En estado crítico mujer que fue rociada con bencina y quemada por su conviviente
Autor del hecho fue enviado a la cárcel tras ser acusado del delito de parricidio frustrado. Arriesga penas que van entre los 15 y 20 años de cárcel. Bomberos acudió al incidente
Una escalofriante agresión, en el contexto de violencia intrafamiliar, protagonizó ayer un hombre que roció con bencina a su pareja, que tenía un embarazo de 38 semanas, la introdujo a la fuerza en un auto y le prendió fuego.
Hasta ayer en la tarde la mujer permanecía en estado crítico, con un 40 por ciento de su cuerpo quemado, según el informe entregado por el fiscal Eugenio Campos Lucero durante la audiencia de control de detención, donde formalizó a Carlos Elías Muñoz Cárcamo, 25 años de edad, por el delito de parricidio frustrado.
Impactaron, a ratos, los detalles del relato que divulgó el Ministerio Público antes de obtener la prisión preventiva para el único imputado en esta causa. Un sujeto que actualmente cumplía una condena remitida de 3 años (impuesta en agosto del año pasado), por lesiones graves tras una golpiza que propinó a una pareja anterior. Luego, en octubre, recibió otra condena como autor de lesiones menos graves, debiendo cancelar una multa.
MUJER QUEMADA
La grave agresión, que tiene al borde de la muerte a María Gabriela Alvarado Mancilla, de 21 años, comenzó a gestarse ayer, pasada la medianoche, a partir de una discusión suscitada entre ambos, al interior de un vehículo (un Chevrolet Opala, Diplomata), encontrándose estacionados en calle Eusebio Lillo, a la altura del Nº 680.
La conviviente, que presentaba un avanzado estado de embarazo, en un momento de ofuscación se bajó del vehículo. Pero fue seguida por Muñoz, y a la fuerza la volvió a meter al auto. Una vez dentro, sacó del asiento trasero un pequeño bidón con bencina, rociando con éste las vestimentas de la mujer para luego, sin piedad, encenderle fuego.
Mientras el auto se incendiaba el sujeto se corrió a un lado. Otras personas que fueron testigos de lo sucedido salieron en auxilio. Incluso un vecino habría tomado una frazada al ver a una persona en llamas.
Luego Muñoz, pese a las graves quemaduras de la mujer, caminó con ella hasta la casa de una prima. Esta, Margarita Cárcamo Cárcamo, declaró a personal de la Sección de Investigaciones Policial (Sip) de Carabineros que en la madrugada tocaron a su puerta y que al abrir se encontró con su primo Carlos Muñoz quien le dijo que había chocado y que su pareja se encontraba muy mal. Al salir observó que la mujer venía caminando, con su rostro y cuerpo quemados.
En esos momentos, “cuan-do mi primo salió rumbo a la casa de mi tío José, María me confesó, llorando, que Carlos la había agredido, que la metió al auto y que le arrojó bencina para luego encenderle fuego”, declaró la testigo. Posteriormente, Muñoz le pidió a su prima guardar la ropa de la víctima, la cual se encontraba impregnada en combustible.
Tras escuchar este relato llamaron a personal del Samu, que fue a buscar a la joven quemada a este domicilio, trasladando a la víctima al Servicio de Urgencias del Hospital de la Fuerzas Armadas. Allí, a las 3 de la mañana, el médico de turno, Javier Pizarro Troncoso, apoyado por el mismo personal del Samu, le practicó a la mujer una cesárea de urgencia para salvar la vida del bebé.
Esto explica que al llegar Bomberos al lugar del incidente, a sofocar las llamas, no encontraran a nadie al interior del vehículo.
CONFESION
En la confesión prestada al fiscal Campos, Carlos Muñoz admitió que momentos antes del incidente estuvo bebiendo en compañía de su cuñado (hermano de la víctima), regresando cerca de la medianoche a su domicilio. En este caso, la casa de los padres de la joven María Alvarado.
El mismo estado de embarazo la llevó a enrostrarle la tardía llegada. Y para que nadie de la familia escuchara la discusión, el sujeto la invitó a conversar afuera, ingresando ambos al auto que condujo Muñoz Cárcamo hasta las cercanías de Eusebio Lillo, a escasos metros del cauce del río de las Minas.
