El triste récord de Valparaíso
La muerte de Gabriel Lara tras el incendio del cerro La Cruz, revivió una trágica realidad.
Quince compañías y una brigada componen el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, cuyos voluntarios siempre están preparados ante el llamado de una emergencia. Con la muerte de Gabriel Lara en el incendio del cerro La Cruz, el pasado 14 de enero, la lista de mártires aumenta a 68, siendo Valparaíso la ciudad con la mayor cantidad de bomberos fallecidos en labores.
La institución bomberil porteña, la más antigua del país, nace el 30 de junio de 1851. A incendios, rescates y un sin fin de siniestros han asistido para salvar la vida de muchos, arriesgando todo en cada una de las salidas. Sin duda que el incendio y explosión de la Barraca Schulze, en 1953, marca un gran precedente de los mártires del Puerto.
36 MUERTOS
Eran las 2.10 de la madrugada de un 1 de enero de 1953, cuando comienza el incendio de la Barraca Shulze, ubicada en avenida Brasil 2069. Lamentablemente y sin permiso de las autoridades, se habían depositado en la bodega del departamento de Caminos que se encontraba en el interior de la barraca, 20 cajones de pólvora, tambores de petróleo, parafina, bencina y toneladas de dinamita, sin que Bomberos pudiera advertir su presencia. La tragedia, que cobró la vida de 36 voluntarios de la institución, se desencadenó al quemarse la pólvora y explotar la dinamita depositada en el lugar.
Según recuerda Felipe Fidele, bombero hace 52 años y secretario de la 6° Compañía, quien en esa fecha aún no entraba a las filas de bombero, "cuando vino la explosión los tambores de bencina saltaban al aire y prendían otros edificios. Una persona civil murió en la calle porque le cayó en barril en la cabeza. En el momento de la explosión es tal el caos, que se te pasan mil cosas por la cabeza. Yo corría y veía como los vidrios caían por todos lados, otras partes se incendiaban, el cielo era rojo, gente quemada caía y había un tremendo calor"
Estos 36 hombres que su sumaron a la lista de 15 bomberos muertos previo al año 1953, es una de las principales causas que, lamentablemente, tiene a Valparaíso con el mayor número de mártires a nivel nacional.
Según Marco Bravo, de la 8° Compañía, otra de las causas que sigue sumando la vida de Bomberos se debe "muchas veces a la complejidad de los incendios, a la estructura de Valparaíso, la fuerte velocidad del viento que hace imposible poder trabajar". Situación que se confirmó hace pocos días.
Producto del fuerte viento en el incendio de calle El Vergel, del cerro La Cruz, Gabriel Lara, bombero de la 4° Compañía, resultó con más del 60% del cuerpo quemado, falleciendo días después.
El voluntariado porteño, que se ha extendido por 157 años, es una labor que implica entrega y sacrificio permanente hacia la comunidad. Según manifestó Miguel Reyes, presidente de la Junta Nacional de Bomberos de Chile, "efectivamente el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso es la nómina con más mártires fallecidos en el cumplimiento de sus labores. Ser bombero tiene un costo altísimo porque la vida no se puede evaluar en dinero; las personas exponen su vida a favor de los demás, y eso ya es un hecho destacable".
También agrega ante el gran número de mártires que "la ciudad tiene una topografía muy irregular, con una zona plana muy reducida y el grueso de la población se concentra en los cerros, facilitando que ocurran accidentes con consecuencias fatales". Una opción de vida que se basa en el servicio y el voluntariado de por vida.
El Puerto en el contexto nacional
El catastro de mártires del Cuerpo de Bomberos de Chile asciende a 278. De éstos, 68 son de Valparaíso, constituyéndose como la zona con el mayor listado de voluntarios muertos en servicio. Le sigue Santiago, con 43; Iquique, con 12; y Temuco y Osorno con siete cada una, según aseveró Miguel Reyes.
Las familias no quedan exentas de esta realidad, ya que desde el momento en que se ingresa voluntariamente a las filas de Bomberos, se debe estar preparado ante la fuerza de las emergencias.
