Elkete, Agrega lo siguiente a tu resumen:
Locales o cités de adobes, terremoteados hasta decir basta y reconstruidos a la birulí. Algunos de los del sector sin ni planos municipales, por haber sido edificados por el 1900 o antes. Altillos y subdivisiones al cuete, cortafuegos con más boquetes que malla de gallinero, instalaciones eléctricas defectuosas (por decirlo suave, la verdad, a cada rato colgados por todos lados). En resumen, un paraíso de construcciones.
Luego: Observen la primera foto del incendio (aún la 10ma. no da agua): Tres locales ya ardiendo violentamente antes que se escuchara una sirena en el sector, incluyendo al de paredes naranjas, que fue dónde llegó el fuego y ya no pasó de ahí, al lado un local (de lubricantes!!) que se salvó y si su enlucido es más bonito, la construcción era la misma.
Primer pitón: Un 70. Si se hubiera armado otro de 70 nuestros comentaristas se los comen: “¡¡Cómo no sabe que no más de un 70, por Dios, si yo que converso con tantos, siempre escucho el terrorismo de los oficiales, que tiranizan al pobre bombero, al que compadezco y le enseñan leseras para mantenerlo ignorante y perpeturase”.
Se propagó al Cité, es cierto, aún así se salvó la mitad de éste y todo el tiraje de locales al sur. Resultado: pudo quedar la crema y sólo fue malo.
¿Se pudo hacer mejor?, ¿hubo errores?, la respuesta es afirmativa en ambas. El punto, que parece dar lo mismo, es que si se hubiera hecho un poquito, solo un poquitito peor, estaríamos contando el incendio por la docena de locales quemados y una cité completa de postre.
¿Qué es arriesgado?, caramba: ¡Claro que lo es!, lo sabemos todos los del CBS que llevamos décadas tratando de que esas manzanas de gente pobre no se quemen completas hasta el cimiento. Por supuesto, podíamos mandarlo todo al carajo y exigir que de una vez la gente viviera y/o trabajara en lugares decentes y desentendernos del asunto.
Pero ¿saben lo que pasa?, nos entristecemos con los que lo pierden todo, pero igual hay una alegría cuando vemos que al comerciante modesto, la señora del cité o el inmigrante que estaban asustados, luego se les asoma una sonrisa porque les salvamos sus cositas. Ayer, OJO, hubo muchos de estos últimos y podría no haber habido ninguno y solamente de los primeros.
Al que le interesen más detalles, los doy. Pero, por favor, sin ideas-molde, que esté dispuesto a escuchar y que quiera informarse y luego sacar conclusiones (en ese orden).