[IMGa]http://www.elrancaguino.cl/news/images/bomberis.jpg[/IMGa]- Si bien no cuentan con los recursos necesarios para operar en condiciones óptimas, los voluntarios de las diferentes compañías de la provincia de Cachapoal tienen claro su compromiso con la comunidad; “cuando hay personas o bienes involucrados debemos actuar”.
Por: Alejandra Conejera
Fotos: Marco Lara
Sin lugar a dudas, éste ha sido un 2010 marcado por hechos noticiosos donde los bomberos a nivel regional y nacional han jugado un papel fundamental. Luego de un terremoto y posterior maremoto, fueron los primeros en salir a las calles, ayudando a los damnificados sin importar que, en muchos caos, sus cuarteles estuvieran en el suelo. Hoy siguen en su labor abnegada a pesar que saben que ya comenzó un periodo complicado por los incendios forestales que se presentan con más regularidad.
En el combate de estas emergencias es donde gastan más recursos, debido al considerable desgaste de material, concuerdan los superintendentes de los diferentes Cuerpos de Bomberos Cachapoal. Sin embargo, son claros en señalar que cuando hay personas o bienes involucrados deben actuar, arriesgando su vida por salvar a otro. Un compromiso que quedó demostrado, con un hecho que enlutó a todos los “caballeros del fuego”, luego que el jueves 9 de diciembre falleciera un voluntario de Las Cabras mientras trataba de salvar a dos personas en un incendio forestal.
Tras un 2010 bastante complicado, reconocen que a pesar que año a año los recursos que reciben del estado a través de la junta nacional, de los municipios y de particulares han ido en aumento, no son suficientes y no se condicen con la labor que realizan. En conversación con la mayoría de los cuerpos de bomberos de Cachapoal, nos contaron de su situación y de cómo han podido seguir funcionando sin el apoyo, según aclaran ellos, que merecen tener. Aunque aseguran que no esperan recibir dinero por su labor, sino lo que anhelan es tener los recursos y los equipos necesarios para un mejor combate del fuego y la atención de las víctimas en las diversas emergencias que Bomberos enfrenta.
Superintendente de Coinco, Roberto Cinto Cuadra
“Este año tuvimos más problemas con el terremoto, por ejemplo con nuestro cuartel que, además de tener pocas dependencias, sufrió algunos daños. Tenemos un carro con desperfectos y otro que está funcionando perfectamente. Hemos estado trabajando con lo necesario que nos entrega la Junta Nacional y nuestra municipalidad, lo que nos sirve, principalmente, para el combustible que es fundamental. Estamos postulando a un proyecto para tener un cuartel nuevo hace bastante tiempo, pero por diferentes razones no hemos podido concretarlo. Y la otra dificultad que se ha presentado este año es que hay una escasez de voluntarios”.
Superintendente de Las Cabras, Sergio Morales
“Tenemos una subvención estatal anual como todo cuerpo de bomberos, pero cualquier recurso para el trabajo que realizamos, claramente, es insuficiente. A nosotros nos pertenece la Carretera de la Fruta, donde ocurren a diario bastantes accidentes que requieren de un mayor capital. Además, hemos tenido una serie de incendios forestales, por ejemplo la semana pasada fuimos afectados por uno, donde se quemaron casas y 3 personas fallecieron. Fue una noticia de carácter nacional y lamentablemente, murió uno de nuestros voluntarios. Hay que reconocer que las subvenciones son escasas por la cantidad de salidas que hay y los materiales que se van deteriorando y que debemos ir reponiendo”.
Superintendente de Coltauco, Pablo Vidal
“A nivel regional y comunal está muy presente el tema de los incendios forestales, los cuales generan un aumento en los gastos operacionales como el costo en combustible que, en nuestro caso, supera el 200 por ciento. Nosotros tenemos en promedio un incendio de pastizales por día, sobre todo en Coltauco que es una zona geográfica con bastante forestación. El aporte anual que nos entrega el Estado y la municipalidad nos ayuda bastante, pero igual hacemos beneficios para lograr llegar a fin de año. Sin embargo, el principal problema que tenemos hoy en día es que no contamos con un cuartel, sólo tenemos sala de máquinas y oficinas. Además, en el año 2006 uno de los voluntarios se accidentó en servicio y hay unas facturas pendientes, porque el seguro aún no ha cubierto ese tema. Por ese retraso en el pago, la ACHS nos demandó ante el Juzgado Civil de Rancagua, el que determinó orden de embargo para los bienes inmuebles de la institución. Nosotros habíamos pagado una parte el año pasado, pero ahora llegó otra. No podemos hacer nada, sólo acatar la orden judicial”.