“Decidí mandar todo a la m... Tanto la vida y el embarazo. Estuvimos conversando y en un momento decidí quitarnos la vida. Y como recordé que siempre ando trayendo un bidón de combustible, en el asiento trasero, lo saqué y rocié las ropas de María y las mías. Encendí un fósforo, tomó fuego y agarró los asientos y a ella. Yo me alcancé a echar para atrás y para el lado. Luego abrí la puerta y salí. Después traté de sacar a la María. Pero la embarrada ya estaba hecha”.
Según su relato, le dijo a su pareja que esperaran la ambulancia, a lo que se habría negado. “Entonces nos fuimos del sector, caminando hasta calle Manuel Aguilar, a la parcela Nº 5 (a unas dos cuadras y media del incidente), donde contó que habían chocado, “pero en realidad no era efectivo, porque yo le prendí fuego y se quemó la María”.
Los contundentes antecedentes que presentó el Ministerio Público, principalmente el testimonio de varias personas, como la misma confesión del imputado, llevaron al abogado defensor, Jaime Obando, a no oponerse a la prisión preventiva que solicitó el fiscal.
El juez Jaime Alvarez Astete accedió a la petición y determinó un plazo de 60 días para el cierre de la investigación.
Gravedad de quemaduras obligaron a rápido traslado a la capital
El complicado cuadro médico de María Gabriela Alvarado Mancilla determinó su traslado a la clínica Indisa en Santiago.
La mujer embarazada recibió las primeras atenciones en el Hospital Regional, pero la falta de camas en la Uci hizo que fuera derivada al Hospital de las Fuerzas Armadas, gracias a un convenio de cooperación entre ambas instituciones.
A las dos de la madrugada de ayer la joven fue ingresada a la Unidad de Cuidados Intensivos del centro hospitalario con el 40% del cuerpo quemado (superficie corporal) y quemaduras en las vías aéreas.
Para evitar mayores complicaciones, los médicos del centro asistencial, junto con personal del Samu, realizaron una cesárea de urgencia. La joven dio a luz a un niña, la que debió ser trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica del Hospital Regional, donde permanece conectada a ventilador mecánico. “Ya que a la mamá hubo que sedarla para intubarla y darle respiración mecánica, la guagua nació con deficiencia respiratoria producto de las drogas que tiene la mamá. La idea es que una vez que metabolice las drogas, le retiren la ventilación”, señaló la médico de turno del Hospital de las Fuerzas Armadas, Ximena Gómez.
Sobre el estado de salud de la recién nacida la subdirectora médico del Hospital Regional, María Cristina Díaz, indicó que ayer permanecía estable en la Uci y se esperaba una evolución favorable.
En tanto, para la madre se gestionó un cupo en la clínica Indisa de la capital. La doctora Gómez señaló que la joven tiene un cuadro muy grave y por eso era necesario su rápido traslado. “Lo que viene después de las primeras horas es lo más grave. Son todas las complicaciones posteriores a las quemaduras que son la falla renal, neumonía por la ventilación, más las complicaciones de vía aérea. Mientras más nos demoremos, menos posibilidades tenemos de trasladarla”.
MADRE DE LA VICTIMA
En el Hospital de las Fuerzas Armadas se vivieron ayer difíciles momentos cuando la familia de María Gabriela se encontró con los familiares del agresor, quienes, al parecer querían conocer el estado de salud de la víctima.
Daniela Mancilla, madre de la víctima, supo de los hechos recién pasado el mediodía.
Al dolor y la pena de la mujer se sumó la indignación de ver a la familia de la pareja de su hija. Por eso solicitó que fueran expulsados del hospital. En ese momento se produjo un altercado que motivó la presencia de Carabineros en el lugar.
La madre señaló que su hija ya había sido víctima de violencia por parte de su pareja y que sabía que el hombre tenía una condena anterior por agredir a otra mujer, a la que dejó con el 75% de su rostro con heridas.
El avión ambulancia de la empresa Aerocardal que vino a buscar a la paciente, despegó de Punta Arenas pasadas las 23,30 horas de anoche con destino a la capital. La joven madre abandonó el hospital en condición estable, sin que su situación de gravedad haya variado mayormente.
Testigo: “escuché cuando la joven le pedía que no lo hiciera”
Uno de los testigos, J.A.R., que la noche del incidente se encontraba conversando con su mujer P.C.N., y su suegra, dio cuenta que frente a su domicilio sintió ruidos, como el cierre de puertas de un auto.
Al salir a mirar por la puerta principal de la casa, pudo percatarse de que una pareja se encontraba discutiendo al interior de un vehículo.
