Terror causó tóxico regalo
Bomberos debió trabajar con suma cautela para averiguar qué contenían dos tambores. De ellos salía un ruido extraño. Parecía que iban a explosionar.
En la población Julio Almiral de Concepción, anoche, no se sentía volar una mosca; el suspenso en la vecindad era total. "Al vecino le regalaron dos tambores para que se armara unos tachos para la Navidad y Año Nuevo y hoy (ayer) en la tarde se dieron cuenta que de éstos se emanaba un gas. Se sentía como tsssss... como que iba a reventar. Yo fui al patio, e incluso, me dio una picazón", narró Marcelo Acuña.
La casa de él colinda el patio del lugar de la contingencia, ubicado en la esquina de las calles Pelantaro con Central. Una treintena de voluntarios de la Primera, Sexta y Novena compañías bomberiles penquistas llegaron a eso de las 21 horas, momento en que fueron avisados en la central.
Temor vecinal
En el lugar se juntaron cerca de 100 personas, pero se fueron yendo conforme avanzaban las horas. Tampoco se podían acercar demasiado al lugar porque bomberos sectorizó el lugar.
Los voluntarios se retiraron pasada la una de la madrugada. "Mi hijo, por el susto y los nervios vomitó. A ellos los dejé en casa de vecinos", contó Acuña. Cuando se fue Bomberos, la gente comenzó a dormir más tranquila.
Fuente: "CRONICA; 14 De Diciembre de 2007"