La "bola de oro", carro bomba Ahrens-Fox
La "Séptima" nunca se quedó atrás en el afán que se había apoderado de las demás Compañías por modernizar su material, reemplazando las bombas a vapor por bombas automóviles. Por ello pensando en la necesidad de dar un buen servicio a los habitantes de Valparaíso y con la ayuda de los señores Fernando Rioja, Ponciano Sanz y otros distinguidos miembros de la Colonia Hispana, llevaron a la 7ª Compañía del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso; a cambiar la antigua bomba a vapor y sistema Merriweather tipo Neyllor, de alta presión; por un carro bomba en a la fábrica “Ahrens Fox”, ubicada en Cincinnati, Ohio, Estados Unidos de Norteamérica; conocida cariñosamente en el puerto como “La Bola de Oro”.
Este carro bomba fue fabricado en el año de 1917, llegando a la “Séptima” en el año 1918, cumpliendo un servicio en la Unidad Ibérica por 40 años ininterrumpidos. Con tracción de cadena, un motor de 110 caballos de fuerza y con capacidad para expulsar 750 galones ingleses por minuto (3.000 Litros), podía alcanzar la velocidad de 70 kilómetros por hora. Era un carro bomba automóvil impulsado por motor, marca Ahrens-Fox. Esta nueva máquina contaba con un motor de 100 caballos de fuerza y un cuerpo de bomba suficiente para arrojar 750 galones ingleses de agua por minuto (3.000 Litros), de modo que era una de las más poderosas en su tiempo cuando fue entregada al Cuerpo de Bomberos el 9 de julio de 1919. Adquirió el nombre de "España", que tenía la antigua bomba a vapor, y prestó servicios por cerca de 40 años hasta 1958 cuando fue vendida al Cuerpo de Bomberos de Renca y recuperada por la Compañía en 1984, constituyéndose en una de las más preciadas reliquias bomberiles de la Unidad. Entre las particularidades mecánicas de la “Bola de Oro” estaba su sistema de transmisión con cadena. Accionada por un acople doble con el motor del vehículo marca Waukesha de 100 HP. La bomba propiamente tal, está constituida por cuatro pistones de doble efecto, vale decir que cuando el pistón sube descarga por arriba y succiona por abajo, en inversamente cuando baja. La característica esfera de bronce de la parte delantera, dio el nombre popular con que fue conocida esta bomba “La bola de oro”. Esta esfera o bola es simplemente una cámara que regula o empareja las presiones de descarga. En el Incendio del sitio 4 de la Aduana en la década del cincuenta, la Bomba Ahrens-Fox, trabajando del mar, alimentó con agua a carros de otras Compañías, sacándose en total 11 buenos chorros. Denominada “Bomba España”, fue bautizada el día 17 de agosto de 1919, fecha del 28º Aniversario de la Séptima Compañía. Teniendo motor de seis cilindros y capacidad para llevar 500 metros de manguera y dos escalas de salvamento. Eleva el agua a 70 metros de altura (No hay en Chile ninguna otra de esa fuerza) y constituye por su esmerada construcción y salidas, un verdadero modelo en su clase. Uno de los más destacados maquinistas que tuvo la “Bola de Oro” durante su etapa activa al servicio de la Comunidad porteña fue Rufino Rodrigo Ruiz (Q.E.P.D.), quien falleció en Acto de Servicio junto a otros 35 bomberos del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, en su puesto operando la máquina en el incendio y gran explosión que se produjo mientras se combatía un incendio que afectaba a la barraca Schultze de esta ciudad en una de las mayores tragedias bomberiles ocurridas en el mundo, que costó además la vida de un Oficial de Carabineros de Chile, un marino y numerosos civiles, algunos de ellos no identificados, del 1º de enero de 1953 en la Avenida Brasil de Valparaíso. A las 02:10 del 1º de enero de 1953, se declaró un gran incendio en las calles Freire esquina Brasil que afectaba a dicha barraca. La Compañía avanzó con sus dos carros, armando los grifos de Chacabuco esq. Freire y Freire esq. Yungay. A cargo de la “Bola de Oro”, quedó el maquinista y Bombero Honorario señor Rufino Rodrigo Ruiz, ubicándose frente al incendio en calle Brasil. A las 03:05 de la madrugada, mientras la Compañía se encontraba trabajando en el incendio. Tambores con líquidos que se encontraban en el lugar del incendio, con la fuerza de la explosión, volaron a varias cuadras de distancia. Uno de estos tambores cayó sobre el maquinista Sr. Rufino Rodrigo, quién se encontraba sobre el carro, arrojándolo a varios metros de él y quedando en estado inconsciente, siendo trasladado de inmediato a la Asistencia pública, en donde falleció a las 04:00 de la madrugada. Una vez dada de baja por la “Séptima”, se vendió a la 2º Cía. de Renca, hoy 22º Cía. del Cuerpo de Bomberos de Santiago en Eº 400.