Voraz incendio destruyó de madrugada 9 salas de clases del Mission College
En pocos minutos el fuego destruyó el pabellón de dos pisos, con 9 salas de clases, en el incendio ocurrido de madrugada en el Mission College en Rahue.
OSORNO.- Conmocionada estaba la comunidad educacional y habitantes de Villa Quilacahuín y sectores poblacionales aledaños, al observar el violento incendio que destruyó el pabellón de dos pisos donde se ubicaban 9 salas - cada una con capacidad para 40 alumnos- cerca de las 6.30 de la madrugada del martes en el Mission College.
El siniestro, dejó millonarias pérdidas materiales y económicas, ante la impotente mirada de los vecinos, alumnos y apoderados, que observaban la destrucción del recinto, mobiliario educacional, textos y elementos destinados a las clases.
El recinto educacional subvencionado, cuyo sostenedor es el conocido maestro de equitación osornino y ex oficial de Carabineros, Raúl Albrecht Barrientos, resultó afectado por el fuego, minutos antes de la llegada de los alumnos, quienes se encontraron con un escenario desolador.La fuerza de las llamas obligó a la intervención de voluntarios de la totalidad de las unidades bomberiles de la ciudad.
Informes preliminares, indican que el incendio tuvo su origen en la deficiente aislación del ducto evacuador de gases de una combustión lenta instalada en una sala de clases en el primer piso del pabellón construido en material mixto, madera y aislante, con una superficie superior a los 800 metros cuadrados.
En el colegio particular estudian 748 alumnos repartidos entre prekinder a octavo año básico y trabajan 50 funcionarios -32 de ellos profesores- y los restantes funcionarios administrativos y de servicios generales.
Carabineros de la Tercera Comisaría, puso los antecedentes del siniestro en manos de la Fiscalía del Ministerio Público de Osorno, para determinar el origen exacto de las llamas.
Asimismo, se informó que no existen seguros comprometidos por la estructura de dos pisos destruida por el fuego.
DRAMáTICAS ESCENAS
"Estábamos durmiendo y sentí un calor intenso en la pieza. La luz era muy potente, miré por la venta y vi cómo el pabellón del colegio era una verdadera antorcha gigante que ardía en el amanecer del martes". Ese fue el testimonio de Lorena Paredes, vecina y madre de uno de los alumnos que estudian en el mencionado colegio, al relatar los dramáticos momentos que vivió junto a una veintena de habitantes del sector, al ver que el fuego ponía en riesgo sus propiedades ubicadas en calle Maicolpué en Villa Quilacahuín.
Al lugar llegaron bastante nerviosos, los sostenedores del colegio y profesores, quienes junto a los padres, apoderados y alumnos, comenzaron a revisar entre los escombros y restos humeantes del pabellón de dos pisos, algunos elementos que podrían ser utilizados para sus actividades educacionales.
Marcia Sobarzo, presidenta del Centro General de Padres y Apoderados del colegio, comentó a este Diario que "estamos muy afectados por este grave traspié, pero estamos dispuestos a colaborar en la reconstrucción de las salas de clases para nuestros niños".
FALTA DE PRESIóN
Marcelo Millar, primer comandante del Cuerpo de Bomberos, confirmó ayer que durante la emergencia, colapsó la red de grifos, causando una ostensible baja de presión en el agua por el elevado número de carros bombas que sacaron el vital elemento para controlar el gigantesco incendio que afectó a una parte el recinto educacional, de calle La Misión 2680.
Agregó que "frente a un siniestro de gran magnitud es necesario contar con una presión suficiente para controlar el fuego. En este caso, hubo ciertos problemas que fueron superados con el profesionalismo de los voluntarios. Primero trabajamos para impedir que el fuego se propague a casas colindantes, cuyas estructuras salvaron de ser alcanzadas por el incendio".
