Bueno, simplemente porque la idea era comparar caudales similares, con mayores boquillas y caudales para ambos tipos de pitones la proporción se mantiene.
Las boquillas en pitones manuales se usan a 50 psi desde al menos 100 años atrás y los neblineros desde hace unos 70 años a 100 psi.
Usar mayores presiones en las boquillas no es recomendable ya que lo correcto es usar mayores diámetros si se desea mayor alcance. Los pitones manuales se consideran hasta 1-1/4" desde ese diámetro parten los monitores, a 80 psi. Los monitores neblineros parten en los 350-400 gpm.
La idea del estudio era comparar lo que siempre se ha mantenido "porque siempre ha sido así" y obtener una conclusión científica. Al final la única ventaja de los de chorro sólido es que son difícil de resultar tapados, pero TFT tiene todos sus pitones neblineros con rejilla, y lo que pase por la rejilla puede ser desalojado con el "FLUSH" del pitón, pocas cosas se me ocurren tan simples.
Siempre que me acuerdo demuestro en terreno con pitot las diferencias entre un chorro "sólido" y uno directo de neblinero. A un par de metros de la boquilla, incluso un monitor descargando 1.000 gpm apenas marca presión casi no se ve 5 8cinco) psi o 10, siendo que en la boquilla marca 80 psi. Uno neblinero marca a un par de metros en chorro directo, unas 40 psi, en la boquilla en el centro marca cero psi, nada, esto es por la convergencia del chorro directo de neblinero el que al estar bien regulado envía todas las "venas" de agua a un punto focal común a 1,5 a 3 m del pitón, variable según el caudal, este punto focal debe ser regulado de manera que quede lo mas alejado posible del neblinero sin llegar a perderse del todo.
Así se consigue el mayor alcance, cuando ese punto de enfoque está demasiado cerca del pitón el agua choca entre sí perdiendo energía, velocidad, penetración y alcance, algo que a veces (no siempre) puede ser crítico, especialmente cuando se deben penetrar grandes masas de llamas para mojar lo que está ardiendo y pulverizarse, 3 a 5 o mas metros mas allá del muro de llamas externas.
Las boquillas en pitones manuales se usan a 50 psi desde al menos 100 años atrás y los neblineros desde hace unos 70 años a 100 psi.
Usar mayores presiones en las boquillas no es recomendable ya que lo correcto es usar mayores diámetros si se desea mayor alcance. Los pitones manuales se consideran hasta 1-1/4" desde ese diámetro parten los monitores, a 80 psi. Los monitores neblineros parten en los 350-400 gpm.
La idea del estudio era comparar lo que siempre se ha mantenido "porque siempre ha sido así" y obtener una conclusión científica. Al final la única ventaja de los de chorro sólido es que son difícil de resultar tapados, pero TFT tiene todos sus pitones neblineros con rejilla, y lo que pase por la rejilla puede ser desalojado con el "FLUSH" del pitón, pocas cosas se me ocurren tan simples.
Siempre que me acuerdo demuestro en terreno con pitot las diferencias entre un chorro "sólido" y uno directo de neblinero. A un par de metros de la boquilla, incluso un monitor descargando 1.000 gpm apenas marca presión casi no se ve 5 8cinco) psi o 10, siendo que en la boquilla marca 80 psi. Uno neblinero marca a un par de metros en chorro directo, unas 40 psi, en la boquilla en el centro marca cero psi, nada, esto es por la convergencia del chorro directo de neblinero el que al estar bien regulado envía todas las "venas" de agua a un punto focal común a 1,5 a 3 m del pitón, variable según el caudal, este punto focal debe ser regulado de manera que quede lo mas alejado posible del neblinero sin llegar a perderse del todo.
Así se consigue el mayor alcance, cuando ese punto de enfoque está demasiado cerca del pitón el agua choca entre sí perdiendo energía, velocidad, penetración y alcance, algo que a veces (no siempre) puede ser crítico, especialmente cuando se deben penetrar grandes masas de llamas para mojar lo que está ardiendo y pulverizarse, 3 a 5 o mas metros mas allá del muro de llamas externas.