- el 16 de marzo de 1958. Luego de prestar valiosos servicios por algunos años, fue entregada al Cuerpo de Bomberos de Las Barrancas Pero al no ser pagada, siguió siendo propiedad del Cuerpo de Bomberos de Santiago. Al ser intervenido el Cuerpo de Bomberos de Pudahuel por parte de Santiago la “Bola de Oro” fue trasladada a las bodegas de Santiago y estuvo un tiempo en la bodega de la calle Domingo Santa Maria. Al fusionarse Renca con Santiago la Comandancia consultó al ex Comandante del Cuerpo de Bomberos de Renca, don Alberto Muñoz Brocco, por el destino de la misma porque estaba interesado en ella la 10ª Compañía “Bomba España” del Cuerpo de Bomberos de Santiago. La Bomba fue cedida a la “Décima” que tenia intenciones de restaurarla para obsequiarla a la 7ª Compañía “Bomba España” de Valparaíso con quien mantiene un Canje de Hermandad Bomberil desde el 24 de agosto de 1893. El obsequio se concreto y hoy la Bola de Oro está en la 7ª Cía. de Valparaíso. La “Bola de Oro” es un recuerdo muy sentido para la “Vigésimo Segunda”, pues fue su primera máquina. Es así que en el acceso principal del Cuartel de la 22ª Cía. y en un lugar destacado se encuentra una réplica en miniatura de la “Bola de Oro”, que fue obsequiada por su Capitán Fundador don Vasco Grez Soto. Entre sus características mecánicas se puede destacar que su sistema de transmisión es con cadena. Por ello con mucha alegría, los viejos caballeros de guerrera azul que habitaron la casa de calle 15 y Salomón Sack, relataban las peripecias de ir a una emergencia a Renca centro y por efecto de algún hoyo o desnivel del camino, la cadena se salía de su posición y el más diestro de la tripulación saltaba de la máquina y en pocos segundo reubicaba tan primordial elemento en su lugar. Nunca lograron enumerar las veces que esta maniobra se repetía en un recorrido a la parte más alejada de Renca, pero si eran numerosas las risas que tan romántico relato causaba. En su permanencia en la 2ª Cía. de Renca la “Bola de Oro” contó también con un gran bombero y Maquinista; don Juan Figueroa Fierro (Q.E.P.D.), que ingresó a la 2ª Cía. de Renca, porque para reparar la “Bola de Oro” se le iba constantemente a buscar a su domicilio. Hasta que un día dijo que pasaba más en la Bomba que en su casa, por lo cual decidió ingresar como bombero. Los antiguos “Segundinos” dan fe que nunca cobro un peso por sus servicios profesionales como mecánico automotriz. Después de mucho bregar con la mecánica de la Ahrens Fox, del cual era el único entendido, logro ponerla en servicio. Había gran expectación por tripular la Bomba y como en esos tiempos había muy pocas emergencias la espera fue tensa. Hasta que llegó el gran día que se produjo un incendio en Renca. Deben imaginarse todas las reacciones que se produjeron entre el voluntariado. La Bola de Oro con su estruendo y que hacia temblar el piso enfilo con la rapidez que podía por calle Salomón Sack. Casi al llegar a calle Domingo Santa Maria habían realizado una excavación que no estaba señalizada. “La Bola de Oro” cayó a la zanja (de poca profundidad) y hasta ahí no mas llegaron los bomberos que la tripulaban; la pena y la decepción entre los Voluntarios fue tremenda. El Maquinista Figueroa Fierro con su entrega de siempre volvió a los restos de la Ahrens Fox y tiempo después la puso en condiciones y en servicio en forma definitiva. Hoy se recuerda como algo jocoso pero en esos tiempos creo que fue dramático. No hubo lesionados, lo dramático era porque no pudo quedar en servicio. Tal vez un dato anecdótico, pero la 7ª Cía. de Valparaíso la quería tanto como la quería la 22ª Cía. del Cuerpo de Bomberos de Santiago. Algunos bomberos creen que la “Bola de Oro” patrimonialmente pertenecía a la 2ª de Renca, porque se la compró a la 7ª Cía. “Bomba España” de Valparaíso y fue su bomba la que les permitió ser reconocida como 2ª Compañía por parte del Cuerpo de Bomberos de Renca. Grandes historias y anécdotas por tenerla en servicio. Muchos de nuestros viejos mucho tiempo le dedicaron. Se cuenta que levanto a la 9ª de Santiago en el incendio de los polvorines de Renca, alimentando del Canal La Punta. Era viejita pero le pidieron que por favor bajara la presión. Por su antigüedad poco duro en la 2ª de Renca porque vino un Mack y después un Berliet. La “Bola de Oro” se le vendió a crédito a la 5ª de Barrancas que nunca se pago. Cuando se intervino el Cuerpo de Bomberos de Pudahuel, la Bola de Oro fue a parar a las bodegas del Cuerpo de Bomberos de Santiago ubicadas en la calle Domingo Santa Maria de la comuna de Renca. La 10ª Cía. de Santiago la solicitó para regalársela a su Compañía de canje de Valparaíso. Y la Comandancia de Renca accedió, compromiso que la 22ª respetó. Hoy la 7ª Cía. le está realizando una reparación total a la gloriosa Bola de Oro y restaurándola para que pueda recorrer nuevamente las calles del Primer Puerto de la República como lo hizo por 40 años, esta vez en calidad de Reliquia Histórica.
Valparaíso 1851 (hrm/cca)