Golpe al patrimonio: Voraz incendio destruye siete casas y deja 30 damnificados
El siniestro se originó en la cocina de una residencial por un descuido de los dueños, propagándose luego por los entretechos de las viviendas
Sebastián Villalobos y Cristian Silva llevaban cinco minutos al aire. 15:05 y comenzaba una transmisión más del programa Zona de Contacto emitido de lunes a viernes por Radio El Faro. Pero un fuerte olor a humo los interrumpió. Algo andaba mal, por lo que Villalobos, uno de los locutores, salió afuera y se encontró con la alarmante escena: Una gigantesca llamarada que nacía en el inmueble de la esquina, en la intersección de Manuel Rodríguez con Gandarillas, avanzaba peligrosamente por esa calle y amenazaba con consumir todo a su paso. Llamó a Bomberos y luego volvió al estudio para informar en vivo y en directo lo que estaba sucediendo. Después debieron evacuar, el fuego estaba demasiado cerca.
Rápido y voraz
Los voluntarios no tardaron demasiado en llegar. Sin embargo, no pudieron evitar que el siniestro se propagara y dejara una calle completa prácticamente convertida en cenizas.
En total fueron siete inmuebles afectados, cinco viviendas particulares en las que habitaban en total 30 personas. Los otros dos recintos correspondían a un local comercial y a la emisora.
Iinfierno en dos horas
Fueron dos horas de terror en el casco histórico. Al lugar debieron concurrir todas las compañías de Bomberos de La Serena, ya que en algún momento el siniestro se volvió incontrolable y se pensó que podía expandirse todavía más. En el intertanto, entre el pánico y la resignación los afectados veían cómo sus pertenencias se consumían sin que ellos pudieran hacer nada y no daban crédito a lo que estaba sucediendo. Carlos López, residente del sector desde hace 36 años, quien vivía junto a su esposa y dos de sus hijos, fue uno de los que perdió su hogar. Logró sacar algunas cosas, “pero la nada misma”, y asegura que ahora será muy difícil recuperarse. “Mire, pues… si, mire, el viento no los deja trabajar, a los bomberos”, dice, parado frente a su domicilio cuya techumbre yace en el suelo, devorada por el fuego. Relata que fue su mujer la que se percató del incendio, y cuando le avisó a él del siniestro, ya lo tenían frente a sus narices. “Avanzó muy, pero muy rápido, ahí nosotros sacamos lo que pudimos, con la ayuda de los vecinos, y después a esperar nomás, que se salve lo que más se pueda, pero parece que no será mucho”, cuenta don Carlos, mientras al lado, su hijo Balmore asiente con la cabeza y con rabia, enfatiza en la responsabilidad de los dueños de la casa donde se originó el fuego. “Ahí tiene que haberse provocado todo, lo que pasa es que ahí vive mucha gente, porque arriendan piezas a estudiantes y a cualquier persona, yo creo que si van a tener un negocio así deberían tomar mayores resguardos, que no tomaron”, dice Balmore.
Las causas
El superintendente de Bomberos Heriberto Martínez corroboró que la principal hipótesis es que el incendio haya comenzado en la casa ubicada en la esquina, en la intersección de calle Gandarillas con Manuel Rodríguez, donde funcionaría una residencial. “Aquello es materia de investigación, pero lo importante que hay que señalar acá es que pese al desastre no existieron lesionados ni víctimas fatales, afortunadamente pudimos controlar el fuego y ahora nos abocaremos a indagar qué fue lo que provocó esta situación, pero sea cual sea la causa, hay que decir que la propagación tiene que ver con que las construcciones son muy antiguas, y no tienen cortafuegos, por lo que se va propagando por los entretechos y avanza muy rápido como ocurrió ahora”, explicó la autoridad bomberil.
En esto último coincide el investigador de incendios Mauricio Mc-Lean, quien en el sitio del siniestro enfatizó en la urgencia de intervenir estas construcciones, ya que no serían seguras ante este tipo de episodios. “El fuego se comunica por los entretechos fácilmente, son casas muy antiguas y no se adecuan a los tiempos modernos, por eso mientras se mantengan igual serán un peligro, eso hay que decirlo”, precisó.
Asumiendo responsabilidad
Pese a que Bomberos no lo asegura en un 100%, es el propio dueño del lugar en donde presuntamente se originó el siniestro quien lo reconoce. Asume que fue un descuido y, entre lágrimas, enfatiza en que le podría haber pasado a cualquiera y que nada tiene que ver el hecho de que arriende piezas. “Eso no tiene que ver en este tema. La gente que arrienda acá es tranquila, algunos estudiantes y son cuidadosos. Lo que pasó aquí es que mi señora estaba terminando de cocinar unos tallarines y se fue a tender una ropa, yo estaba en otra pieza, muy lejos porque la casa es muy grande, y de repente empezamos a sentir una serie de explosiones, yo no sé, seguramente se quedó algo prendido y el fuego agarró todo.
Ahí no supimos qué hacer, tuvimos mala suerte, fue un hecho fortuito, esto le pudo pasar a cualquiera”, indica Moisés Carmona, mientras apunta lo que quedó de la cocina desde donde habría emanado el fuego que destruyó parte del casco histórico.
Pérdida irreparable
Trasmitieron en vivo el inicio del siniestro, pero no saben si hoy podrán transmitir sus repercusiones, aunque están optimistas, pese a todo. “Si nos dicen que mañana (hoy) estemos aquí a las ocho de la mañana estaremos, frente al micrófono”, indica Sebastián Villalobos, locutor de Radio El Faro, medio de comunicación que funciona desde hace 27 años en el lugar siniestrado y que se vio seriamente afectado por las llamas.
Según el director y propietario de la emisora, Claudio Fuentes, las pérdidas materiales superarían los 200 millones de pesos. “Es algo que estamos asimilando, logramos salvar algunas cosas, pero lo perdimos casi todo (…) Estamos en shock todavía, pero ya mañana (hoy) con la cabeza más en frío haremos el análisis y elaboraremos un plan para levantarnos y superar lo que nos pasó”, concluyó Fuentes.
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