Volcán Llaima despertó con furia y deja 53 turistas atrapados
A las seis de la tarde, los visitantes del Parque Nacional Conguillío sintieron un ruido fuerte y raro. Venía del suelo profundo, pero no iba acompañado de temblores. Sin embargo, veinte minutos después, el volcán Llaima entró en erupción y la Conaf decidió dar término a las vacaciones de todos en ese mismo instante.
“Están echando a todos por las fumarolas, porque la Conaf está investigando. Así se evitan problemas, porque hay experiencias. Todo el personal está evacuando a la gente y no quieren que quede nadie”, aseguró Patricia Oliva, dueña de un camping en Conguillío.
“Hay una columna importante de humo con algún tipo de ruido. Por ahora, aún hay calma”, dijo a las ocho de la tarde el alcalde de Melipeuco, Edgardo Barros.
Sin embargo, una hora más tarde la situación cambió y con la partida de luz natural las fumarolas se convirtieron en fuertes erupciones de lava. Con ese telón de fondo el Comité de Emergencia Regional decidió pasar de alerta verde a amarilla a cuatro comunas del sector (Melipeuco, Curacautín, Vilcún y Cunco) lo que implica desplazamientos de buses y camiones del Ejército para eventuales evacuaciones.
Rubén Hasler tiene un fundo en el sector de Tracura, a pocos kilómetros de Melipeuco, y desde ahí podía observar las emisiones de piedras, agua y gases que se elevaban sobre los mil metros. “Salen humos negros y blancos y la tierra se mueve un poquito. Pero nadie anda espirituado por acá, porque el 94 la lava pasó a diez kilómetros de nuestras calles”, afirmó.
En la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) los funcionarios empezaron a llegar con maletas, ante posibles viajes a la zona de riesgo. La directora Carmen Fernández llegó apurada y los periodistas la llenaron de preguntas y echaron a andar todos los mitos apocalípticos. Que los apagones de Año Nuevo, que el excesivo calor en la zona central, que el temblor grado cuatro que se sintió en Talca y alrededores. “El sismo no tiene nada que ver con lo del volcán Llaima. Están en lugares muy distantes”, se apuró en aclarar.
Mientras, en la Novena Región el humo del volcán llegaba hasta los tres mil metros y era visible incluso desde Temuco. Además los escurrimientos de lava alcanzaban los cinco kilómetros y se dirigían hacia territorio argentino.
Atrapados en el Parque
El intendente de la Región de la Araucanía, Oscar Eltit, se escucha nervioso. Acaba de hablar con la directora de la Onemi y no tenía buenas noticias, ya que en un primer momento, se habló de que ciento cincuenta turistas fueron evacuados exitosamente desde el Parque Nacional Conguillío, pero la autoridad tenía la versión definitiva
“En momentos en que se realizaba esa tarea se produjo la crecida del río Trafquén lo que provocó el corte del camino, lo que nos obligó a dejar a cincuenta y tres refugiados en un centro de exposiciones del recinto”, comentó la autoridad, quien hasta altas horas de la madrugada preparaba un operativo en conjunto con la Fuerza Aérea y el Ejército para sacar a los atrapados.
Según Eltit, se trata de visitantes que estaban acampando en el Parque Nacional, “de ahí su demora en salir”, continuó. Para las primeras horas de hoy se espera la evacuación de los turistas, por lo que ya se tiene preparada maquinaria de vialidad para despejar el camino interior del Conguillío. “Ahí están concentrados nuestros esfuerzos”, resaltó el intendente con tono tremendista.
En Santiago, Carmen Fernández escuchaba estallidos cada minuto cuando hablaba con funcionarios del sur, pero se esmeró en permanecer calmada. “Las explosiones se han hecho más frecuentes, pero la salida de lava no es continua, por lo que no hay riesgo inminente”, contó a la prensa.
Ya de madrugada el alcalde de Melipeuco, Edgardo Barros, permanecía en las calles de su comuna intentando calmar a los lugareños. “Será una noche larga”, dijo, mientras que el intendente Eltit cerró la jornada aconsejando andar “con un pañuelo mojado, porque los gases y las cenizas son fuertísimas”.