Superintendente de Olivar, María de los Ángeles Bravo
“Los recursos en este momento son escasísimos para costear, por ejemplo, los maquinistas que sólo tenemos de día y no de noche. Es bastante difícil funcionar con normalidad, porque el dinero que recibimos está destinado al combustible y a la reparación de carros, pero siempre todo debe ser restringido. Lo que nos ayuda un poco son las colectas, sin embargo, siempre estamos escasos de recursos. También tenemos problemas operativos como el hecho que en Olivar Bajo no hay grifos y a veces no hay agua en los canales”.
Comandante de Pichidegua, Claudio Rojas
“Tuvimos un incendio muy grande en enero, donde ocupamos gran parte de los recursos y luego se vino el terremoto y se nos cayó un cuartel que había en Pataguas de Cerro. Hoy en día estamos faltos de recursos, porque los dineros estatales nos sirven para el combustible más que nada. Incluso, a veces debemos pedirlo y después pagarlo, porque no somos capaces de costearlo de inmediato”.
Superintendente de Codegua, Miguel León
“Este año hemos estado bastante precarios y golpeados por el tema del terremoto, donde se destruyó el cuartel. Aún no contamos con un lugar donde hacer nuestras reuniones y dejar los carros. Presentamos un proyecto y supuestamente, se comenzaría a construir uno nuevo en marzo. Otro de los problemas importantes que tenemos, es la mantención de los equipos, porque lo que llega desde el Estado no alcanza para proteger a los voluntarios y los vehículos. Esto nos ha generado un gasto muy grande que solamente nosotros hemos asumido. Por acuerdo del Concejo Municipal y la alcaldesa nos entregan una subvención de 4 millones de pesos con lo que logramos pagarle al cuartelero, y esperamos que el próximo año sea lo mismo. Como todos los cuerpos también recibimos recursos de la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos de Chile. Por otra parte, el tema de los incendios forestales también es complicado, por ejemplo el otro día tuvimos uno grande que duró varias horas y ese gasto lo asumimos completamente nosotros. Además, por las malas condiciones del cuartel hemos tenido un descenso en los voluntarios, porque es mucha la incomodidad”.
Superintendente de Doñihue, Patricio Soto
“No tenemos mayores dificultades. Somos cerca de 50 voluntarios repartidos en 2 compañías; una, en Doñihue y otra, en Lo Miranda. Tenemos nuestras unidades de bomba y de transporte relativamente nuevas y en buenas condiciones y capacidad de agua de aproximadamente 10 litros en total. Funcionamos con recursos que nos llega de la Junta Nacional que son fondos de inversiones y operaciones, una subvención de la municipalidad y lo que logramos reunir con actividades propias. El Consejo Municipal hace bastante tiempo que nos considera y este año, por ejemplo, nos entregaron 7 millones de pesos y 3 mil litros de combustible, para todas las unidades. Con eso hemos podido atender las emergencias y abastecer con agua a los sectores donde el municipio no lo ha podido hacer”.
Superintendente de Machalí, Carlos Soto
“Durante los últimos años ha habido un aumento del Estado a través de las subvenciones que nos entrega, pero, claramente, no es suficiente para el funcionamiento de los cuerpos de bomberos. A pesar del terremoto de febrero, hay que dejar en claro que el año lo salvamos bien; hicimos adquisiciones y hace un par de días atrás fuimos a entregar materiales a la 2da. Compañía de Bomberos de Coya por un monto aproximado de 22 millones de pesos. Con el aporte que nos llega desde el municipio y lo que recolectamos con la campaña del sobre, se pudo realizar ese importante aporte. Se podría decir que tenemos cumplidas nuestras necesidades en un 80 por ciento. El problema que se presenta muchas veces es que los vecinos no dan las alarmas a tiempo, sino que nos informan cuando ellos no han podido controlar el siniestro. Por ejemplo, el otro día tuvimos una casa que se quemó completamente y cuando la central recibió la llamada, la vivienda ya había tomado temperatura. Lo otro que nos afecta son los incendios de pastizales, donde se nos van muchos recursos”.
