Pensionado perdió su casa en incendio
Un pensionado de 86 años de edad, que vivía solo, sufrió, ayer en la tarde, la destrucción casi total de su vivienda, ubicada en calle Francisco Antonio Pinto Nº 075, esquina Prat.
Las causas del incendio se investigan, aunque se presume que en una de las tantas habitaciones el dueño de casa habría dejado algo encendido, de lo cual no se percató hasta que las llamas ya tenían tomada toda la vivienda.
Juan Alberto Serón dijo que se encontraba tomando una taza de café cuando sintió un fuerte olor a humo, y en cosa de segundos el fuego ya destruía todo.
Más de 50 voluntarios combatieron el siniestro, debiendo a ratos desplegar una intensa labor para evitar que las llamas pasaran a viviendas cercanas. Tanto al interior de la casa afectada como en el patio se guardaba mucho material destinado a la carpintería y secado de madera.
“Afortunadamente controlamos rápido el fuego, de lo contrario la situación se hubiese tornado muy complicada, por las dimensiones de la propiedad, una casa esquina”, admitió el tercer comandante del Cuerpo de Bomberos, Osvaldo Barrientos.
Al interior de las piezas guardaba mucha madera, lo que se tradujo en una mayor combustión. Las llamas y el humo se veían de lejos.
Voluntarios de la Primera, Cuarta, Sexta y Octava compañías trabajaron en la extinción de las llamas.
Un nieto del afectado, Ricardo Sánchez, dijo que llevaría a su abuelo a vivir a su casa, porque perdió todo sus enseres, quedándose únicamente con lo puesto.
La central de los Bomberos recibió el llamado de emergencia a las cinco y media de la tarde. A las 19 horas se retiraron los últimos voluntarios.
Fuente: La Prensa Austral
Un pensionado de 86 años de edad, que vivía solo, sufrió, ayer en la tarde, la destrucción casi total de su vivienda, ubicada en calle Francisco Antonio Pinto Nº 075, esquina Prat.
Las causas del incendio se investigan, aunque se presume que en una de las tantas habitaciones el dueño de casa habría dejado algo encendido, de lo cual no se percató hasta que las llamas ya tenían tomada toda la vivienda.
Juan Alberto Serón dijo que se encontraba tomando una taza de café cuando sintió un fuerte olor a humo, y en cosa de segundos el fuego ya destruía todo.
Más de 50 voluntarios combatieron el siniestro, debiendo a ratos desplegar una intensa labor para evitar que las llamas pasaran a viviendas cercanas. Tanto al interior de la casa afectada como en el patio se guardaba mucho material destinado a la carpintería y secado de madera.
“Afortunadamente controlamos rápido el fuego, de lo contrario la situación se hubiese tornado muy complicada, por las dimensiones de la propiedad, una casa esquina”, admitió el tercer comandante del Cuerpo de Bomberos, Osvaldo Barrientos.
Al interior de las piezas guardaba mucha madera, lo que se tradujo en una mayor combustión. Las llamas y el humo se veían de lejos.
Voluntarios de la Primera, Cuarta, Sexta y Octava compañías trabajaron en la extinción de las llamas.
Un nieto del afectado, Ricardo Sánchez, dijo que llevaría a su abuelo a vivir a su casa, porque perdió todo sus enseres, quedándose únicamente con lo puesto.
La central de los Bomberos recibió el llamado de emergencia a las cinco y media de la tarde. A las 19 horas se retiraron los últimos voluntarios.
Fuente: La Prensa Austral