"Por ejemplo, como relata Miguel Reyes, presidente de la Junta Nacional de Bomberos de Chile, el día del funeral de Gabriel Lara, la madre de éste mostraba "una tranquilidad espiritual. Ella entendía el compromiso que su hijo adquirió no con Bomberos, sino con la humanidad, al estar dispuesto a ir en ayuda de una persona que no se conoce".
Sólida formación bomberil
El Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, pionero en Chile de esta actividad de servicio, se caracteriza en general por la rectitud de sus integrantes y el cumplimiento del deber, impuesto en forma voluntaria, hasta morir si fuese necesario. Tal actitud se aprecia en el martirologio, que incluye a sesenta y ocho voluntarios, desde Eduardo Farley, el primero de ellos, hasta Gabriel Lara, sepultado días atrás.
La formación profesional, ética y moral de los bomberos siempre se recibió en el cuartel, bajo la orientación de los más antiguos. En el presente, la verdadera carrera se inicia en las Brigadas Juveniles, luego en los cursos de perfeccionamiento y finalmente en ciclos organizados por la Comandancia y, aún, en el centro de entrenamiento cerca de Santiago.
Algunas unidades reciben todavía a personas que, poseídas de vocación de servicio y con aptitudes para cumplir el riguroso trabajo bomberil, aspiran a formar en sus filas.
Sin embargo, la realidad muestra que lo ideal es iniciarse en una brigada, donde además de entregárseles conocimientos técnicos, se fragua en los jóvenes el espíritu que debe animarles a través de su trayectoria institucional, lo que resulta más lento en aquellos que llegan con mayor edad. Si esa fuera la norma, no se producirían situaciones ingratas como la ocurrida con dos compañías intervenidas. Las brigadas juveniles cumplen un rol preponderante. La primera de ellas fue fundada por la "Pompe France", por iniciativa del capitán de la época, Marcel Szanto. Son numerosos los jóvenes que han pasado por sus filas, varios de los cuales, por razones diversas, forman hoy en otras unidades.
Es el caso de Gabriel Lara, que en su breve carrera demostró poseer esa formación sólida, profesional y moral que entrega la más antigua de las Brigadas. De allí que, por tener una vocación muy profunda, no trepidó en ofrendar su vida, en situación tan adversa como fue el incendio de cerro La Cruz.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso
La muerte de Gabriel Lara tras el incendio del cerro La Cruz, revivió una trágica realidad.
Quince compañías y una brigada componen el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, cuyos voluntarios siempre están preparados ante el llamado de una emergencia. Con la muerte de Gabriel Lara en el incendio del cerro La Cruz, el pasado 14 de enero, la lista de mártires aumenta a 68, siendo Valparaíso la ciudad con la mayor cantidad de bomberos fallecidos en labores.
La institución bomberil porteña, la más antigua del país, nace el 30 de junio de 1851. A incendios, rescates y un sin fin de siniestros han asistido para salvar la vida de muchos, arriesgando todo en cada una de las salidas. Sin duda que el incendio y explosión de la Barraca Schulze, en 1953, marca un gran precedente de los mártires del Puerto.
36 MUERTOS
Eran las 2.10 de la madrugada de un 1 de enero de 1953, cuando comienza el incendio de la Barraca Shulze, ubicada en avenida Brasil 2069. Lamentablemente y sin permiso de las autoridades, se habían depositado en la bodega del departamento de Caminos que se encontraba en el interior de la barraca, 20 cajones de pólvora, tambores de petróleo, parafina, bencina y toneladas de dinamita, sin que Bomberos pudiera advertir su presencia. La tragedia, que cobró la vida de 36 voluntarios de la institución, se desencadenó al quemarse la pólvora y explotar la dinamita depositada en el lugar.
Según recuerda Felipe Fidele, bombero hace 52 años y secretario de la 6° Compañía, quien en esa fecha aún no entraba a las filas de bombero, "cuando vino la explosión los tambores de bencina saltaban al aire y prendían otros edificios. Una persona civil murió en la calle porque le cayó en barril en la cabeza. En el momento de la explosión es tal el caos, que se te pasan mil cosas por la cabeza. Yo corría y veía como los vidrios caían por todos lados, otras partes se incendiaban, el cielo era rojo, gente quemada caía y había un tremendo calor"
Estos 36 hombres que su sumaron a la lista de 15 bomberos muertos previo al año 1953, es una de las principales causas que, lamentablemente, tiene a Valparaíso con el mayor número de mártires a nivel nacional.
