Tornado remeció a Ancud
Desde voladuras de techos hasta árboles arrancados de raíz dejó el suceso que no se presentaba desde hace medio siglo.
Devastadoras consecuencias dejó una sorpresiva ráfaga de viento que azotó durante la tarde de ayer a un sector de Ancud.
Corte del suministro eléctrico, quiebre de ventanales, voladuras de techumbres y bodegas, al igual que caídas y caída de árboles, fue el saldo que dejó este inusual suceso, que algunos asociaron a un tornado o una tromba marina, y que alertó a los vecinos de la puerta norte de la provincia, quienes presenciaron este fenómeno pasadas las 18.30 horas de ayer.
TEMOR
En la ocasión los vecinos de los sectores de San Antonio, Huaihuen, San Vicente de Paul y Almirante Latorre, vieron volar por los aires latas de zinc y ramas que con fuerza se arrancaban de los árboles, generando el temor y conmoción entre aquellos que a esa hora deambulan por las calles o se encontraban al interior de los hogares de la parte norte de esta ciudad.
"Sentimos un viento muy fuerte de un momento a otro. Nos acercamos a observar a la ventana y vimos como se volaba el techo completo de la casa de una vecina, al igual como las ramas de algunos árboles llegaron a dar al otro extremo de la casa", contó Juan Segovia, vecino de Almirante Latorre que presenció el hecho.
Algo similar sostuvo la pobladora Iris Maldonado de San Antonio, quien asustada contó que "la ráfaga la percibimos de un momento a otro. Esto no se había visto por acá, por ello el susto fue bien grande pues vimos como volaban latas de zinc por los aires".
Así, efectivos del Cuerpo de Bomberos de la ciudad del río Pudeto, de la recientemente creada Oficina de Emergencia del municipio local y personal de la empresa abastecedora de electricidad en la zona, Saesa, estuvieron trabajando arduamente en los lugares afectados.
Hasta el cierre de esta edición (ocasión en la que ya no había viento), los organismos permanecían en las calles remediando los efectos causados por el fuerte e inusual viento.
Según manifestó Alberto Schwerter, encargado de la Oficina de Emergencia del municipio de Ancud, el sorpresivo hecho climático habría comenzado en las cercanías de la calle San Antonio, a escasos metros del balneario Arena Gruesa, atravesando en forma diagonal los otros tramos.
Se trataría de tromba marina
Las consecuencias de este inusual fenómeno atmosférico golpearon a los habitantes de la puerta norte del Archipiélago. El comandante del Cuerpo de Bomberos de Ancud, Fernando Ortloff, señaló que varios inmuebles se vieron afectados. "Salimos a hacer la inspección visual, colaborando con los vecinos que se vieron afectados de alguna manera", expresó.
En San Antonio dos viviendas resultaron con daños en la techumbre. Unas cuadras más abajo, en San Vicente de Paul, la capilla terminó con el techo completamente volado, además de quebrazones de vidrios en el internado de niñas de la misma entidad.
A pocos metros del hospital, un árbol cayó a un costado de la vía. Algo que se repitió en Almirante Latorre, con la caída de árboles. El tornado, que transitó de norte a sur también echó abajo un galpón y el techo de una casa. Afortunadamente, no se registraron desgracias personales ni lesionados.
Desde Saesa, en tanto, Rodolfo Pérez, explicó que diversas brigadas se abocaron a reponer el servicio en los sitios sin luz .
Alberto Schwerter, de la Oficina de Emergencia de la municipalidad dijo que "esta situación no se había producido desde el año ´56. Podría asociarse a una suerte de calentamiento en el mar, algo así como una tromba marina, pero eso hay que preguntárselo a un experto".
Según la ciencia, ésta es una tormenta giratoria pequeña sobre los océanos o aguas interiores. Ocasionalmente, se mueven tierra adentro y causan algún daño, pero los vientos son menos severos que los de los tornados.
