Estimados : Respecto de la UME española me permiti consultar su opinion a mi amigo Fernando Bermejo, Jefe del Servicio de Bomberos del Ayuntamiento de Badajoz ; Extremadura. cuyo texto integro comparto
Fernando :¿me podrias dar tu opinion sobre la UME Española, tema que estamos tratando en nuestro foro?
Hola Rodrigo,
El tema es complejo y tiene diversos puntos de vista. Por principio, la UME
española es una unidad de apoyo nacional que no es la responsable de
gestionar las emergencias, sino de prestar su apoyo y sus medios a los
gestores. Por ejemplo, si hay un gran incendio forestal, una gran
inundación, un terremoto, etc., la entidad responsable de la gestión de la
emergencia puede solicitar el apoyo de la UME, que al incorporarse se pondrá
a su disposición. La dirección del incidente corresponde a la autoridad
civil que tiene jurisdicción, y los militares le proporcionan apoyo con sus
medios.
En ese sentido no debería haber problemas en la integración civil-militar
para la mejor resolución de la emergencia.
Hay diferencias muy importantes entre la estructura de Bomberos en España y
en otros países latinoamericanos porque en España los Bomberos son
profesionales pagados y los Bomberos Voluntarios son una excepción, así que
el análisis de una Unidad Militar de Emergencias en España y en Chile, por
ejemplo, tendrá importantes diferencias.
La UME española fue cuestionada inicialmente por algunos técnicos de
Servicios de Bomberos. El planteamiento de esa oposición inicial era que
correspondía a los Servicios de Bomberos la gestión de las emergencias
porque eran quienes tenían la preparación y la experiencia. Obviamente al
principio eso era así, la formación de los miembros de la UME era pequeña y
su experiencia inexistente, pero eso es algo que se cura con el tiempo. La
dedicación profesional a tiempo completo y sin problemas de horarios de
trabajo, sin problemas sindicales, etc., ha ido haciendo que la formación de
los miembros de la UME se vaya incrementando y seguirá siendo mejor según
vaya pasando aún más tiempo. La experiencia también es cuestión de tiempo,
del mismo modo que el bombero novato tiene que ir aprendiendo día a día
hasta ser un bombero experimentado.
En general los Bomberos profesionales españoles tienen a rechazar cualquier
"intromisión" en su terreno, de modo que, por ejemplo, tienen a rechazar
abiertamente la configuración de Bomberos Voluntarios, y en la mayoría de
los sitios los sindicatos se oponen frontalmente a la existencia de Bomberos
Voluntarios, algo ridículo en mi opinión, pero eso es un tema para otro
debate. En España hay otro problema adicional; las competencias de
Protección Civil no son estatales, sino que recaen en las Comunidades
Autónomas, que tienen su propia organización política independiente de la
estatal, así que algunos partidos fuertemente nacionalistas de algunas
Comunidades Autónomas tienden a rechazar cualquier intromisión en sus
competencias por parte de los estamentos estatales. Obviamente montar algo
similar a la UME es muy caro y en ocasiones no tendrán más remedio que
aceptar, a desgana, el apoyo de la UME estatal. No hacerlo podría suponer un
grave problema en caso de un incidente que finalice con víctimas achacables
a la falta de medios suficientes.
Las ventajas de la UME son muy claras desde mi punto de vista. Por un lado
el enorme presupuesto que manejan, que les permite disponer de todo lo
necesario, de los medios más modernos y utilizando los mismos principios que
se aplican a otras gestiones del ejército. Aquí no cabe pensar en cubrir el
expediente y esperar que no pase nada. Los militares planifican y si
necesitan una dotación de 300 hombres, tendrán 300 hombres, con la
estructura jerárquica que sea necesaria. Si necesitan 20 camiones, tendrán
20 y no 10. Si hace falta cualquier medio para hacer su trabajo, lo tendrán
ya. El fracaso por falta de medios básicos no es algo previsible en el
ejercito, y sin embargo los Servicios de Bomberos dependientes de las
Administraciones locales o regionales suelen tener dotaciones de personal y
medios mínimas o incluso por debajo de los mínimos recomendables.
