Puerto Montt: El funesto incendio de calle Los Leones

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27 Oct 2006
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El funesto incendio de calle Los Leones
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Aproximadamente a las 0.45 horas del domingo 4 de julio de 1971, se desencadenó un violento incendio, que en un tiempo muy breve, consumió totalmente una vivienda ubicada en la ladera norte de calle Los Leones de la población Lintz. Bomberos, que se constituyó rápidamente en el sitio siniestrado, nada pudo hacer para una eficaz extinción del fuego, debido a la insuficiente presión del agua y a lo irregular del terreno, que hizo peligrar el volcamiento de dos de sus carros.

En consecuencia, su labor debió circunscribirse a impedir que el fuego se propagara a las casas vecinas, sin que tampoco le fuera posible llevar a efecto el rescate de los ocupantes del inmueble, no obstante el esfuerzo desplegado.

Una vez dominadas las llamas y con orden del magistrado de turno, se procedió a la remoción de los escombros y levantamiento de los nueve cadáveres que constituían la totalidad de quienes ocupaban la vivienda siniestrada: María Vivar Alvarado, de 90 años; Irene Caucamán Coliboro, de 37 años; los hermanitos Vivar Caucamán: Mario, de 12 años; Bernarda, de 7; José, de 5; David, de 4; Moisés, de 3 años y Pablo de 8 meses, más la menor Isabel Zayala Zayala, que posiblemente se encontraba de visita en la fatídica casa habitación.

Por extraña paradoja del destino, se salvó de esta catástrofe el jefe de hogar Herminio Vivar Pérez, que se encontraba en Santiago en espera de su hospitalización para ser sometido a una intervención quirúrgica y que tomó conocimiento de la infausta noticia por intermedio de la radioestación de Carabineros.

El día 5, al ser retirados los cuerpos desde el Instituto Médico Legal, fueron depositados en urnas entregadas por la Intendencia Provincial, en virtud de gestiones personales del dinámico intendente Alfredo Fuchslocher y trasladados hasta el cuartel de la 7ª Compañía de Bomberos, donde se procedió a su velatorio.

Sobreviviente

El único sobreviviente de la tragedia, Herminio Vivar, llegó en el tren del mediodía del mismo 5 de julio y personal médico se vio en la necesidad de suministrarle calmantes en varias oportunidades, con el objeto de obtener su desplazamiento como él lo deseaba.

El periodista Darío Toloza Paredes, en la edición del Diario "El Llanquihue", del día 7, en una crónica cuajada de emoción, consigna: "En una tarde cargada de lluvia, tal como ocurriera aquella noche en que se abrazaron con la muerte, se efectuaron en la tarde de ayer, en el Cementerio General, los funerales de las nueve víctimas de la tragedia. El cortejo inició su fúnebre marcha minutos después de las 14.00 horas desde el Cuartel de la 7ª Compañía en tres carros bombas, para llegar a la Iglesia Catedral, donde fueron despedidos por el administrador apostólico de la Arquidiócesis monseñor Jorge Hurton".

"Las naves y pasillos del templo se encontraban repletos de público y las urnas fueron colocadas frente al Altar Mayor. Al lado de ellas, permaneció el hijo, esposo y padre de las víctimas, con el rostro inescrutable y la mirada fija en los ataúdes que contenían los restos de sus seres queridos".

"Al finalizar el santo oficio, a las 15.35 horas, los restos de las víctimas fueron embarcados en los mismos carros bomba, para ser conducidas hasta el campo santo".

"En la necrópolis, despidieron los restos un representante de la Junta de Vecinos del sector, un pastor evangélico y finalmente, bendijo la "tumba familiar" monseñor Hurton".

Hasta aquí, esta fragmentada y muy sintetizada narración de uno de los acontecimientos más funestos, que ha conmovido a Puerto Montt y la zona.

Generalmente resulta inconfortable revivir episodios tan dolorosos, por la evocación retrospectiva que necesariamente repercute en la mente de los deudos, pero cuando tales acontecimientos constituyen verdaderos hitos en la historia local o regional y que por lo tanto, se transforman en efemérides trascendentes, hace imperativo que se perpetúen en el tiempo y que las generaciones futuras los conozcan y recuerden.

Fuente: Diario El Llanquihue