MARTIR DE LA PRIMERA COMPAÑÍA DE BOMBEROS DE TEMUCO
ALFONSO CASTRO RIVAS (Q.E.P.D)
25-09-1977
46 AÑOS SE CUMPLEN HOY
Una de las pérdidas más impactantes que ha sufrido el Cuerpo de Bomberos de Temuco se produjo el 25 de septiembre de 1977. Mártir Alfonso Castro Rivas: El Bombero Que Fallece Rescatando A Su Propia Familia..
En la madrugada del domingo 25 de septiembre de 1977, alrededor de las 5:30 horas, el silencio de la noche se ve interrumpido por el incesante llamado de la sirena del Cuartel General de Bomberos de Temuco: se había declarado un voraz incendio en la calle Lynch, entre Varas y Bello. El escenario era devastador, los vecinos corrían para socorrer a los damnificados y para tratar de salvar algunas pertenencias.
Los voluntarios de la guardia lucharon incansablemente por extinguir el fuego, y lo que más preocupaba era que se trataba de la morada del voluntario de la Primera Compañía, Alfonso Castro Rivas y no sabían si se encontraba en ella o no.
Varios vecinos lo vieron entrar y salir varias veces intentando poner a salvo a su esposa y a sus cinco hijos. En esta heroica labor logra salvar a su esposa y a tres de sus hijos, pero al ingresar una vez más a la casa envuelta en llamas para rescatar a sus dos hijos más pequeños, nunca más volvió a salir.
ALFONSO CASTRO RIVAS (Q.E.P.D)
25-09-1977
46 AÑOS SE CUMPLEN HOY
Una de las pérdidas más impactantes que ha sufrido el Cuerpo de Bomberos de Temuco se produjo el 25 de septiembre de 1977. Mártir Alfonso Castro Rivas: El Bombero Que Fallece Rescatando A Su Propia Familia..
En la madrugada del domingo 25 de septiembre de 1977, alrededor de las 5:30 horas, el silencio de la noche se ve interrumpido por el incesante llamado de la sirena del Cuartel General de Bomberos de Temuco: se había declarado un voraz incendio en la calle Lynch, entre Varas y Bello. El escenario era devastador, los vecinos corrían para socorrer a los damnificados y para tratar de salvar algunas pertenencias.
Los voluntarios de la guardia lucharon incansablemente por extinguir el fuego, y lo que más preocupaba era que se trataba de la morada del voluntario de la Primera Compañía, Alfonso Castro Rivas y no sabían si se encontraba en ella o no.
Varios vecinos lo vieron entrar y salir varias veces intentando poner a salvo a su esposa y a sus cinco hijos. En esta heroica labor logra salvar a su esposa y a tres de sus hijos, pero al ingresar una vez más a la casa envuelta en llamas para rescatar a sus dos hijos más pequeños, nunca más volvió a salir.