Superintendente de Quinta de Tilcoco, Luis Gálvez Castillo
“Como todos los cuerpos de bomberos estamos sujetos al presupuesto del país y a nuestra Junta Nacional que es quien administra los recursos. Eso es igual de insuficiente para todo el gasto operativo que tenemos como el costo de material y lo que significa equipar a un voluntario que equivale por lo menos a 100 mil pesos. Por este motivo, nunca hemos podido terminar con la colecta del sobre. Siempre a nivel de recursos estamos escasos. Además, se nos complica harto el funcionamiento por los incendios forestales, porque estamos rodeados de cerros complejos como El Manzano por ejemplo. Como nuestra misión es salvar personas y bienes, tenemos que acudir a un incendio forestal cuando ambos están en peligro. Ahora también tenemos otro problema, ya que dependemos de una subvención municipal que queda a criterio del alcalde de turno y no ven a los bomberos como una prioridad política”.
Superintendente de San Vicente de Tagua Tagua, Patricio Lobos
“En cuanto a recursos estamos bien, pero siempre se están necesitando materiales, especialmente después de incendios de gran magnitud que generan un desgaste importante de material. Del municipio recibimos 4 millones y 16 millones de la Junta Nacional, sin embargo, gastamos como 50 millones de pesos en el año tomando en cuenta a las 5 compañías que tenemos. A veces también llega ayuda extraordinaria como los 2 millones y medio que nos entregaron ahora por compañía que corresponde a una subvención especial. Además, nos organizamos para hacer actividades y cubrir el resto del dinero y nos va bastante bien, porque la comunidad es muy cooperadora. Los supermercados locales también nos ayudan con el vuelto de las compras, además de los particulares como los dueños de fundos y empresas como Agrosuper. Al momento de operar no hay grandes dificultades, tal vez puede ser que los pasajes de las poblaciones o los condominios que están construyendo ahora son muy angostos y nos cuesta trabajar, ya que la gente deja los autos estacionados en la calle durante la noche. En el caso de los incendios forestales, trabajamos en conjunto con la Conaf que también nos ha ayudado mucho, por ejemplo, el año pasado nos proporcionó mano de obra por cerca de 2 meses”.
Superintendente de Rancagua, Marcelo Muñoz
“En este momento, la situación en cuanto a recursos no es tan apremiante en comparación con años anteriores. Siempre las necesidades presupuestarias son insuficientes, pero siendo objetivos ha mejorado el déficit. Por una parte, ha aumentado la subvención estatal y por otra, la respuesta de los municipios que durante los últimos 10 años han tomado bastante conciencia de la labor que realizamos. Sin embargo, la Municipalidad de Rancagua con todas las obligaciones económicas que tiene, creo que asignarles 50 millones de pesos a bomberos no lo perjudica mayormente, entonces a veces se priorizan otros recursos y no lo que nosotros merecemos y eso es un poco frustrante. No quiero que sigan pasando desgracias como la que ocurrió en la cárcel de San Miguel, para que afloren las conciencias y se otorguen los recursos cuando ya se han perdido vidas. Los dineros que nos entregan no son para nosotros, porque si entran 10 pesos los tenemos que rendir. Creo que la autoridad es bastante celosa con nuestra institución. Este año hemos asumido compromisos económicos que nunca antes habías tenido, por ejemplo, hay un cuartel que estaba en el suelo y lo hemos levantado poco a poco. Dejando de lado el tema de los recursos, sin lugar a dudas que el problema mayor que existe no está relacionado con lo económico, sino que con la desmotivación del capital humano. Hicimos una encuesta el año pasado porque se pretendía remunerar un cargo importante y de la totalidad de los sufragios, sólo 7 votaron a favor que fuera un trabajo pagado. Tal vez postergamos expectativas profesionales y familiares, pero eso nos da la tranquilidad que estamos haciendo algo por la comunidad”.
