P
Pablo
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Emotivo Adios a Martires Bomberiles
En la fotografía, Matías (10), hijo del capitán Rodrigo Mora González, recibe el casco de su padre en brazos de su abuelo Jaime Mora.
Chiguayante despidió a
sus bomberos como héroe
En medio de aplausos, una fila completa de autoridades debió levantarse y ceder sus asientos a los familias del comandante Luis Inostroza Niñez, el capitán Rodrigo Mora González y el teniente Julio Muñoz Dominguez, los tres bomberos muertos en el alud del Valle La Piedra 1. Juan Carlos Rojas, familiar del jefe de la segunda compañía, en su discurso, hizo ver que los parientes de los mártires 258, 259 y 260 del cuerpo de Bomberos de Chile, estaban de pie, a un costado.
"Les pido que la mamá del comandante tome el lugar que corresponde, lo mismo el caso del teniente, e igual el capitán", dijo.
Acto seguido, las autoridades, partiendo por el gobernador Rodrigo Díaz Wörner (que fue el primero que se paró) cedieron sus asientos a los familiares.
Cerca de dos mil personas participaban del responso, en el sindicato de la ex Machasa, mientras otros ocho mil, entre ellos delegaciones de bomberos de la región, escuchaban, desafiando el frío, en el exterior.
Las emotivas intervenciones siguieron con Luis Moraga Schulz, amigo del capitán Mora, quien pidió demostrar que los mártires no serán olvidados.
"Ahí voy a estar, con una mesita, para juntar firmas para que le cambien el nombre al Valle La Piedra por Valle Los Héroes, por favor, no abandonen a sus familias", dijo, al anunciar que el próximo sábado 22 estará en la vega local, para conseguir ese objetivo.
El cortejo fúnebre fue acompañado por las sirenas de 47 carros de bomberos, llegados desde puntos tan alejados como Pemuco o San Carlos. El paso de las carrozas fue precedido por la marcha de los voluntarios de la provincia en uniforme de gala, mientras miles de vecinos agitaban pañuelos y aplaudían el paso de los bomberos fallecidos. Como marca la tradición, antorchas precedían los vehículos bomberiles que llevaban los féretros hasta su última morada. Costumbre que comenzó en 1859, cuando las autoridades negaron el permiso para sepultar al voluntario Domingo Espiñeira, de la Tercera Compañía de Valparaíso. Pero los bomberos se reunieron clandestinamente, y sepultaron a su mártir en la oscuridad de la noche, alumbrados sólo por chonchones.
Gobierno construirá nuevo cuartel
El sueño del capitán Rodrigo Mora González y del teniente Julio Muñoz Domínguez era construir un nuevo cuartel para su compañía de Bomberos, la Tercera de Manquimávida.
El primero había contribuido con ideas que trajo desde Estados Unidos, cuando viajó a ese país para hacer un curso y terminó colaborando en el rescate de las víctimas del atentado a las Torres Gemelas. El segundo, dibujante técnico, ya había diseñado el edificio de sus sueños.
"Ojalá que el deseo de mi `pelao` se cumpla. Yo espero que con esto construyan el cuartel que él quería", había manifestado Marioly Paredes Palma, esposa del teniente Muñoz, cuando los restos de su esposo llegaron al sindicato Machasa para ser velados. Ayer, en ese mismo lugar, el anhelo de ambos se transformó en realidad minutos antes de ser trasladados a su última morada, cuando la intendenta María Soledad Tohá Veloso anunció que el gobierno aportaría los $300 millones necesarios para edificar la nueva compañía que llevará el nombre de ambos mártires.
FUENTE: ELSUR.CL
En la fotografía, Matías (10), hijo del capitán Rodrigo Mora González, recibe el casco de su padre en brazos de su abuelo Jaime Mora.
Chiguayante despidió a
sus bomberos como héroe
En medio de aplausos, una fila completa de autoridades debió levantarse y ceder sus asientos a los familias del comandante Luis Inostroza Niñez, el capitán Rodrigo Mora González y el teniente Julio Muñoz Dominguez, los tres bomberos muertos en el alud del Valle La Piedra 1. Juan Carlos Rojas, familiar del jefe de la segunda compañía, en su discurso, hizo ver que los parientes de los mártires 258, 259 y 260 del cuerpo de Bomberos de Chile, estaban de pie, a un costado.
"Les pido que la mamá del comandante tome el lugar que corresponde, lo mismo el caso del teniente, e igual el capitán", dijo.
Acto seguido, las autoridades, partiendo por el gobernador Rodrigo Díaz Wörner (que fue el primero que se paró) cedieron sus asientos a los familiares.
Cerca de dos mil personas participaban del responso, en el sindicato de la ex Machasa, mientras otros ocho mil, entre ellos delegaciones de bomberos de la región, escuchaban, desafiando el frío, en el exterior.
Las emotivas intervenciones siguieron con Luis Moraga Schulz, amigo del capitán Mora, quien pidió demostrar que los mártires no serán olvidados.
"Ahí voy a estar, con una mesita, para juntar firmas para que le cambien el nombre al Valle La Piedra por Valle Los Héroes, por favor, no abandonen a sus familias", dijo, al anunciar que el próximo sábado 22 estará en la vega local, para conseguir ese objetivo.
El cortejo fúnebre fue acompañado por las sirenas de 47 carros de bomberos, llegados desde puntos tan alejados como Pemuco o San Carlos. El paso de las carrozas fue precedido por la marcha de los voluntarios de la provincia en uniforme de gala, mientras miles de vecinos agitaban pañuelos y aplaudían el paso de los bomberos fallecidos. Como marca la tradición, antorchas precedían los vehículos bomberiles que llevaban los féretros hasta su última morada. Costumbre que comenzó en 1859, cuando las autoridades negaron el permiso para sepultar al voluntario Domingo Espiñeira, de la Tercera Compañía de Valparaíso. Pero los bomberos se reunieron clandestinamente, y sepultaron a su mártir en la oscuridad de la noche, alumbrados sólo por chonchones.
Gobierno construirá nuevo cuartel
El sueño del capitán Rodrigo Mora González y del teniente Julio Muñoz Domínguez era construir un nuevo cuartel para su compañía de Bomberos, la Tercera de Manquimávida.
El primero había contribuido con ideas que trajo desde Estados Unidos, cuando viajó a ese país para hacer un curso y terminó colaborando en el rescate de las víctimas del atentado a las Torres Gemelas. El segundo, dibujante técnico, ya había diseñado el edificio de sus sueños.
"Ojalá que el deseo de mi `pelao` se cumpla. Yo espero que con esto construyan el cuartel que él quería", había manifestado Marioly Paredes Palma, esposa del teniente Muñoz, cuando los restos de su esposo llegaron al sindicato Machasa para ser velados. Ayer, en ese mismo lugar, el anhelo de ambos se transformó en realidad minutos antes de ser trasladados a su última morada, cuando la intendenta María Soledad Tohá Veloso anunció que el gobierno aportaría los $300 millones necesarios para edificar la nueva compañía que llevará el nombre de ambos mártires.
FUENTE: ELSUR.CL