Bomberos dará la guerra a "insanos"
La situación es insostenible, precisó la cuartelera, "uno ya no sabe cuándo una llamada es verdadera".
TRAIGUEN.- Frustrados, indignados y con un fuerte sentimiento de impotencia regresan los voluntarios de Bomberos de esta ciudad cada vez que acuden a un llamado y constatan que se trata de una broma de algún sujeto que no tiene otra cosa mejor que hacer.
Como cada vez que suena la sirena, a las 16.50 horas de ayer la alarma se extendió por sobre la ciudad anunciando un siniestro. La llamada la había recibido Carabineros y, ante la falta de funcionarios para acudir a constatar el hecho, se comunicó a la central del cuartel de un incendio forestal en el fundo Antofagasta, de propiedad de Mininco.
Cuatro voluntarios, un chofer y el oficial a cargo movilizaron el carro B-1 para cubrir los casi veinte kilómetros de distancia hasta donde supuestamente se estaba produciendo el siniestro, camino a Los Sauces.
Una vez allí, los esforzados voluntarios verificaron que se trataba de otra pitanza más y regresaron frustrados a su cuartel por no haber podido hacer lo que más aman: apagar incendios.
LA SETENTA
Junto a la central, la cuartelera Jacqueline Cares comentó que debe soportar un promedio de 70 llamadas falsas diarias.
De hecho, observando los registros pudimos contabilizar 69 llamadas hasta ese momento, las 19.52 horas, cuando sonó el aparato y se recibió la llamada número setenta, con sonido de música estridente, carcajadas y sonidos incoherentes, así por varios minutos ocupando la línea.
La situación es insostenible, precisó la cuartelera, uno ya no sabe cuándo una llamada es verdadera y cuándo es falsa. Lo peligroso es que cuando se trate de un incendio real, los minutos que se tomen para verificarlos serán darle tiempo a las llamas".
Demás está considerar que el movimiento de una máquina implica costos de combustible, desgaste de material, y tiempo perdido para los voluntarios.
De las llamadas, Cares comenta que la mayor parte se trata de groserías, sonidos indecentes, provocaciones y ofensas dirigidas a los esforzados voluntarios que le quitan tiempo a su trabajo y descanso por ayudar al prójimo, a ese mismo ocioso que en este momento está urdiendo una nueva broma, pero que mañana cuando necesite de bomberos, quizás la ayuda la reciba demasiado tarde.
Fuente: Diario Renacer de Angol

La situación es insostenible, precisó la cuartelera, "uno ya no sabe cuándo una llamada es verdadera".
TRAIGUEN.- Frustrados, indignados y con un fuerte sentimiento de impotencia regresan los voluntarios de Bomberos de esta ciudad cada vez que acuden a un llamado y constatan que se trata de una broma de algún sujeto que no tiene otra cosa mejor que hacer.
Como cada vez que suena la sirena, a las 16.50 horas de ayer la alarma se extendió por sobre la ciudad anunciando un siniestro. La llamada la había recibido Carabineros y, ante la falta de funcionarios para acudir a constatar el hecho, se comunicó a la central del cuartel de un incendio forestal en el fundo Antofagasta, de propiedad de Mininco.
Cuatro voluntarios, un chofer y el oficial a cargo movilizaron el carro B-1 para cubrir los casi veinte kilómetros de distancia hasta donde supuestamente se estaba produciendo el siniestro, camino a Los Sauces.
Una vez allí, los esforzados voluntarios verificaron que se trataba de otra pitanza más y regresaron frustrados a su cuartel por no haber podido hacer lo que más aman: apagar incendios.
LA SETENTA
Junto a la central, la cuartelera Jacqueline Cares comentó que debe soportar un promedio de 70 llamadas falsas diarias.
De hecho, observando los registros pudimos contabilizar 69 llamadas hasta ese momento, las 19.52 horas, cuando sonó el aparato y se recibió la llamada número setenta, con sonido de música estridente, carcajadas y sonidos incoherentes, así por varios minutos ocupando la línea.
La situación es insostenible, precisó la cuartelera, uno ya no sabe cuándo una llamada es verdadera y cuándo es falsa. Lo peligroso es que cuando se trate de un incendio real, los minutos que se tomen para verificarlos serán darle tiempo a las llamas".
Demás está considerar que el movimiento de una máquina implica costos de combustible, desgaste de material, y tiempo perdido para los voluntarios.
De las llamadas, Cares comenta que la mayor parte se trata de groserías, sonidos indecentes, provocaciones y ofensas dirigidas a los esforzados voluntarios que le quitan tiempo a su trabajo y descanso por ayudar al prójimo, a ese mismo ocioso que en este momento está urdiendo una nueva broma, pero que mañana cuando necesite de bomberos, quizás la ayuda la reciba demasiado tarde.
Fuente: Diario Renacer de Angol