Otra ventaja es la disciplina y la estructura fuertemente jerarquizada.
Ningún soldado cuestionará una orden de un superior jerárquico ni protestará
porque se le obligue a realizar prácticas, cursos de formación, sea de noche
o sea de día. En el caso de los Bomberos pagados la Administración puede
encontrar serias dificultades para programar cursos de reciclaje porque los
sindicatos pueden exigir retribuciones extraordinarias, oponerse a
ampliaciones o modificaciones de horarios, etc., que hagan muy complejo un
buen problema de formación continua. En ocasiones por problemas logísticos u
organizativos, y, en otras, por problemas económicos. Sin entrar en otras
cuestiones, es algo evidente que si un General da una orden de que todo el
personal de una unidad militar debe estar disponible para una maniobra un
domingo a las 8 de la tarde, está claro que todo el mundo estará allí a la
hora indicada salvo causa de fuerza mayor. En un Servicio de Bomberos pagado
eso requerirá una negociación sindical previa que puede llegar a ser
insalvable, e incluso con un acuerdo sindical, los empleados estarán en su
derecho a oponerse si por alguna razón no le interesa tal acuerdo. Los
derechos laborales tienen que respetarse y conciliar esos derechos
individuales con actividades colectivas puede llegar a ser muy difícil o muy
caro, y muchas Administraciones no pueden o no quieren destinar recursos
económicos para solventar ese problema. Es un asunto polémico que también
requeriría un debate más detallado que el apunte básico que aquí hago.
El ejército está estructurado para trabajar en emergencias de gran nivel, de
modo que los principios de mando y gestión de incidentes le son algo
consustancial. Los mandos aprenden estrategias y tácticas en las Academias
Militares, y esos principios de gestión son fácilmente adaptables a la
gestión de emergencias no militares. En la mayoría de los Servicios de
Bomberos eso es algo que no se aprende de inicio, así que requiere una
implantación a posteriori, y eso es algo mucho más complejo, porque si en un
proceso ascienden a puestos de mando solo 2 personas, organizar un proceso
formativo solo para ellos es algo complicado y caro, con lo cual muchas
veces se obvia y se presupone que la experiencia basta, pero
desgraciadamente la experiencia no suple a la formación, sino que la
complementa.
Mi percepción es que la oposición inicial a la existencia de la UME está
cambiando, según esta Unidad va incrementando su formación y su experiencia,
y, con ello, su prestigio social. Quienes han conseguido establecer puentes
de entendimiento entre el estamento militar y civil, están satisfechos. Es
verdad que tampoco a el Ejercito tampoco le han gustado tradicionalmente las
intromisiones civiles, pero poco a poco se va creando una interfase cada vez
más permeable.
El otro día hablaba con el responsable de un Servicio de Bomberos español
que tiene mucho contacto con la UME y un historial de colaboración exitoso.
Me preguntaba mi parecer sobre esta Unidad, y en líneas generales coincidía
con mi opinión, que acabo de esbozar. Me comentaba también algunas anécdotas
y comparaciones de intervenciones reales que prefiero evitar poner por
escrito.
En resumen, creo que un Ejército profesional con el nivel de competencia y
de integración con la ciudadanía que tiene el Ejército español actual, es
una entidad perfecta para dedicar sus esfuerzos a la gestión de las
Emergencias civiles en tiempos de paz. Creo que es una excelente forma de
invertir los impuestos que se destinan a mantener unas Fuerzas Armadas.
Formar a los militares para combatir incendios y otras emergencias, y
dotarles de medios para poder hacerlo, me parece una excelente idea.
Como ciudadano me reconforta ver el progreso de la UME española. Y como Jefe
de un Servicio de Bomberos profesional con más de 30 años en ese puesto, me
reconforta aún más.
Un cordial saludo,
Fernando Bermejo