“Pude ver que un hombre, a viva fuerza ingresaba a una mujer al interior de un vehículo. Ella se negaba y luego el hombre sacó un bidón. Escuché cuando la mujer le pedía que no lo hiciera. En esos momentos ingresé a mi domicilio a llamar al 133 de Carabineros, mientras mi suegra seguía observando lo que estaba pasando. La línea estaba ocupada y no podía comunicarme con ellos, hasta que después lo conseguí. Mi suegra, que seguía mirando, me gritó que el hombre había incendiado el auto. Yo salí corriendo, a unos 25 metros de distancia, para auxiliar a la mujer. Al llegar la encontré en el suelo, a unos 6 metros del vehículo. Presentaba quemaduras en todo su tórax. En esos instantes le dije al sujeto que no se acercara, y él me respondía que llamara a Carabineros. Mi esposa llegó con toallas, auxiliando a la mujer y tratando de apagar las llamas”.
Las declaraciones tanto del testigo como de su cónyuge formuladas a la policía, son plenamente coincidentes y dan a conocer el impacto y susto que le causó este hecho.
30 mujeres han muerto a manos de sus parejas
La ministra del Sernam, Laura Albornoz, reiteró su llamado a tomar mayor conciencia sobre los homicidios de féminas, a raíz de la violación y asesinato de una joven de 17 años en Puerto Montt.
En lo que va de 2007 ya han muerto 30 mujeres a manos de sus parejas, luego que el pasado lunes dejara de existir en Puerto Montt Juanita Maldonado Alvarado, de 17 años, quien fue violada y asesinada, presuntamente por un conocido.
Ante esto, la ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), llamó a “reposicionar los temas donde de verdad tienen que estar”, ante “este dolor nacional que nos afecta”.
“La delincuencia que nos duele es la muerte de mujeres asesinadas por sus parejas”, indicó ayer la ministra, en un encuentro con vecinas de la comuna de San Ramón, en la capital.
“Ustedes nos han visto en los medios de comunicación. Hemos trabajado porque éste ha sido el tema prioritario de la Presidenta (Michelle) Bachelet desde que asumió”, agregó.
Por su parte, la Mandataria señaló que el gobierno trabaja para dar mayor protección a las mujeres, e insistió que prevenir la violencia de género es un tema “de todos”.
Fuente: La Prensa Austral
Autor del hecho fue enviado a la cárcel tras ser acusado del delito de parricidio frustrado. Arriesga penas que van entre los 15 y 20 años de cárcel. Bomberos acudió al incidente
Una escalofriante agresión, en el contexto de violencia intrafamiliar, protagonizó ayer un hombre que roció con bencina a su pareja, que tenía un embarazo de 38 semanas, la introdujo a la fuerza en un auto y le prendió fuego.
Hasta ayer en la tarde la mujer permanecía en estado crítico, con un 40 por ciento de su cuerpo quemado, según el informe entregado por el fiscal Eugenio Campos Lucero durante la audiencia de control de detención, donde formalizó a Carlos Elías Muñoz Cárcamo, 25 años de edad, por el delito de parricidio frustrado.
Impactaron, a ratos, los detalles del relato que divulgó el Ministerio Público antes de obtener la prisión preventiva para el único imputado en esta causa. Un sujeto que actualmente cumplía una condena remitida de 3 años (impuesta en agosto del año pasado), por lesiones graves tras una golpiza que propinó a una pareja anterior. Luego, en octubre, recibió otra condena como autor de lesiones menos graves, debiendo cancelar una multa.
MUJER QUEMADA
La grave agresión, que tiene al borde de la muerte a María Gabriela Alvarado Mancilla, de 21 años, comenzó a gestarse ayer, pasada la medianoche, a partir de una discusión suscitada entre ambos, al interior de un vehículo (un Chevrolet Opala, Diplomata), encontrándose estacionados en calle Eusebio Lillo, a la altura del Nº 680.
La conviviente, que presentaba un avanzado estado de embarazo, en un momento de ofuscación se bajó del vehículo. Pero fue seguida por Muñoz, y a la fuerza la volvió a meter al auto. Una vez dentro, sacó del asiento trasero un pequeño bidón con bencina, rociando con éste las vestimentas de la mujer para luego, sin piedad, encenderle fuego.
Mientras el auto se incendiaba el sujeto se corrió a un lado. Otras personas que fueron testigos de lo sucedido salieron en auxilio. Incluso un vecino habría tomado una frazada al ver a una persona en llamas.
