Bomberos ejercita nuevo brazo articulado para torcerle la mano al fuego
Desde enero, reemplazará al primer carro con ese tipo de tecnología en el país, y que fue adquirido luego de la tragedia de la Torre Santa María.
Dierk Gotschlich
El trágico incendio en la Torre Santa María, que en 1981 dejó 11 muertos, impulsó la compra del primer carro de bomberos con un brazo articulado para Chile, que llegó en 1983 al Cuerpo de Bomberos de Santiago (CBS).
A diferencia de los brazos mecánicos, que solo se extienden en línea recta, la plataforma articulada se caracteriza por tener la capacidad de “quebrarse” para sortear cables o árboles, y acercarse más a las llamas, tanto en siniestros a gran altura como en inmuebles de menos pisos.
Ese rol convirtió al carro de 1983 en un equipo icónico; uno de los más requeridos ante emergencias, que hasta hoy acude a incendios, incluso fuera de Santiago.
Sin embargo, el vehículo está a punto de ser retirado. Luego de más de 37 años de servicio, era necesario contar con un mecanismo más moderno. “Ya está en la última; se ha invertido mucho dinero en repararlo, porque cuando un carro es antiguo, cada vez son más frecuentes las fallas”, explica el capitán de la 13ª Compañía de Providencia, Juan Pablo Slako.
El reemplazo llegó vía marítima, al puerto de San Antonio: un carro más moderno y que fue armado de forma “personalizada” para Chile.
Si bien la altura a la que puede llegar el brazo articulado aumenta de 32 a 35 metros, lo que más valoran los voluntarios son los avances tecnológicos del equipo: más que duplica el volumen de agua a lanzar, pasando de 600 galones por minuto (unos 2.200 litros) a 1.500 galones por minuto (más de 5.600 litros). Eso la convierte en la unidad de altura con mayor desalojo de agua.
Además, es el único carro que cuenta con un sistema de espuma integrado para el combate de incendios con productos químicos, en los que el agua, por sí sola, no es suficiente.
Hubiese sido de gran utilidad, por ejemplo, en los siniestros ocurridos este año en bodegas industriales de Pudahuel y Renca.
También posee una cámara termal, para detectar fuentes de calor en los inmuebles.
Además, la cabina cuenta con una mejor tecnología de seguridad, algo que para bomberos es fundamental, ya que varios de los mártires de la institución han fallecido en accidentes de tránsito camino a las emergencias.
“Tener un carro seguro para nosotros es clave”, recalca el director de la 13ª Compañía de Providencia, Sebastián Valdés.
La compra del carro tardó una década, entre presentaciones del proyecto, búsqueda de financiamiento, licitación y armado. El costo bordeó los $950 millones: dos tercios fueron aportados por la Municipalidad de Providencia y el resto por el Gobierno Regional y el CBS.
El chasis y cabina marca Spartan fueron fabricados en Estados Unidos, mientras que la plataforma articulada marca Bronto Skylift fue producida en Finlandia. Luego, todo fue transportado hasta Canadá, donde la empresa Fort Garry Fire Trucks realizó el carrozado e integró las piezas.
Durante más de un mes, un grupo de voluntarios se capacitará para utilizar el carro, que comenzaría a operar a mediados de enero en el combate de las llamas en la capital.