Rayo casi mata a familia isleña
IMPACTADOS aún están los vecinos de Agonía tras el fenómeno que destruyó varios de sus artefactos eléctricos y los vidrios de su morada.
"Un verdadero milagro nos salvó", subrayó el operador de una empresa salmonera, Rodrigo Cárcamo, quien se encontraba con su esposa y sus hijas cuando un rayo cayó a un costado de su vivienda. El hecho aconteció en el sector de Las Lajas, Agoní Alto, en Queilen el miércoles a las 19.30 horas, en circunstancia que en Chiloé ocurría una tempestad eléctrica que también dejaba granizadas intermitentes en varios puntos de la provincia.
"El ruido fue como una explosión tremenda", explicó el vecino, indicando que transcurridos los minutos de horror comprobó los daños causados en el inmueble. "Estábamos en la cocina y cuando vino el ruido quedamos a oscuras; una de mis hijas llegó corriendo donde yo estaba y la otra por un segundo no la encontré, así es que fue terrible", relató, a su vez, Nilda Delgado, recordando los llantos y la desesperación del instante.
El rayo impactó directamente en la bodega en la que se almacena herramientas y productos agrícolas. Tijerales y pie derecho del inmueble resultaron dañados, aunque las mayores consecuencias las sufrió el edificio destinado a casa habitación. Vidrios quebrados, empalme y medidor de energía eléctrica resultaron totalmente destruidos. "La loza que estaba en esta repisa, así como las plantas se vinieron todas abajo", narró la dueña de casa
"Vamos a esperar que se hagan las nuevas instalaciones para ver si los artefactos eléctricos están inutilizados", apuntó el jefe de familia, quien ayer no se reponía de la experiencia vivida en medio de la jornada que se caracterizó por los truenos y relámpagos. "Si el rayo cae un poquito más cerca, a esta hora no estamos contando lo que nos pasó", dijo el queilino, no descartando un incendio en el inmueble.
El dueño de casa dio cuenta del hecho a los funcionarios del Retén de Carabineros de la "tierra de los payos", llegando voluntarios del Cuerpo de Bomberos a constatar el suceso que alertó a la comunidad de Agoní, vecindario que ha llegado a la casa de los Cárcamo Delgado a solidarizar con la familia, al igual que funcionarios municipales.
CAPITAL PROVINCIAL
Aunque la jornada de ayer resultó bastante más leve que los pronósticos, el segundo sector de Pedro Montt en Castro padeció en grande las consecuencias del mal tiempo. En ese lugar, hubo inundaciones de dos viviendas, leñeras, bodegas y otras infraestructuras .
En la casa signada con el número 1646, Elena Barría manifestó que su mayor temor era que las bases de su vivienda se resientan producto de algún socavón. Además del inmueble habitacional resultaron afectados un taller de mueblería, un banco aserradero y otras construcciones aledañas.
Similar fue la situación de la residencia numerada 1620 de Amalia Hernández. "Cuando nos dimos cuenta a las 3 de la madrugada, el agua estaba debajo de la casa y el patio completamente inundado", señaló.
La castreña culpó la situación a malos trabajos de canalización de las aguas. "Cuando el Serviu puso los tubos dije que esto no iba a quedar bien", expresó.
Francisco Vargas, encargado comunal de emergencia, explicó que el problema se originó por la obstrucción del agua a las tuberías. "Es complejo, porque en el sector confluyen dos riachuelos y, más encima, los vecinos taparon las tuberías con una gran cantidad de material", manifestó para referirse a los más de 40 cubos de tierra que había extraído una maquinaria municipal que se encontraba trabajando en la solución momentánea del problema.
Fuente: La Estrella de Chiloé
IMPACTADOS aún están los vecinos de Agonía tras el fenómeno que destruyó varios de sus artefactos eléctricos y los vidrios de su morada.
"Un verdadero milagro nos salvó", subrayó el operador de una empresa salmonera, Rodrigo Cárcamo, quien se encontraba con su esposa y sus hijas cuando un rayo cayó a un costado de su vivienda. El hecho aconteció en el sector de Las Lajas, Agoní Alto, en Queilen el miércoles a las 19.30 horas, en circunstancia que en Chiloé ocurría una tempestad eléctrica que también dejaba granizadas intermitentes en varios puntos de la provincia.
"El ruido fue como una explosión tremenda", explicó el vecino, indicando que transcurridos los minutos de horror comprobó los daños causados en el inmueble. "Estábamos en la cocina y cuando vino el ruido quedamos a oscuras; una de mis hijas llegó corriendo donde yo estaba y la otra por un segundo no la encontré, así es que fue terrible", relató, a su vez, Nilda Delgado, recordando los llantos y la desesperación del instante.
El rayo impactó directamente en la bodega en la que se almacena herramientas y productos agrícolas. Tijerales y pie derecho del inmueble resultaron dañados, aunque las mayores consecuencias las sufrió el edificio destinado a casa habitación. Vidrios quebrados, empalme y medidor de energía eléctrica resultaron totalmente destruidos. "La loza que estaba en esta repisa, así como las plantas se vinieron todas abajo", narró la dueña de casa
"Vamos a esperar que se hagan las nuevas instalaciones para ver si los artefactos eléctricos están inutilizados", apuntó el jefe de familia, quien ayer no se reponía de la experiencia vivida en medio de la jornada que se caracterizó por los truenos y relámpagos. "Si el rayo cae un poquito más cerca, a esta hora no estamos contando lo que nos pasó", dijo el queilino, no descartando un incendio en el inmueble.
El dueño de casa dio cuenta del hecho a los funcionarios del Retén de Carabineros de la "tierra de los payos", llegando voluntarios del Cuerpo de Bomberos a constatar el suceso que alertó a la comunidad de Agoní, vecindario que ha llegado a la casa de los Cárcamo Delgado a solidarizar con la familia, al igual que funcionarios municipales.
CAPITAL PROVINCIAL
Aunque la jornada de ayer resultó bastante más leve que los pronósticos, el segundo sector de Pedro Montt en Castro padeció en grande las consecuencias del mal tiempo. En ese lugar, hubo inundaciones de dos viviendas, leñeras, bodegas y otras infraestructuras .
En la casa signada con el número 1646, Elena Barría manifestó que su mayor temor era que las bases de su vivienda se resientan producto de algún socavón. Además del inmueble habitacional resultaron afectados un taller de mueblería, un banco aserradero y otras construcciones aledañas.
Similar fue la situación de la residencia numerada 1620 de Amalia Hernández. "Cuando nos dimos cuenta a las 3 de la madrugada, el agua estaba debajo de la casa y el patio completamente inundado", señaló.
La castreña culpó la situación a malos trabajos de canalización de las aguas. "Cuando el Serviu puso los tubos dije que esto no iba a quedar bien", expresó.
Francisco Vargas, encargado comunal de emergencia, explicó que el problema se originó por la obstrucción del agua a las tuberías. "Es complejo, porque en el sector confluyen dos riachuelos y, más encima, los vecinos taparon las tuberías con una gran cantidad de material", manifestó para referirse a los más de 40 cubos de tierra que había extraído una maquinaria municipal que se encontraba trabajando en la solución momentánea del problema.
Fuente: La Estrella de Chiloé