Luego Muñoz, pese a las graves quemaduras de la mujer, caminó con ella hasta la casa de una prima. Esta, Margarita Cárcamo Cárcamo, declaró a personal de la Sección de Investigaciones Policial (Sip) de Carabineros que en la madrugada tocaron a su puerta y que al abrir se encontró con su primo Carlos Muñoz quien le dijo que había chocado y que su pareja se encontraba muy mal. Al salir observó que la mujer venía caminando, con su rostro y cuerpo quemados.
En esos momentos, “cuan-do mi primo salió rumbo a la casa de mi tío José, María me confesó, llorando, que Carlos la había agredido, que la metió al auto y que le arrojó bencina para luego encenderle fuego”, declaró la testigo. Posteriormente, Muñoz le pidió a su prima guardar la ropa de la víctima, la cual se encontraba impregnada en combustible.
Tras escuchar este relato llamaron a personal del Samu, que fue a buscar a la joven quemada a este domicilio, trasladando a la víctima al Servicio de Urgencias del Hospital de la Fuerzas Armadas. Allí, a las 3 de la mañana, el médico de turno, Javier Pizarro Troncoso, apoyado por el mismo personal del Samu, le practicó a la mujer una cesárea de urgencia para salvar la vida del bebé.
Esto explica que al llegar Bomberos al lugar del incidente, a sofocar las llamas, no encontraran a nadie al interior del vehículo.
CONFESION
En la confesión prestada al fiscal Campos, Carlos Muñoz admitió que momentos antes del incidente estuvo bebiendo en compañía de su cuñado (hermano de la víctima), regresando cerca de la medianoche a su domicilio. En este caso, la casa de los padres de la joven María Alvarado.
El mismo estado de embarazo la llevó a enrostrarle la tardía llegada. Y para que nadie de la familia escuchara la discusión, el sujeto la invitó a conversar afuera, ingresando ambos al auto que condujo Muñoz Cárcamo hasta las cercanías de Eusebio Lillo, a escasos metros del cauce del río de las Minas.
“Decidí mandar todo a la m... Tanto la vida y el embarazo. Estuvimos conversando y en un momento decidí quitarnos la vida. Y como recordé que siempre ando trayendo un bidón de combustible, en el asiento trasero, lo saqué y rocié las ropas de María y las mías. Encendí un fósforo, tomó fuego y agarró los asientos y a ella. Yo me alcancé a echar para atrás y para el lado. Luego abrí la puerta y salí. Después traté de sacar a la María. Pero la embarrada ya estaba hecha”.
Según su relato, le dijo a su pareja que esperaran la ambulancia, a lo que se habría negado. “Entonces nos fuimos del sector, caminando hasta calle Manuel Aguilar, a la parcela Nº 5 (a unas dos cuadras y media del incidente), donde contó que habían chocado, “pero en realidad no era efectivo, porque yo le prendí fuego y se quemó la María”.
Los contundentes antecedentes que presentó el Ministerio Público, principalmente el testimonio de varias personas, como la misma confesión del imputado, llevaron al abogado defensor, Jaime Obando, a no oponerse a la prisión preventiva que solicitó el fiscal.
El juez Jaime Alvarez Astete accedió a la petición y determinó un plazo de 60 días para el cierre de la investigación.
Gravedad de quemaduras obligaron a rápido traslado a la capital
El complicado cuadro médico de María Gabriela Alvarado Mancilla determinó su traslado a la clínica Indisa en Santiago.
La mujer embarazada recibió las primeras atenciones en el Hospital Regional, pero la falta de camas en la Uci hizo que fuera derivada al Hospital de las Fuerzas Armadas, gracias a un convenio de cooperación entre ambas instituciones.
A las dos de la madrugada de ayer la joven fue ingresada a la Unidad de Cuidados Intensivos del centro hospitalario con el 40% del cuerpo quemado (superficie corporal) y quemaduras en las vías aéreas.
Para evitar mayores complicaciones, los médicos del centro asistencial, junto con personal del Samu, realizaron una cesárea de urgencia. La joven dio a luz a un niña, la que debió ser trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica del Hospital Regional, donde permanece conectada a ventilador mecánico. “Ya que a la mamá hubo que sedarla para intubarla y darle respiración mecánica, la guagua nació con deficiencia respiratoria producto de las drogas que tiene la mamá. La idea es que una vez que metabolice las drogas, le retiren la ventilación”, señaló la médico de turno del Hospital de las Fuerzas Armadas, Ximena Gómez.