Fuente: La Estrella de Chiloé
Desde voladuras de techos hasta árboles arrancados de raíz dejó el suceso que no se presentaba desde hace medio siglo.
Devastadoras consecuencias dejó una sorpresiva ráfaga de viento que azotó durante la tarde de ayer a un sector de Ancud.
Corte del suministro eléctrico, quiebre de ventanales, voladuras de techumbres y bodegas, al igual que caídas y caída de árboles, fue el saldo que dejó este inusual suceso, que algunos asociaron a un tornado o una tromba marina, y que alertó a los vecinos de la puerta norte de la provincia, quienes presenciaron este fenómeno pasadas las 18.30 horas de ayer.
TEMOR
En la ocasión los vecinos de los sectores de San Antonio, Huaihuen, San Vicente de Paul y Almirante Latorre, vieron volar por los aires latas de zinc y ramas que con fuerza se arrancaban de los árboles, generando el temor y conmoción entre aquellos que a esa hora deambulan por las calles o se encontraban al interior de los hogares de la parte norte de esta ciudad.
"Sentimos un viento muy fuerte de un momento a otro. Nos acercamos a observar a la ventana y vimos como se volaba el techo completo de la casa de una vecina, al igual como las ramas de algunos árboles llegaron a dar al otro extremo de la casa", contó Juan Segovia, vecino de Almirante Latorre que presenció el hecho.
Algo similar sostuvo la pobladora Iris Maldonado de San Antonio, quien asustada contó que "la ráfaga la percibimos de un momento a otro. Esto no se había visto por acá, por ello el susto fue bien grande pues vimos como volaban latas de zinc por los aires".
Así, efectivos del Cuerpo de Bomberos de la ciudad del río Pudeto, de la recientemente creada Oficina de Emergencia del municipio local y personal de la empresa abastecedora de electricidad en la zona, Saesa, estuvieron trabajando arduamente en los lugares afectados.
Hasta el cierre de esta edición (ocasión en la que ya no había viento), los organismos permanecían en las calles remediando los efectos causados por el fuerte e inusual viento.
Según manifestó Alberto Schwerter, encargado de la Oficina de Emergencia del municipio de Ancud, el sorpresivo hecho climático habría comenzado en las cercanías de la calle San Antonio, a escasos metros del balneario Arena Gruesa, atravesando en forma diagonal los otros tramos.
Se trataría de tromba marina
Las consecuencias de este inusual fenómeno atmosférico golpearon a los habitantes de la puerta norte del Archipiélago. El comandante del Cuerpo de Bomberos de Ancud, Fernando Ortloff, señaló que varios inmuebles se vieron afectados. "Salimos a hacer la inspección visual, colaborando con los vecinos que se vieron afectados de alguna manera", expresó.
En San Antonio dos viviendas resultaron con daños en la techumbre. Unas cuadras más abajo, en San Vicente de Paul, la capilla terminó con el techo completamente volado, además de quebrazones de vidrios en el internado de niñas de la misma entidad.
A pocos metros del hospital, un árbol cayó a un costado de la vía. Algo que se repitió en Almirante Latorre, con la caída de árboles. El tornado, que transitó de norte a sur también echó abajo un galpón y el techo de una casa. Afortunadamente, no se registraron desgracias personales ni lesionados.
Desde Saesa, en tanto, Rodolfo Pérez, explicó que diversas brigadas se abocaron a reponer el servicio en los sitios sin luz .
Alberto Schwerter, de la Oficina de Emergencia de la municipalidad dijo que "esta situación no se había producido desde el año ´56. Podría asociarse a una suerte de calentamiento en el mar, algo así como una tromba marina, pero eso hay que preguntárselo a un experto".
Según la ciencia, ésta es una tormenta giratoria pequeña sobre los océanos o aguas interiores. Ocasionalmente, se mueven tierra adentro y causan algún daño, pero los vientos son menos severos que los de los tornados.
Fuente: La Estrella de Chiloé