Agregó que "la magnitud del siniestro obligó la presencia de voluntarios de todas las unidades de la ciudad, como de 2 móviles que regresaban de otras emergencias", precisó Millar una vez controlada la emergencia en el sector surponiente.
"La idea es no perder clases"
"La idea es no perder clases. Y para que todo continúe en forma normal, decidimos redistribuir a los 360 alumnos de las nueve salas destruidas por el incendio en otras dependencias del colegio, como la biblioteca, casino y oficinas administrativas".
Así lo dio a conocer la docente Cristina Acuña Acuña, directora del incendiado local educativo Mission College, ubicado al costado del sector poblacional Villa Quilacahuín, al entregar detalles de las acciones que adoptaron para enfrentar la emergencia ocurrida ayer en el establecimiento que cuenta con Jornada Escolar Completa (JEC).
Acuña, visiblemente afectada, precisó que "todas las acciones están apuntadas a que el alumnado no pierda clases y menos la alimentación diaria".
"Vamos a partir todo de nuevo"
"No hay seguros comprometidos, pero vamos a partir todo de nuevo". Esas fueron las declaraciones de Raúl Albrecht Barrientos -en la foto- dueño del The Mission College.
El deportista y ex oficial de Carabineros observó impotente cómo el fuego destruyó el pabellón de dos pisos que albergaba nueve salas de clases.
Eso, mientras Bomberos realizaba ayer grandes esfuerzos por evitar que las llamas se propagaran.
Intenso trabajo bomberil: 3 incendios en menos de 24 horas
Tres incendios, uno de ellos el que afectó al Mission College, movilizaron en menos de 24 horas, a voluntarios de las ocho unidades bomberiles de Osorno.
El primer llamado, de acuerdo con lo informado por el primer comandante de Bomberos, Marcelo Millar, ocurrió la noche del lunes, donde el fuego destruyó la oficina de una empresa maderera en calle Talca 659.
A las 3.30 horas de la madrugada del martes, un siniestro redujo a escombros la bodega de materiales de la empresa Marín encargada de las obras de ampliación de la empresa Mafrisur, en el sector del cruce Pichidamas, frente a la ruta de Osorno a Puerto Octay.
El último incendio al cual asistieron los bomberos afectó al Mission College, cuando la luz del día ya comenzaba a aparecer en nuestra ciudad.
Cristina Acuña, directora del Mission College, afectado por el gran incendio.
Marcelo Millar, primer comandante de Bomberos, informó que voluntarios atendieron tres llamados de incendio.
Jazmín Soledad Ulloa, alumna de 5º A: "Mi sala se quemó. Estaba en el segundo piso en el pabellón incendiado. Me avisaron por teléfono que el colegio se estaba quemando y llegamos a mirar lo ocurrido. Ojalá que Dios nos dé mucha fuerza para la reconstrucción".
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Teresa Cornejo, apoderada: "Me dio mucha pena ver cómo el fuego destruyó el primer y segundo piso del pabellón de clases. Con mucho sacrificio trabajamos para mantener el colegio y continuar con otros proyectos. Tenemos que salir adelante en esta desgracia".
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Camilo Águila, alumno de 5ºA: "Mi mamá se levantó desesperada por el intenso calor en el segundo piso de la casa. Al mirar por la ventana vimos que ardía por todos lados el pabellón del colegio que está a pocos metros de la casa. Menos mal que no pasó nada peor".
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Lorena Paredes, apoderada del 6º A: "Fue un despertar muy violento y triste por el incendio que destruyó el colegio de los niños. Nos quedamos sin salas y clases durante la mañana del martes. Ruego que reconstruyan en forma rápida lo que se destruyó".
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Marcelo Aguilar, alumno de 2º básico: "Nunca había visto un incendio tan grande y quedé muy shockeado por lo ocurrido de madrugada en mi colegio. Espero que reconstruyan rápido las salas quemadas para que no perdamos clases. Fue terrible".
