Estimados, no tapemos el sol con un dedo, el hecho basal es que los voluntarios fallecidos no debieron ir tripulando en el canastillo, prueba es que los que iban en la cabina solo sufrieron daños menores, el hacer berrinches por la calidad de los carros es “llorar sobre la leche derramada”, pero en estricto rigor la calidad o estado del carro no fue la causa de las muertes, la causa fue una “mala práctica” aceptada y avalada por todos los estamentos (me incluyo) del mundo bomberil.
La pura y cruel verdad, nada más que decir.