Sobre el estado de salud de la recién nacida la subdirectora médico del Hospital Regional, María Cristina Díaz, indicó que ayer permanecía estable en la Uci y se esperaba una evolución favorable.
En tanto, para la madre se gestionó un cupo en la clínica Indisa de la capital. La doctora Gómez señaló que la joven tiene un cuadro muy grave y por eso era necesario su rápido traslado. “Lo que viene después de las primeras horas es lo más grave. Son todas las complicaciones posteriores a las quemaduras que son la falla renal, neumonía por la ventilación, más las complicaciones de vía aérea. Mientras más nos demoremos, menos posibilidades tenemos de trasladarla”.
MADRE DE LA VICTIMA
En el Hospital de las Fuerzas Armadas se vivieron ayer difíciles momentos cuando la familia de María Gabriela se encontró con los familiares del agresor, quienes, al parecer querían conocer el estado de salud de la víctima.
Daniela Mancilla, madre de la víctima, supo de los hechos recién pasado el mediodía.
Al dolor y la pena de la mujer se sumó la indignación de ver a la familia de la pareja de su hija. Por eso solicitó que fueran expulsados del hospital. En ese momento se produjo un altercado que motivó la presencia de Carabineros en el lugar.
La madre señaló que su hija ya había sido víctima de violencia por parte de su pareja y que sabía que el hombre tenía una condena anterior por agredir a otra mujer, a la que dejó con el 75% de su rostro con heridas.
El avión ambulancia de la empresa Aerocardal que vino a buscar a la paciente, despegó de Punta Arenas pasadas las 23,30 horas de anoche con destino a la capital. La joven madre abandonó el hospital en condición estable, sin que su situación de gravedad haya variado mayormente.
Testigo: “escuché cuando la joven le pedía que no lo hiciera”
Uno de los testigos, J.A.R., que la noche del incidente se encontraba conversando con su mujer P.C.N., y su suegra, dio cuenta que frente a su domicilio sintió ruidos, como el cierre de puertas de un auto.
Al salir a mirar por la puerta principal de la casa, pudo percatarse de que una pareja se encontraba discutiendo al interior de un vehículo.
“Pude ver que un hombre, a viva fuerza ingresaba a una mujer al interior de un vehículo. Ella se negaba y luego el hombre sacó un bidón. Escuché cuando la mujer le pedía que no lo hiciera. En esos momentos ingresé a mi domicilio a llamar al 133 de Carabineros, mientras mi suegra seguía observando lo que estaba pasando. La línea estaba ocupada y no podía comunicarme con ellos, hasta que después lo conseguí. Mi suegra, que seguía mirando, me gritó que el hombre había incendiado el auto. Yo salí corriendo, a unos 25 metros de distancia, para auxiliar a la mujer. Al llegar la encontré en el suelo, a unos 6 metros del vehículo. Presentaba quemaduras en todo su tórax. En esos instantes le dije al sujeto que no se acercara, y él me respondía que llamara a Carabineros. Mi esposa llegó con toallas, auxiliando a la mujer y tratando de apagar las llamas”.
Las declaraciones tanto del testigo como de su cónyuge formuladas a la policía, son plenamente coincidentes y dan a conocer el impacto y susto que le causó este hecho.
30 mujeres han muerto a manos de sus parejas
La ministra del Sernam, Laura Albornoz, reiteró su llamado a tomar mayor conciencia sobre los homicidios de féminas, a raíz de la violación y asesinato de una joven de 17 años en Puerto Montt.
En lo que va de 2007 ya han muerto 30 mujeres a manos de sus parejas, luego que el pasado lunes dejara de existir en Puerto Montt Juanita Maldonado Alvarado, de 17 años, quien fue violada y asesinada, presuntamente por un conocido.
Ante esto, la ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), llamó a “reposicionar los temas donde de verdad tienen que estar”, ante “este dolor nacional que nos afecta”.
“La delincuencia que nos duele es la muerte de mujeres asesinadas por sus parejas”, indicó ayer la ministra, en un encuentro con vecinas de la comuna de San Ramón, en la capital.
“Ustedes nos han visto en los medios de comunicación. Hemos trabajado porque éste ha sido el tema prioritario de la Presidenta (Michelle) Bachelet desde que asumió”, agregó.
Por su parte, la Mandataria señaló que el gobierno trabaja para dar mayor protección a las mujeres, e insistió que prevenir la violencia de género es un tema “de todos”.
Fuente: La Prensa Austral