Fuente: Lun.com
A las seis de la tarde, los visitantes del Parque Nacional Conguillío sintieron un ruido fuerte y raro. Venía del suelo profundo, pero no iba acompañado de temblores. Sin embargo, veinte minutos después, el volcán Llaima entró en erupción y la Conaf decidió dar término a las vacaciones de todos en ese mismo instante.
“Están echando a todos por las fumarolas, porque la Conaf está investigando. Así se evitan problemas, porque hay experiencias. Todo el personal está evacuando a la gente y no quieren que quede nadie”, aseguró Patricia Oliva, dueña de un camping en Conguillío.
“Hay una columna importante de humo con algún tipo de ruido. Por ahora, aún hay calma”, dijo a las ocho de la tarde el alcalde de Melipeuco, Edgardo Barros.
Sin embargo, una hora más tarde la situación cambió y con la partida de luz natural las fumarolas se convirtieron en fuertes erupciones de lava. Con ese telón de fondo el Comité de Emergencia Regional decidió pasar de alerta verde a amarilla a cuatro comunas del sector (Melipeuco, Curacautín, Vilcún y Cunco) lo que implica desplazamientos de buses y camiones del Ejército para eventuales evacuaciones.
Rubén Hasler tiene un fundo en el sector de Tracura, a pocos kilómetros de Melipeuco, y desde ahí podía observar las emisiones de piedras, agua y gases que se elevaban sobre los mil metros. “Salen humos negros y blancos y la tierra se mueve un poquito. Pero nadie anda espirituado por acá, porque el 94 la lava pasó a diez kilómetros de nuestras calles”, afirmó.
En la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) los funcionarios empezaron a llegar con maletas, ante posibles viajes a la zona de riesgo. La directora Carmen Fernández llegó apurada y los periodistas la llenaron de preguntas y echaron a andar todos los mitos apocalípticos. Que los apagones de Año Nuevo, que el excesivo calor en la zona central, que el temblor grado cuatro que se sintió en Talca y alrededores. “El sismo no tiene nada que ver con lo del volcán Llaima. Están en lugares muy distantes”, se apuró en aclarar.
Mientras, en la Novena Región el humo del volcán llegaba hasta los tres mil metros y era visible incluso desde Temuco. Además los escurrimientos de lava alcanzaban los cinco kilómetros y se dirigían hacia territorio argentino.
Atrapados en el Parque
El intendente de la Región de la Araucanía, Oscar Eltit, se escucha nervioso. Acaba de hablar con la directora de la Onemi y no tenía buenas noticias, ya que en un primer momento, se habló de que ciento cincuenta turistas fueron evacuados exitosamente desde el Parque Nacional Conguillío, pero la autoridad tenía la versión definitiva
“En momentos en que se realizaba esa tarea se produjo la crecida del río Trafquén lo que provocó el corte del camino, lo que nos obligó a dejar a cincuenta y tres refugiados en un centro de exposiciones del recinto”, comentó la autoridad, quien hasta altas horas de la madrugada preparaba un operativo en conjunto con la Fuerza Aérea y el Ejército para sacar a los atrapados.
Según Eltit, se trata de visitantes que estaban acampando en el Parque Nacional, “de ahí su demora en salir”, continuó. Para las primeras horas de hoy se espera la evacuación de los turistas, por lo que ya se tiene preparada maquinaria de vialidad para despejar el camino interior del Conguillío. “Ahí están concentrados nuestros esfuerzos”, resaltó el intendente con tono tremendista.
En Santiago, Carmen Fernández escuchaba estallidos cada minuto cuando hablaba con funcionarios del sur, pero se esmeró en permanecer calmada. “Las explosiones se han hecho más frecuentes, pero la salida de lava no es continua, por lo que no hay riesgo inminente”, contó a la prensa.
Ya de madrugada el alcalde de Melipeuco, Edgardo Barros, permanecía en las calles de su comuna intentando calmar a los lugareños. “Será una noche larga”, dijo, mientras que el intendente Eltit cerró la jornada aconsejando andar “con un pañuelo mojado, porque los gases y las cenizas son fuertísimas”.
Fuente: Lun.com