Fuente: El Diario Austral de Osorno
En pocos minutos el fuego destruyó el pabellón de dos pisos, con 9 salas de clases, en el incendio ocurrido de madrugada en el Mission College en Rahue.
OSORNO.- Conmocionada estaba la comunidad educacional y habitantes de Villa Quilacahuín y sectores poblacionales aledaños, al observar el violento incendio que destruyó el pabellón de dos pisos donde se ubicaban 9 salas - cada una con capacidad para 40 alumnos- cerca de las 6.30 de la madrugada del martes en el Mission College.
El siniestro, dejó millonarias pérdidas materiales y económicas, ante la impotente mirada de los vecinos, alumnos y apoderados, que observaban la destrucción del recinto, mobiliario educacional, textos y elementos destinados a las clases.
El recinto educacional subvencionado, cuyo sostenedor es el conocido maestro de equitación osornino y ex oficial de Carabineros, Raúl Albrecht Barrientos, resultó afectado por el fuego, minutos antes de la llegada de los alumnos, quienes se encontraron con un escenario desolador.La fuerza de las llamas obligó a la intervención de voluntarios de la totalidad de las unidades bomberiles de la ciudad.
Informes preliminares, indican que el incendio tuvo su origen en la deficiente aislación del ducto evacuador de gases de una combustión lenta instalada en una sala de clases en el primer piso del pabellón construido en material mixto, madera y aislante, con una superficie superior a los 800 metros cuadrados.
En el colegio particular estudian 748 alumnos repartidos entre prekinder a octavo año básico y trabajan 50 funcionarios -32 de ellos profesores- y los restantes funcionarios administrativos y de servicios generales.
Carabineros de la Tercera Comisaría, puso los antecedentes del siniestro en manos de la Fiscalía del Ministerio Público de Osorno, para determinar el origen exacto de las llamas.
Asimismo, se informó que no existen seguros comprometidos por la estructura de dos pisos destruida por el fuego.
DRAMáTICAS ESCENAS
"Estábamos durmiendo y sentí un calor intenso en la pieza. La luz era muy potente, miré por la venta y vi cómo el pabellón del colegio era una verdadera antorcha gigante que ardía en el amanecer del martes". Ese fue el testimonio de Lorena Paredes, vecina y madre de uno de los alumnos que estudian en el mencionado colegio, al relatar los dramáticos momentos que vivió junto a una veintena de habitantes del sector, al ver que el fuego ponía en riesgo sus propiedades ubicadas en calle Maicolpué en Villa Quilacahuín.
Al lugar llegaron bastante nerviosos, los sostenedores del colegio y profesores, quienes junto a los padres, apoderados y alumnos, comenzaron a revisar entre los escombros y restos humeantes del pabellón de dos pisos, algunos elementos que podrían ser utilizados para sus actividades educacionales.
Marcia Sobarzo, presidenta del Centro General de Padres y Apoderados del colegio, comentó a este Diario que "estamos muy afectados por este grave traspié, pero estamos dispuestos a colaborar en la reconstrucción de las salas de clases para nuestros niños".
FALTA DE PRESIóN
Marcelo Millar, primer comandante del Cuerpo de Bomberos, confirmó ayer que durante la emergencia, colapsó la red de grifos, causando una ostensible baja de presión en el agua por el elevado número de carros bombas que sacaron el vital elemento para controlar el gigantesco incendio que afectó a una parte el recinto educacional, de calle La Misión 2680.
Agregó que "frente a un siniestro de gran magnitud es necesario contar con una presión suficiente para controlar el fuego. En este caso, hubo ciertos problemas que fueron superados con el profesionalismo de los voluntarios. Primero trabajamos para impedir que el fuego se propague a casas colindantes, cuyas estructuras salvaron de ser alcanzadas por el incendio".
