Caballeros del Fuego les dicen,
Caballeros del Fuego les llaman,
y pregunto el porqué de ese nombre
me responden algunos simplones
porque lucen brillante uniforme
y dorados botones.
Y en su pecho brillantes medallas
en algún desfile
o luciendo en un carro de Bomba
cuan soldados van a la guerra.
Yo les digo a esos necios
que no tienen valor y altruismo
nada importa su burla y desprecio
porque portan vulgar egoísmo.
Yo les digo:
Caballeros del Fuego son éstos
que en medio del sueño feliz en que están
saltan, brincan, corren
al sentir el doblar de las campanas.
La triste Sirena que clama
cual madre angustiada,
que llama a sus hijos para ser salvada.
Acuden ansiosos, sintiendo el lamento
de niños atónitos, mujeres llorosas,
el rugido del fuego que crece voraz
que todo destruye, que todo consume...
Ahí llegan, ahí están,
podéis contemplarlos
que cuan noble legión de valientes
arriesgan su vida, por estar presentes.
Yo no tengo presentes valiosos,
ni frases solemnes.
Solo una Oración
clamando al Dios de los Cielos
tan justo y tan bueno,
y a esos seres queridos
Caballeros del Fuego
que partieron para no volver
que ellos guíen sus pasos
que protejan sus vidas
evitando el peligro
para no caer:
Caballeros del Fuego.
Nélson Vivallo de la Rosa.
Vol. 1ª Cía. Puente Alto
Las antorchas señalan el camino
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.651057508335767.1073743199.135072976600892&type=1
Caballeros del Fuego les llaman,
y pregunto el porqué de ese nombre
me responden algunos simplones
porque lucen brillante uniforme
y dorados botones.
Y en su pecho brillantes medallas
en algún desfile
o luciendo en un carro de Bomba
cuan soldados van a la guerra.
Yo les digo a esos necios
que no tienen valor y altruismo
nada importa su burla y desprecio
porque portan vulgar egoísmo.
Yo les digo:
Caballeros del Fuego son éstos
que en medio del sueño feliz en que están
saltan, brincan, corren
al sentir el doblar de las campanas.
La triste Sirena que clama
cual madre angustiada,
que llama a sus hijos para ser salvada.
Acuden ansiosos, sintiendo el lamento
de niños atónitos, mujeres llorosas,
el rugido del fuego que crece voraz
que todo destruye, que todo consume...
Ahí llegan, ahí están,
podéis contemplarlos
que cuan noble legión de valientes
arriesgan su vida, por estar presentes.
Yo no tengo presentes valiosos,
ni frases solemnes.
Solo una Oración
clamando al Dios de los Cielos
tan justo y tan bueno,
y a esos seres queridos
Caballeros del Fuego
que partieron para no volver
que ellos guíen sus pasos
que protejan sus vidas
evitando el peligro
para no caer:
Caballeros del Fuego.
Nélson Vivallo de la Rosa.
Vol. 1ª Cía. Puente Alto
Las antorchas señalan el camino
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.651057508335767.1073743199.135072976600892&type=1