al auto de este, pero cae en paro, de inmediato comienza la ayuda.
Minutos después la ambulancia del Cuerpo volaba por Estación Central, Hernán García junto con voluntarios Matías Corante de la 22° y Diego García de la 16° realizaban maniobras de RCP, ellos lograban dramáticamente que Alberto aun estuviera con vida.
Una vez llegados al centro asistencial las maniobras quedan a cargo de personal especializado. Era un espíritu joven, pero físicamente su corazón no acompañaba a su fuerza de vida.
Más tarde ese día todas las esperanzas de la familia y de sus hermanos de ideal tuvieron un triste final, Alberto no pudo más, había partido. El viejo hombre se había ido como siempre había dicho que quería partir, fiel a sus ideales, con su uniforme de bombero, y con un casco con un “9” en la cucarda.
Fue un día que no se olvidará. Había partido uno de los nuestros, nuestro séptimo mártir.
8 años han pasado de aquel fatídico día. Hoy, recordamos a Alberto como el gran hombre y bombero que fue, quien ofrendó a la comunidad el sacrificio sublime de su vida.