Víctimas de la “tragedia del humo” siguen vivas en memoria colectiva
El hecho es considerado como el peor en su tipo a nivel mundial, en cuanto a número de víctimas.
El 19 de junio de 1945, a eso de las 6:30 de la mañana, y en medio de un cambio de turno de trabajadores, se produjo un incendio en el pique subterráneo “Teniente C”.
Los tambores de petróleo de una bodega de almacenamiento de materiales, comenzaron a arder y el humo que emitían se propagó rápidamente por el interior de la mina, muchos de los hombres que se encontraban en el lugar no pudieron escapar. Las cifras que se entregaron unos días después fueron lapidarias; 356 personas habían perdido la vida, y 747 resultaron con heridas de diversa consideración.
Conmemorando esta tragedia, que pasó a ser el accidente más grave de la minería chilena y el más costoso en pérdidas humanas de un yacimiento metálico a nivel mundial, cada año se realiza una ceremonia en el cementerio número 2 de Rancagua, en el que participan familiares y amigos de los fallecidos, autoridades de la minería, la banda de los Scout Nº 1 de Sewell, y uno de los mineros que pudo escapar de la catástrofe y salvar su vida.
Alejandro Arias Ortiz, hoy de 90 años, cuenta cómo fue ese día, “el pique estaba rodeado de tambores de 200 litros, con aceite, alquitrán, parafina y grasa. En la mañana cuando íbamos al turno, abrimos el portón de lata y saltó una chispa a un tarro que tenía un guaipe (desechos de tela que sirven para encender fuego), ahí empezó el incendio y se fueron prendiendo todos los tarros”, “Pensé que no iba a alcanzar a salir porque me faltaba la respiración, vi el humo que venía bajando por los campamentos, entonces mojé un pañuelo y me lo puse en la boca, por eso digo que uno tiene un destino yo soy católico y a mí me salvó la virgen. Por eso hoy estoy aquí recordando a los caídos”, recordó Arias.
Ricardo Álvarez, Gerente General Codelco, División El Teniente, tuvo palabras para recordar que “esa mañana fue tan helada como la de hoy, quiero recordar a los nobles trabajadores que dejaron sus vidas laborando en la mina, y saludar a las viudas que hasta el día de hoy se encuentran entre nosotros”.
Además lanzó una idea que posiblemente sea propuesta a las autoridades durante los próximos días, “todos estamos marcados por esa tragedia, por ello queremos instaurar un memorial en el museo de Rancagua, en homenaje a todos los mineros de la región” explicó el dirigente de la productora.
Juan Meneses Campos, vicepresidente del Sindicato Industrial Sewell y Minas, destacó que la ceremonia se realiza cada año y que se ha convertido en algo muy significativo, de paso lanzó una crítica a la regencia de la minera.
“Estamos conmemorando la tragedia del humo, donde murieron 365 personas dentro de la mina, esta ceremonia la realizamos cada año, el sindicato industrial Sewell y Minas no se ha olvidado y no se olvidará jamás de los compañeros caídos. Ellos nos ayudaron a reforzar las medidas de seguridad, porque siempre para los administradores son más importantes las metas de producción que la vida y la seguridad de las personas”.
Fuente: Diario El Rancaguino
El hecho es considerado como el peor en su tipo a nivel mundial, en cuanto a número de víctimas.
El 19 de junio de 1945, a eso de las 6:30 de la mañana, y en medio de un cambio de turno de trabajadores, se produjo un incendio en el pique subterráneo “Teniente C”.
Los tambores de petróleo de una bodega de almacenamiento de materiales, comenzaron a arder y el humo que emitían se propagó rápidamente por el interior de la mina, muchos de los hombres que se encontraban en el lugar no pudieron escapar. Las cifras que se entregaron unos días después fueron lapidarias; 356 personas habían perdido la vida, y 747 resultaron con heridas de diversa consideración.
Conmemorando esta tragedia, que pasó a ser el accidente más grave de la minería chilena y el más costoso en pérdidas humanas de un yacimiento metálico a nivel mundial, cada año se realiza una ceremonia en el cementerio número 2 de Rancagua, en el que participan familiares y amigos de los fallecidos, autoridades de la minería, la banda de los Scout Nº 1 de Sewell, y uno de los mineros que pudo escapar de la catástrofe y salvar su vida.
Alejandro Arias Ortiz, hoy de 90 años, cuenta cómo fue ese día, “el pique estaba rodeado de tambores de 200 litros, con aceite, alquitrán, parafina y grasa. En la mañana cuando íbamos al turno, abrimos el portón de lata y saltó una chispa a un tarro que tenía un guaipe (desechos de tela que sirven para encender fuego), ahí empezó el incendio y se fueron prendiendo todos los tarros”, “Pensé que no iba a alcanzar a salir porque me faltaba la respiración, vi el humo que venía bajando por los campamentos, entonces mojé un pañuelo y me lo puse en la boca, por eso digo que uno tiene un destino yo soy católico y a mí me salvó la virgen. Por eso hoy estoy aquí recordando a los caídos”, recordó Arias.
Ricardo Álvarez, Gerente General Codelco, División El Teniente, tuvo palabras para recordar que “esa mañana fue tan helada como la de hoy, quiero recordar a los nobles trabajadores que dejaron sus vidas laborando en la mina, y saludar a las viudas que hasta el día de hoy se encuentran entre nosotros”.
Además lanzó una idea que posiblemente sea propuesta a las autoridades durante los próximos días, “todos estamos marcados por esa tragedia, por ello queremos instaurar un memorial en el museo de Rancagua, en homenaje a todos los mineros de la región” explicó el dirigente de la productora.
Juan Meneses Campos, vicepresidente del Sindicato Industrial Sewell y Minas, destacó que la ceremonia se realiza cada año y que se ha convertido en algo muy significativo, de paso lanzó una crítica a la regencia de la minera.
“Estamos conmemorando la tragedia del humo, donde murieron 365 personas dentro de la mina, esta ceremonia la realizamos cada año, el sindicato industrial Sewell y Minas no se ha olvidado y no se olvidará jamás de los compañeros caídos. Ellos nos ayudaron a reforzar las medidas de seguridad, porque siempre para los administradores son más importantes las metas de producción que la vida y la seguridad de las personas”.
Fuente: Diario El Rancaguino