Fuente: elrancaguino.cl
Por: Alejandra Conejera
Fotos: Marco Lara
Sin lugar a dudas, éste ha sido un 2010 marcado por hechos noticiosos donde los bomberos a nivel regional y nacional han jugado un papel fundamental. Luego de un terremoto y posterior maremoto, fueron los primeros en salir a las calles, ayudando a los damnificados sin importar que, en muchos caos, sus cuarteles estuvieran en el suelo. Hoy siguen en su labor abnegada a pesar que saben que ya comenzó un periodo complicado por los incendios forestales que se presentan con más regularidad.
En el combate de estas emergencias es donde gastan más recursos, debido al considerable desgaste de material, concuerdan los superintendentes de los diferentes Cuerpos de Bomberos Cachapoal. Sin embargo, son claros en señalar que cuando hay personas o bienes involucrados deben actuar, arriesgando su vida por salvar a otro. Un compromiso que quedó demostrado, con un hecho que enlutó a todos los “caballeros del fuego”, luego que el jueves 9 de diciembre falleciera un voluntario de Las Cabras mientras trataba de salvar a dos personas en un incendio forestal.
Tras un 2010 bastante complicado, reconocen que a pesar que año a año los recursos que reciben del estado a través de la junta nacional, de los municipios y de particulares han ido en aumento, no son suficientes y no se condicen con la labor que realizan. En conversación con la mayoría de los cuerpos de bomberos de Cachapoal, nos contaron de su situación y de cómo han podido seguir funcionando sin el apoyo, según aclaran ellos, que merecen tener. Aunque aseguran que no esperan recibir dinero por su labor, sino lo que anhelan es tener los recursos y los equipos necesarios para un mejor combate del fuego y la atención de las víctimas en las diversas emergencias que Bomberos enfrenta.
Superintendente de Coinco, Roberto Cinto Cuadra
“Este año tuvimos más problemas con el terremoto, por ejemplo con nuestro cuartel que, además de tener pocas dependencias, sufrió algunos daños. Tenemos un carro con desperfectos y otro que está funcionando perfectamente. Hemos estado trabajando con lo necesario que nos entrega la Junta Nacional y nuestra municipalidad, lo que nos sirve, principalmente, para el combustible que es fundamental. Estamos postulando a un proyecto para tener un cuartel nuevo hace bastante tiempo, pero por diferentes razones no hemos podido concretarlo. Y la otra dificultad que se ha presentado este año es que hay una escasez de voluntarios”.
Superintendente de Las Cabras, Sergio Morales
“Tenemos una subvención estatal anual como todo cuerpo de bomberos, pero cualquier recurso para el trabajo que realizamos, claramente, es insuficiente. A nosotros nos pertenece la Carretera de la Fruta, donde ocurren a diario bastantes accidentes que requieren de un mayor capital. Además, hemos tenido una serie de incendios forestales, por ejemplo la semana pasada fuimos afectados por uno, donde se quemaron casas y 3 personas fallecieron. Fue una noticia de carácter nacional y lamentablemente, murió uno de nuestros voluntarios. Hay que reconocer que las subvenciones son escasas por la cantidad de salidas que hay y los materiales que se van deteriorando y que debemos ir reponiendo”.
Superintendente de Coltauco, Pablo Vidal
“A nivel regional y comunal está muy presente el tema de los incendios forestales, los cuales generan un aumento en los gastos operacionales como el costo en combustible que, en nuestro caso, supera el 200 por ciento. Nosotros tenemos en promedio un incendio de pastizales por día, sobre todo en Coltauco que es una zona geográfica con bastante forestación. El aporte anual que nos entrega el Estado y la municipalidad nos ayuda bastante, pero igual hacemos beneficios para lograr llegar a fin de año. Sin embargo, el principal problema que tenemos hoy en día es que no contamos con un cuartel, sólo tenemos sala de máquinas y oficinas. Además, en el año 2006 uno de los voluntarios se accidentó en servicio y hay unas facturas pendientes, porque el seguro aún no ha cubierto ese tema. Por ese retraso en el pago, la ACHS nos demandó ante el Juzgado Civil de Rancagua, el que determinó orden de embargo para los bienes inmuebles de la institución. Nosotros habíamos pagado una parte el año pasado, pero ahora llegó otra. No podemos hacer nada, sólo acatar la orden judicial”.