Según Marco Bravo, de la 8° Compañía, otra de las causas que sigue sumando la vida de Bomberos se debe "muchas veces a la complejidad de los incendios, a la estructura de Valparaíso, la fuerte velocidad del viento que hace imposible poder trabajar". Situación que se confirmó hace pocos días.
Producto del fuerte viento en el incendio de calle El Vergel, del cerro La Cruz, Gabriel Lara, bombero de la 4° Compañía, resultó con más del 60% del cuerpo quemado, falleciendo días después.
El voluntariado porteño, que se ha extendido por 157 años, es una labor que implica entrega y sacrificio permanente hacia la comunidad. Según manifestó Miguel Reyes, presidente de la Junta Nacional de Bomberos de Chile, "efectivamente el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso es la nómina con más mártires fallecidos en el cumplimiento de sus labores. Ser bombero tiene un costo altísimo porque la vida no se puede evaluar en dinero; las personas exponen su vida a favor de los demás, y eso ya es un hecho destacable".
También agrega ante el gran número de mártires que "la ciudad tiene una topografía muy irregular, con una zona plana muy reducida y el grueso de la población se concentra en los cerros, facilitando que ocurran accidentes con consecuencias fatales". Una opción de vida que se basa en el servicio y el voluntariado de por vida.
El Puerto en el contexto nacional
El catastro de mártires del Cuerpo de Bomberos de Chile asciende a 278. De éstos, 68 son de Valparaíso, constituyéndose como la zona con el mayor listado de voluntarios muertos en servicio. Le sigue Santiago, con 43; Iquique, con 12; y Temuco y Osorno con siete cada una, según aseveró Miguel Reyes.
Las familias no quedan exentas de esta realidad, ya que desde el momento en que se ingresa voluntariamente a las filas de Bomberos, se debe estar preparado ante la fuerza de las emergencias.
"Por ejemplo, como relata Miguel Reyes, presidente de la Junta Nacional de Bomberos de Chile, el día del funeral de Gabriel Lara, la madre de éste mostraba "una tranquilidad espiritual. Ella entendía el compromiso que su hijo adquirió no con Bomberos, sino con la humanidad, al estar dispuesto a ir en ayuda de una persona que no se conoce".
Sólida formación bomberil
El Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, pionero en Chile de esta actividad de servicio, se caracteriza en general por la rectitud de sus integrantes y el cumplimiento del deber, impuesto en forma voluntaria, hasta morir si fuese necesario. Tal actitud se aprecia en el martirologio, que incluye a sesenta y ocho voluntarios, desde Eduardo Farley, el primero de ellos, hasta Gabriel Lara, sepultado días atrás.
La formación profesional, ética y moral de los bomberos siempre se recibió en el cuartel, bajo la orientación de los más antiguos. En el presente, la verdadera carrera se inicia en las Brigadas Juveniles, luego en los cursos de perfeccionamiento y finalmente en ciclos organizados por la Comandancia y, aún, en el centro de entrenamiento cerca de Santiago.
Algunas unidades reciben todavía a personas que, poseídas de vocación de servicio y con aptitudes para cumplir el riguroso trabajo bomberil, aspiran a formar en sus filas.
Sin embargo, la realidad muestra que lo ideal es iniciarse en una brigada, donde además de entregárseles conocimientos técnicos, se fragua en los jóvenes el espíritu que debe animarles a través de su trayectoria institucional, lo que resulta más lento en aquellos que llegan con mayor edad. Si esa fuera la norma, no se producirían situaciones ingratas como la ocurrida con dos compañías intervenidas. Las brigadas juveniles cumplen un rol preponderante. La primera de ellas fue fundada por la "Pompe France", por iniciativa del capitán de la época, Marcel Szanto. Son numerosos los jóvenes que han pasado por sus filas, varios de los cuales, por razones diversas, forman hoy en otras unidades.
Es el caso de Gabriel Lara, que en su breve carrera demostró poseer esa formación sólida, profesional y moral que entrega la más antigua de las Brigadas. De allí que, por tener una vocación muy profunda, no trepidó en ofrendar su vida, en situación tan adversa como fue el incendio de cerro La Cruz.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso