MARTIR DE LA PRIMERA COMPAÑIA DE BOMBEROS DE SANTIAGO
RENE CARVALLO CORREA (Q.E.P.D)
08-08-1946
78 AÑOS SE CUMPLEN HOY
08/08/2020NoticiasSebastián Zapata Molina
Voluntario de la Primera Compañía «Deber y Constancia». Muerto en Acto del Servicio el 8 de agosto de 1946, a causa de las lesiones sufridas en el choque cuando se dirigía en la bomba al llamado de Av. Matta y Portugal.
Rene Carvallo da sus primeros pasos como bombero ingresando a la Bomba Yungay el 8 de diciembre de 1934 transcurridos 07 meses y 08 días renuncia un 16 de julio de 1935 para así incorporarse a la Primera compañía el 20 de agosto de 1935. En 1944 tras la renuncia al cargo de capitán de don Arturo Vargas Matta, Rene Carballo queda al mando del servicio activo de la primera.
El lunes 08 de agosto de 1946 la primera es despachada al llamado estructural en calle Portugal y av. Matta, en el trayecto sufren un accidente en las intersecciones de Portugal y 10 de julio Huamachuco, Rene Carvallo sufre graves lesiones y es trasladado a la posta central en donde realizan grandes esfuerzos para salvar su vida, a las 21:50Hrs pierde la vida convirtiéndose en el segundo mártir de la Primera.
En octubre de 1947 se recibí oficio nº 949 del señor alcalde de la Ilustre municipalidad de Santiago en donde se acordó designar con el nombre de René Carvallo Correa, una calle que se encuentra en Av. Matta, entre Lira y Manuel Antonio Tocornal, para perpetuar en una de las vías de la capital el nombre de uno de los mártires de la Institución.
Uno de sus amigos, El Teniente Primero don Mario Swinburn Herreros dejo plasmado en el libro de oficiales las siguientes palabras;
A consecuencia de las graves heridas recibidas en el accidente que tuvo la bomba cuando se dirigía al incendio de Portugal y Avda. Matta y a pesar de los esfuerzos que se hicieron por salvar su vida, ante la consternación de todos sus compañeros, deja de existir el voluntario don René Carvallo Correa hasta ayer, el nombre de René Carvallo era entre nosotros el más familiar, el del amigo alegre y jovial con quien departíamos a diario al calor de este hogar común. Un corazón del temple del de Carvallo no podía quedarse al margen de una causa que él sabía grande y noble, como es la del bombero voluntario. Conoció los peligros, sinsabores y sacrificios que esa abnegación le representaba cada día, pero todo lo hacía llevadero, a todo se sobreponía con su entusiasmo y su convencimiento de que nada es posible tener sin entregarse enteramente.
Fue Tesorero, Teniente Segundo y Primero en edades en que otros no comprenden todavía la responsabilidad que representa el servicio de esos cargos. En 1944 se le elige Capitán funciones que desempeña con especial dedicación y brillo. Miembro de la Guardia Nocturna dejó en muchas oportunidades las comodidades de su hogar y a su servicio cayó herido en el incendio de Maipú y Romero, en 1943. Tal es en síntesis la hoja de servicios del nuevo mártir a quien sorprendió la muerte en las labores de Tesorero de la Compañía.
Ahora que te has ido materialmente, que has dejado este cuartel que frecuentabas día a día, que no tripularás nuestra máquina, que han quedado interrumpidas nuestras charlas, tu espíritu estará presente entre ellas, te sentiremos junto a nosotros en el Cuartel y al tripular la bomba sabremos qué vas a nuestro lado. Estas frases son dictadas por el corazón del que fue tu amigo y continuará siéndolo en el recuerdo de una amistad sin vacilaciones, franca, abierta y sincera, que se inició en los años ya lejanos del colegio, en los juegos de la infancia, cuando éramos niños.
Esa es la imagen que podría evocar también de René Carvallo, tripulando la Bomba “Reo”, trabajando en los incendios primero como activo y después como Capitán, corriendo en Competencias bomberiles y siempre dejando en alto el nombre de su Compañía. Recuerdo a Carvallo desde antes que fuéramos bomberos. Nuestros domicilios estaban muy próximos en la calle Vergara. Después las oficinas en que trabajamos estaban también muy cercanas en la calle Bandera y el recorrido lo hicimos juntos, muchas veces, siempre hablando en el tono amistoso de una larga y sana rivalidad bomberil. Era el tiempo en que se escribieron tantas picarescas canciones sobre Bombas y Bomberos a las que sin duda alguna René Carvallo aportó la chispa de su ingenio.