Superintendente de Olivar, María de los Ángeles Bravo
“Los recursos en este momento son escasísimos para costear, por ejemplo, los maquinistas que sólo tenemos de día y no de noche. Es bastante difícil funcionar con normalidad, porque el dinero que recibimos está destinado al combustible y a la reparación de carros, pero siempre todo debe ser restringido. Lo que nos ayuda un poco son las colectas, sin embargo, siempre estamos escasos de recursos. También tenemos problemas operativos como el hecho que en Olivar Bajo no hay grifos y a veces no hay agua en los canales”.
Comandante de Pichidegua, Claudio Rojas
“Tuvimos un incendio muy grande en enero, donde ocupamos gran parte de los recursos y luego se vino el terremoto y se nos cayó un cuartel que había en Pataguas de Cerro. Hoy en día estamos faltos de recursos, porque los dineros estatales nos sirven para el combustible más que nada. Incluso, a veces debemos pedirlo y después pagarlo, porque no somos capaces de costearlo de inmediato”.
Superintendente de Codegua, Miguel León
“Este año hemos estado bastante precarios y golpeados por el tema del terremoto, donde se destruyó el cuartel. Aún no contamos con un lugar donde hacer nuestras reuniones y dejar los carros. Presentamos un proyecto y supuestamente, se comenzaría a construir uno nuevo en marzo. Otro de los problemas importantes que tenemos, es la mantención de los equipos, porque lo que llega desde el Estado no alcanza para proteger a los voluntarios y los vehículos. Esto nos ha generado un gasto muy grande que solamente nosotros hemos asumido. Por acuerdo del Concejo Municipal y la alcaldesa nos entregan una subvención de 4 millones de pesos con lo que logramos pagarle al cuartelero, y esperamos que el próximo año sea lo mismo. Como todos los cuerpos también recibimos recursos de la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos de Chile. Por otra parte, el tema de los incendios forestales también es complicado, por ejemplo el otro día tuvimos uno grande que duró varias horas y ese gasto lo asumimos completamente nosotros. Además, por las malas condiciones del cuartel hemos tenido un descenso en los voluntarios, porque es mucha la incomodidad”.
Superintendente de Doñihue, Patricio Soto
“No tenemos mayores dificultades. Somos cerca de 50 voluntarios repartidos en 2 compañías; una, en Doñihue y otra, en Lo Miranda. Tenemos nuestras unidades de bomba y de transporte relativamente nuevas y en buenas condiciones y capacidad de agua de aproximadamente 10 litros en total. Funcionamos con recursos que nos llega de la Junta Nacional que son fondos de inversiones y operaciones, una subvención de la municipalidad y lo que logramos reunir con actividades propias. El Consejo Municipal hace bastante tiempo que nos considera y este año, por ejemplo, nos entregaron 7 millones de pesos y 3 mil litros de combustible, para todas las unidades. Con eso hemos podido atender las emergencias y abastecer con agua a los sectores donde el municipio no lo ha podido hacer”.
Superintendente de Machalí, Carlos Soto
“Durante los últimos años ha habido un aumento del Estado a través de las subvenciones que nos entrega, pero, claramente, no es suficiente para el funcionamiento de los cuerpos de bomberos. A pesar del terremoto de febrero, hay que dejar en claro que el año lo salvamos bien; hicimos adquisiciones y hace un par de días atrás fuimos a entregar materiales a la 2da. Compañía de Bomberos de Coya por un monto aproximado de 22 millones de pesos. Con el aporte que nos llega desde el municipio y lo que recolectamos con la campaña del sobre, se pudo realizar ese importante aporte. Se podría decir que tenemos cumplidas nuestras necesidades en un 80 por ciento. El problema que se presenta muchas veces es que los vecinos no dan las alarmas a tiempo, sino que nos informan cuando ellos no han podido controlar el siniestro. Por ejemplo, el otro día tuvimos una casa que se quemó completamente y cuando la central recibió la llamada, la vivienda ya había tomado temperatura. Lo otro que nos afecta son los incendios de pastizales, donde se nos van muchos recursos”.