Agregó que "la magnitud del siniestro obligó la presencia de voluntarios de todas las unidades de la ciudad, como de 2 móviles que regresaban de otras emergencias", precisó Millar una vez controlada la emergencia en el sector surponiente.
"La idea es no perder clases"
"La idea es no perder clases. Y para que todo continúe en forma normal, decidimos redistribuir a los 360 alumnos de las nueve salas destruidas por el incendio en otras dependencias del colegio, como la biblioteca, casino y oficinas administrativas".
Así lo dio a conocer la docente Cristina Acuña Acuña, directora del incendiado local educativo Mission College, ubicado al costado del sector poblacional Villa Quilacahuín, al entregar detalles de las acciones que adoptaron para enfrentar la emergencia ocurrida ayer en el establecimiento que cuenta con Jornada Escolar Completa (JEC).
Acuña, visiblemente afectada, precisó que "todas las acciones están apuntadas a que el alumnado no pierda clases y menos la alimentación diaria".
"Vamos a partir todo de nuevo"
"No hay seguros comprometidos, pero vamos a partir todo de nuevo". Esas fueron las declaraciones de Raúl Albrecht Barrientos -en la foto- dueño del The Mission College.
El deportista y ex oficial de Carabineros observó impotente cómo el fuego destruyó el pabellón de dos pisos que albergaba nueve salas de clases.
Eso, mientras Bomberos realizaba ayer grandes esfuerzos por evitar que las llamas se propagaran.
Intenso trabajo bomberil: 3 incendios en menos de 24 horas
Tres incendios, uno de ellos el que afectó al Mission College, movilizaron en menos de 24 horas, a voluntarios de las ocho unidades bomberiles de Osorno.
El primer llamado, de acuerdo con lo informado por el primer comandante de Bomberos, Marcelo Millar, ocurrió la noche del lunes, donde el fuego destruyó la oficina de una empresa maderera en calle Talca 659.
A las 3.30 horas de la madrugada del martes, un siniestro redujo a escombros la bodega de materiales de la empresa Marín encargada de las obras de ampliación de la empresa Mafrisur, en el sector del cruce Pichidamas, frente a la ruta de Osorno a Puerto Octay.
El último incendio al cual asistieron los bomberos afectó al Mission College, cuando la luz del día ya comenzaba a aparecer en nuestra ciudad.
Cristina Acuña, directora del Mission College, afectado por el gran incendio.
Marcelo Millar, primer comandante de Bomberos, informó que voluntarios atendieron tres llamados de incendio.
Jazmín Soledad Ulloa, alumna de 5º A: "Mi sala se quemó. Estaba en el segundo piso en el pabellón incendiado. Me avisaron por teléfono que el colegio se estaba quemando y llegamos a mirar lo ocurrido. Ojalá que Dios nos dé mucha fuerza para la reconstrucción".
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Teresa Cornejo, apoderada: "Me dio mucha pena ver cómo el fuego destruyó el primer y segundo piso del pabellón de clases. Con mucho sacrificio trabajamos para mantener el colegio y continuar con otros proyectos. Tenemos que salir adelante en esta desgracia".
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Camilo Águila, alumno de 5ºA: "Mi mamá se levantó desesperada por el intenso calor en el segundo piso de la casa. Al mirar por la ventana vimos que ardía por todos lados el pabellón del colegio que está a pocos metros de la casa. Menos mal que no pasó nada peor".
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Lorena Paredes, apoderada del 6º A: "Fue un despertar muy violento y triste por el incendio que destruyó el colegio de los niños. Nos quedamos sin salas y clases durante la mañana del martes. Ruego que reconstruyan en forma rápida lo que se destruyó".
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Marcelo Aguilar, alumno de 2º básico: "Nunca había visto un incendio tan grande y quedé muy shockeado por lo ocurrido de madrugada en mi colegio. Espero que reconstruyan rápido las salas quemadas para que no perdamos clases. Fue terrible".
Fuente: El Diario Austral de Osorno