Bombero las hace todas: Vende la rifa y defiende a imputados
Asegura que no le da vergüenza salir a pedir plata
Gonzalo Le Dantec (31) es parte de una tradicional a familia de abogados de la zona. Egresó de la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez, y desde 1997 es voluntario de la 3ª compañía, Bomba "Cousiño y Agustín Edwards" del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, donde ostenta el grado de teniente 1º.
Como bombero ha participado en diferentes emergencias sin que felizmente haya resultado lesionado. En el aspecto profesional, esta semana asumió tareas como defensor penal licitado en el Puerto, situación que lo tiene más que satisfecho. "El derecho penal me gusta mucho y la Defensoría tiene niveles de calidad bastante buenos. Es otra forma de servicio público para ayudar a los más disminuidos en sus posibilidades", comenta. Ha logrado compatibilizar sus facetas de bombero y abogado, y si hay tiempo puede arrancarse a los incendios.
Para Le Dantec no hay un conflicto de intereses como bombero y defensor penal, donde más de alguna vez tendrá que alegar en favor de inculpados que vulneran su principio de proteger la vida. "Nuestro trabajo es que los rechazados por cometer delitos tengan derecho a la justicia y que se le aplique la pena correspondiente, y no se les condene públicamente. El bombero salva vidas y protege a las personas y el abogado defensor no actúa contra las personas, en este caso las socialmente rechazadas", explica.
VENDE RIFA
Como bombero lleva 11 años vendiendo la rifa anual de la institución que hoy cumple su primera semana en la calle. Reconoce que es una misión bastante complicada, por la indiferencia de la comunidad. "La gente olvida que somos voluntarios y a veces ni siquiera nos miran o responden pesadeces".
Reconoce que no es un gran vendedor, su récord son 350 números, y enfatiza que no le da vergüenza salir a pedir plata. "Ser bombero no es indigno, al contrario dignifica y no me complica. Acá no hay diferencias sociales, políticas, religiosas y económicas y en un incendio todos somos iguales". Hizo un fervoroso llamado a cooperar en este año tortuoso en lo económico. "La rifa es un ingreso muy importante. Ayudamos los 365 días del año, y pedimos que se metan la mano en el corazón y el bolsillo para seguir con nuestra labor. Esto no es para nosotros sino que en favor de las personas, que lo vean como una inversión en ellos mismos", sentenció.
Fuente: La Estrella de Valparaíso
Asegura que no le da vergüenza salir a pedir plata
Gonzalo Le Dantec (31) es parte de una tradicional a familia de abogados de la zona. Egresó de la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez, y desde 1997 es voluntario de la 3ª compañía, Bomba "Cousiño y Agustín Edwards" del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, donde ostenta el grado de teniente 1º.
Como bombero ha participado en diferentes emergencias sin que felizmente haya resultado lesionado. En el aspecto profesional, esta semana asumió tareas como defensor penal licitado en el Puerto, situación que lo tiene más que satisfecho. "El derecho penal me gusta mucho y la Defensoría tiene niveles de calidad bastante buenos. Es otra forma de servicio público para ayudar a los más disminuidos en sus posibilidades", comenta. Ha logrado compatibilizar sus facetas de bombero y abogado, y si hay tiempo puede arrancarse a los incendios.
Para Le Dantec no hay un conflicto de intereses como bombero y defensor penal, donde más de alguna vez tendrá que alegar en favor de inculpados que vulneran su principio de proteger la vida. "Nuestro trabajo es que los rechazados por cometer delitos tengan derecho a la justicia y que se le aplique la pena correspondiente, y no se les condene públicamente. El bombero salva vidas y protege a las personas y el abogado defensor no actúa contra las personas, en este caso las socialmente rechazadas", explica.
VENDE RIFA
Como bombero lleva 11 años vendiendo la rifa anual de la institución que hoy cumple su primera semana en la calle. Reconoce que es una misión bastante complicada, por la indiferencia de la comunidad. "La gente olvida que somos voluntarios y a veces ni siquiera nos miran o responden pesadeces".
Reconoce que no es un gran vendedor, su récord son 350 números, y enfatiza que no le da vergüenza salir a pedir plata. "Ser bombero no es indigno, al contrario dignifica y no me complica. Acá no hay diferencias sociales, políticas, religiosas y económicas y en un incendio todos somos iguales". Hizo un fervoroso llamado a cooperar en este año tortuoso en lo económico. "La rifa es un ingreso muy importante. Ayudamos los 365 días del año, y pedimos que se metan la mano en el corazón y el bolsillo para seguir con nuestra labor. Esto no es para nosotros sino que en favor de las personas, que lo vean como una inversión en ellos mismos", sentenció.
Fuente: La Estrella de Valparaíso