Que distinta es la sensación cuando ves pasar las máquinas de tu compañía.
Cuando las tripulamos, la adrenalina está full y la concentración va por lado de las labores a realizar, los preinformes que se escuchan en el trayecto y la concentración es máxima pensando en todo lo que tienes que hacer llegando al lugar y que lo haremos de la mejor forma posible.
Pero cuando estás en tierra y las ves pasar, las disfrutas de manera distinta. Los timbres de cuartel, las sirenas, los colores distintivos, todo te pone los pelos de punta. La calidad de los cuarteleros y conductores dan una enorme seguridad en los trayectos (un especial saludo para Rubén, Selím y al recuerdo de Guillermo que nos llevó a memorables jornadas).
Grande la 15...
...gracias Xispa por recordarnos con estas imágenes.