Sólo un milagro salvó a profesor
Raúl Navarrete, de 70 años, cuenta que volvió a la vida tras protagonizar increíble accidente, gracias a su gente.
Mientras millones de chilenos sufrían frente al televisor, hace un par de semanas, con el partido entre Chile y Argentina por las Eliminatorias para Sudáfrica 2010, en Futaleufú, el ex profesor de Educación Física de la escuela de esa localidad, Raúl Navarrete, salió a pescar en el sector Remanso de los Reyes, de Río Chico.
"Cuando noté que comenzó a oscurecer, cerca de las 20 horas, quise regresar, pero no encontré el camino, así que avancé orientado por el río. Así pasaron dos horas, en la oscuridad, sin encontrar la salida, hasta que fui a dar a un risco, donde no se sujetan ni los animales y caí parado en una grieta, de 10 metros de largo por 4 de alto, cargado con todos mis implementos de pesca". Pensó en pasar ahí la noche, pero finalmente decidió salir de la grieta, porque sabía que en ese lugar sería más difícil encontrarlo.
"Lamentablemente, la dirección que tomé me llevó a una bajada, donde resbalé y seguí cayendo sentado, como en un tobogán, con mucha piedra suelta y sin tener dónde sujetarme. Como iba agarrando vuelo, no me quedó otra que esperar lo que viniera, hasta que choqué en algo grueso que me levantó en el aire y en ese momento me despedí de este mundo. Para mi sorpresa, pasé sobre las rocas y caí en el río". Nadó hasta la orilla y se sentó sobre una roca, "sujeto como gato y mojado hasta las orejas". Como estaba oscuro y no tenía por dónde avanzar, volvió a tirarse al agua, porque su mochila funcionó como flotador. "Pero la corriente me hizo volver y tuve que encaramarme en la piedra, en un pequeño espacio y esperar".
Desde ahí vio las luces de la gente que lo buscaba, pero no lo escuchaban por el sonido del río. Por eso inmensa fue su alegría cuando Nelsa Pineda lo escuchó cerca de la medianoche y se lo comunicó a los carabineros, a cargo del mayor Ramiro Martínez, y a los bomberos del sector, dirigidos por el superintendente Elías Cheuquelaf. Pese a sus esfuerzos y por lo inaccesible del lugar, sólo el rescatista norteamericano Mith Sasser pudo descender hasta donde estaba. "Llegó justo cuando estaba por soltarme, así que me puso unos arneses y me subieron entre aplausos".
Fuente: Diario El Llanquihue
Raúl Navarrete, de 70 años, cuenta que volvió a la vida tras protagonizar increíble accidente, gracias a su gente.
Mientras millones de chilenos sufrían frente al televisor, hace un par de semanas, con el partido entre Chile y Argentina por las Eliminatorias para Sudáfrica 2010, en Futaleufú, el ex profesor de Educación Física de la escuela de esa localidad, Raúl Navarrete, salió a pescar en el sector Remanso de los Reyes, de Río Chico.
"Cuando noté que comenzó a oscurecer, cerca de las 20 horas, quise regresar, pero no encontré el camino, así que avancé orientado por el río. Así pasaron dos horas, en la oscuridad, sin encontrar la salida, hasta que fui a dar a un risco, donde no se sujetan ni los animales y caí parado en una grieta, de 10 metros de largo por 4 de alto, cargado con todos mis implementos de pesca". Pensó en pasar ahí la noche, pero finalmente decidió salir de la grieta, porque sabía que en ese lugar sería más difícil encontrarlo.
"Lamentablemente, la dirección que tomé me llevó a una bajada, donde resbalé y seguí cayendo sentado, como en un tobogán, con mucha piedra suelta y sin tener dónde sujetarme. Como iba agarrando vuelo, no me quedó otra que esperar lo que viniera, hasta que choqué en algo grueso que me levantó en el aire y en ese momento me despedí de este mundo. Para mi sorpresa, pasé sobre las rocas y caí en el río". Nadó hasta la orilla y se sentó sobre una roca, "sujeto como gato y mojado hasta las orejas". Como estaba oscuro y no tenía por dónde avanzar, volvió a tirarse al agua, porque su mochila funcionó como flotador. "Pero la corriente me hizo volver y tuve que encaramarme en la piedra, en un pequeño espacio y esperar".
Desde ahí vio las luces de la gente que lo buscaba, pero no lo escuchaban por el sonido del río. Por eso inmensa fue su alegría cuando Nelsa Pineda lo escuchó cerca de la medianoche y se lo comunicó a los carabineros, a cargo del mayor Ramiro Martínez, y a los bomberos del sector, dirigidos por el superintendente Elías Cheuquelaf. Pese a sus esfuerzos y por lo inaccesible del lugar, sólo el rescatista norteamericano Mith Sasser pudo descender hasta donde estaba. "Llegó justo cuando estaba por soltarme, así que me puso unos arneses y me subieron entre aplausos".
Fuente: Diario El Llanquihue