Madre arrancó del fuego con sus 4 hijos
La madrugada del 18 de septiembre será inolvidable para Sandra Vargas y sus 4 hijos. Cerca de las 3 de la madrugada despertó en su habitación la que estaba envuelta en llamas. En medio del fuego, ella y uno de sus hijos lograron, no sabe cómo, escapar.
Con la confusión ni siquiera sabía dónde estaba la puerta. Vio por dónde escapaba el humo y eso le indicó el camino. De no ser por este detalle hoy la historia sería mucho más dramática.
Con agilidad sacó a los otros niños que dormían en los dormitorios contiguos, incluso uno de ellos no despertaba y debió tomarlo en brazos y arrancar de la voracidad del fuego.
El más pequeño hoy se queja porque su mamá lo sacó de su cama y lo arrojó a la calle. Ese brusco acto le salvó la vida.
En cosas de minutos su casa de calle Callao, en la población Chorrillos, próximo a Avenida Eduardo Frei, entre General del Canto y Condell, estaba reducida a cenizas. Incluso el fuego afectó la casa de su vecina.
Con un balde con agua trató de detener el avance del incendio, pero nada se podía hacer hasta que llegaron los bomberos.
Literalmente arrancaron con lo puesto, que era casi nada. Los niños, con poca ropa y descalzos, instalados en los patios de los vecinos, veían cómo todas sus pertenencias se perdían. “No salvé nada”. Señaló emocionada Sandra, quien pese a todo el dramatismo destaca que pudo librar con vida ella y sus pequeños. “Eso es lo más importante, estamos vivos todos”.
Allegados
Constanza (12 años), Yonathan (10), Franco (8) y Ehber (6) Tarumán hoy están junto a su madre viviendo en la casa de una vecina como allegados. Los niños en su inocencia logran comprender el drama que vive su familia y por eso acompañan a su mamá.
Elena Silva, la propietaria de la casa donde están albergados, señaló que no tiene problemas en que sigan con ella. “Donde comen dos, comen tres también”, dijo con optimismo.
Pero es claro que la madre con sus hijos necesitarán de ayuda para salir adelante y retomar su vida.
Por lo pronto acudirá el lunes a la municipalidad a solicitar ayuda. Ella no trabaja y está separada. Asegura que hasta ahora sólo la diputada Carolina Goic se ha acercado a entregarle ayuda. Pero que otras autoridades no han prestado atención a su drama.
Y aunque no busca causar lástima o pedir auxilio directamente, la mujer necesita una serie de cosas. Ropa para niños, útiles escolares, alimentos y en fin todo lo que necesita un hogar.
Sobre las causas del accidente aún se desconocen pero la dueña de casa piensa que puede ser un cortocircuito, aunque reconoce que prendió una vela. Ella y uno de sus hijos recuerdan que la apagó antes de dormir.
La madre no ha querido regresar a su domicilio. “No quiero ver cómo quedó mi casa. Si no hay nada”, señaló entre lágrimas. Su ex marido ha estado limpiando la casa. Sacando lo que algún día sirvió y que hoy no son más que escombros. Una escena dolorosa, pero que deja la conformidad de ver a los pequeños jugar en lo que fue su hogar.
Los niños se acercan para ver lo que fue su hogar y entre los escombros reviven los dramáticos momentos.
Cualquier ayuda puede ser entregada en calle Teniente Serrano 0964, donde actualmente se encuentra de allegada la familia.
Fuente: La Prensa Austral
La madrugada del 18 de septiembre será inolvidable para Sandra Vargas y sus 4 hijos. Cerca de las 3 de la madrugada despertó en su habitación la que estaba envuelta en llamas. En medio del fuego, ella y uno de sus hijos lograron, no sabe cómo, escapar.
Con la confusión ni siquiera sabía dónde estaba la puerta. Vio por dónde escapaba el humo y eso le indicó el camino. De no ser por este detalle hoy la historia sería mucho más dramática.
Con agilidad sacó a los otros niños que dormían en los dormitorios contiguos, incluso uno de ellos no despertaba y debió tomarlo en brazos y arrancar de la voracidad del fuego.
El más pequeño hoy se queja porque su mamá lo sacó de su cama y lo arrojó a la calle. Ese brusco acto le salvó la vida.
En cosas de minutos su casa de calle Callao, en la población Chorrillos, próximo a Avenida Eduardo Frei, entre General del Canto y Condell, estaba reducida a cenizas. Incluso el fuego afectó la casa de su vecina.
Con un balde con agua trató de detener el avance del incendio, pero nada se podía hacer hasta que llegaron los bomberos.
Literalmente arrancaron con lo puesto, que era casi nada. Los niños, con poca ropa y descalzos, instalados en los patios de los vecinos, veían cómo todas sus pertenencias se perdían. “No salvé nada”. Señaló emocionada Sandra, quien pese a todo el dramatismo destaca que pudo librar con vida ella y sus pequeños. “Eso es lo más importante, estamos vivos todos”.
Allegados
Constanza (12 años), Yonathan (10), Franco (8) y Ehber (6) Tarumán hoy están junto a su madre viviendo en la casa de una vecina como allegados. Los niños en su inocencia logran comprender el drama que vive su familia y por eso acompañan a su mamá.
Elena Silva, la propietaria de la casa donde están albergados, señaló que no tiene problemas en que sigan con ella. “Donde comen dos, comen tres también”, dijo con optimismo.
Pero es claro que la madre con sus hijos necesitarán de ayuda para salir adelante y retomar su vida.
Por lo pronto acudirá el lunes a la municipalidad a solicitar ayuda. Ella no trabaja y está separada. Asegura que hasta ahora sólo la diputada Carolina Goic se ha acercado a entregarle ayuda. Pero que otras autoridades no han prestado atención a su drama.
Y aunque no busca causar lástima o pedir auxilio directamente, la mujer necesita una serie de cosas. Ropa para niños, útiles escolares, alimentos y en fin todo lo que necesita un hogar.
Sobre las causas del accidente aún se desconocen pero la dueña de casa piensa que puede ser un cortocircuito, aunque reconoce que prendió una vela. Ella y uno de sus hijos recuerdan que la apagó antes de dormir.
La madre no ha querido regresar a su domicilio. “No quiero ver cómo quedó mi casa. Si no hay nada”, señaló entre lágrimas. Su ex marido ha estado limpiando la casa. Sacando lo que algún día sirvió y que hoy no son más que escombros. Una escena dolorosa, pero que deja la conformidad de ver a los pequeños jugar en lo que fue su hogar.
Los niños se acercan para ver lo que fue su hogar y entre los escombros reviven los dramáticos momentos.
Cualquier ayuda puede ser entregada en calle Teniente Serrano 0964, donde actualmente se encuentra de allegada la familia.
Fuente: La Prensa Austral