Superintendente de Quinta de Tilcoco, Luis Gálvez Castillo
“Como todos los cuerpos de bomberos estamos sujetos al presupuesto del país y a nuestra Junta Nacional que es quien administra los recursos. Eso es igual de insuficiente para todo el gasto operativo que tenemos como el costo de material y lo que significa equipar a un voluntario que equivale por lo menos a 100 mil pesos. Por este motivo, nunca hemos podido terminar con la colecta del sobre. Siempre a nivel de recursos estamos escasos. Además, se nos complica harto el funcionamiento por los incendios forestales, porque estamos rodeados de cerros complejos como El Manzano por ejemplo. Como nuestra misión es salvar personas y bienes, tenemos que acudir a un incendio forestal cuando ambos están en peligro. Ahora también tenemos otro problema, ya que dependemos de una subvención municipal que queda a criterio del alcalde de turno y no ven a los bomberos como una prioridad política”.
Superintendente de San Vicente de Tagua Tagua, Patricio Lobos
“En cuanto a recursos estamos bien, pero siempre se están necesitando materiales, especialmente después de incendios de gran magnitud que generan un desgaste importante de material. Del municipio recibimos 4 millones y 16 millones de la Junta Nacional, sin embargo, gastamos como 50 millones de pesos en el año tomando en cuenta a las 5 compañías que tenemos. A veces también llega ayuda extraordinaria como los 2 millones y medio que nos entregaron ahora por compañía que corresponde a una subvención especial. Además, nos organizamos para hacer actividades y cubrir el resto del dinero y nos va bastante bien, porque la comunidad es muy cooperadora. Los supermercados locales también nos ayudan con el vuelto de las compras, además de los particulares como los dueños de fundos y empresas como Agrosuper. Al momento de operar no hay grandes dificultades, tal vez puede ser que los pasajes de las poblaciones o los condominios que están construyendo ahora son muy angostos y nos cuesta trabajar, ya que la gente deja los autos estacionados en la calle durante la noche. En el caso de los incendios forestales, trabajamos en conjunto con la Conaf que también nos ha ayudado mucho, por ejemplo, el año pasado nos proporcionó mano de obra por cerca de 2 meses”.
Superintendente de Rancagua, Marcelo Muñoz
“En este momento, la situación en cuanto a recursos no es tan apremiante en comparación con años anteriores. Siempre las necesidades presupuestarias son insuficientes, pero siendo objetivos ha mejorado el déficit. Por una parte, ha aumentado la subvención estatal y por otra, la respuesta de los municipios que durante los últimos 10 años han tomado bastante conciencia de la labor que realizamos. Sin embargo, la Municipalidad de Rancagua con todas las obligaciones económicas que tiene, creo que asignarles 50 millones de pesos a bomberos no lo perjudica mayormente, entonces a veces se priorizan otros recursos y no lo que nosotros merecemos y eso es un poco frustrante. No quiero que sigan pasando desgracias como la que ocurrió en la cárcel de San Miguel, para que afloren las conciencias y se otorguen los recursos cuando ya se han perdido vidas. Los dineros que nos entregan no son para nosotros, porque si entran 10 pesos los tenemos que rendir. Creo que la autoridad es bastante celosa con nuestra institución. Este año hemos asumido compromisos económicos que nunca antes habías tenido, por ejemplo, hay un cuartel que estaba en el suelo y lo hemos levantado poco a poco. Dejando de lado el tema de los recursos, sin lugar a dudas que el problema mayor que existe no está relacionado con lo económico, sino que con la desmotivación del capital humano. Hicimos una encuesta el año pasado porque se pretendía remunerar un cargo importante y de la totalidad de los sufragios, sólo 7 votaron a favor que fuera un trabajo pagado. Tal vez postergamos expectativas profesionales y familiares, pero eso nos da la tranquilidad que estamos haciendo algo por la comunidad”.
Fuente: elrancaguino.cl