Más de 70 casas quedaron reducidas a cenizas en el pueblo de Tathra, en la costa sudeste de Australia, tras originarse un gran incendio forestal en los alrededores.
Además, varias cabañas de playa y caravanas quedaron destruidas y otras 39 viviendas sufrieron daños. El fuego dejó varios heridos, pero no hubo que lamentar víctimas mortales. "Gracias a Dios que no ha costado ninguna vida", dijo el primer ministro australiano, Malcom Turnbull.
El incendio se originó el domingo por causas aún desconocidas en los alrededores de Tathra, un pueblo de 1.600 habitantes a unos 450 kilómetros al sur de Sydney. Se especula con que podría haberlo causado un rayo.
Las fuertes rachas de viento y las temperaturas de hasta 38 grados centígrados contribuyeron a que se propagara rápidamente. Hoy 150 bomberos aún trataban de controlar las llamas.
Varios cientos de habitantes pasaron la noche en alojamientos de emergencia en un pueblo cercano y otros en casa de familiares o amigos.
Varias personas se quejaron de tener problemas para respirar y al menos dos bomberos resultaron heridos. Toda la localidad fue declarada zona catastrófica.
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