MUJER Y SUS TRES HIJOS LO PERDIERON TODO EN INCENDIO, POR SEGUNDA VEZ
Al momento de iniciarse el fuego se encontraban al interior una hija adolescente y un menor de seis años. Salvaron con lo puesto. Habían vivido lo mismo hace nueve años.
[FONT="]PTA. ARENAS.- El mismo dolor, el mismo sentimiento. La pesadilla volvía a repetirse, al igual que las lágrimas de Patricia Alessandri Jorquera al ver su vivienda envuelta en llamas.
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A las tres de la tarde con 35 minutos las sirenas de Bomberos alertaron del fuego en un sector del Río de la Mano. No hubo tiempo para mucho. Sólo fueron segundos para el efecto devastador de las llamas. La casa de material ligero ubicada en el pasaje Aconcagua Nº2030 y todo lo que se encontraba al interior resultó destruido. Una hija adolescente y un menor de seis años de edad habían logrado huir apenas con lo puesto. Otra joven no se encontraba en la vivienda al momento de iniciarse el siniestro, mientras la madre permanecía en su trabajo. Allí recibió la noticia; luego se estremeció al conocer del dramático escenario.
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“Estamos realizando las primeras pericias. No puedo aventurarme, todo fue muy rápido...” señaló el tercer comandante de Bomberos Raúl Carrillo, para luego comentar que la labor de los voluntarios apuntó a evitar que el fuego se propagara a las viviendas contiguas, debido principalmente al fuerte viento reinante.
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Y los temores eran fundados. A la izquierda de la casa siniestrada se encontraba una vivienda que en su patio tenía gran cantidad de leña. Sólo las separaba un frágil cerco de madera. Por la parte posterior se levantaba un cerro con pasto y matorrales. Sólo a la derecha la seguridad era mayor. Una entrada de vehículo y un muro cortafuego.
Además de un problema eléctrico, queda abierta la posibilidad de que las llamas se hubieran originado por el recalentamiento de un calefactor ubicado a escasos centímetros de la principal puerta de acceso.
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En los trabajos de extinción del fuego resultó lesionado un voluntario de la Segunda Compañía, Carlos Haro Alvarado. Sufrió un esguince en su pierna derecha.
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MUESTRAS DE SOLIDARIDAD
[/FONT] [FONT="]El pasaje se hizo estrecho para la labor de Bomberos. Pero esta vez más que observar, los eventuales testigos se convirtieron en protagonistas. Las muestras de solidaridad se vivieron desde los primeros minutos de iniciado el siniestro. Vecinos con mangueras tratando de extinguir las llamas, algunos solicitando ayuda por el temor de que hubiera alguien al interior y otros intentando desafiar las llamas para salvar algún bien material.
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Los hijos fueron atendidos en casa de vecinos, tal como ocurriría luego con Patricia Alessandri. En medio de las lágrimas y las muestras de cariño de amigos y familiares, la mujer señaló que esta es la segunda vez que lo pierde todo en un incendio, que el destino parece haberse ensañado con su familia y que es doblemente duro cuando “uno es padre y madre para sus hijos”.
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Hace nueve años sufrió un incendio con el mismo resultado. Su vivienda en calle Patagona (también sector Río de la Mano) y todos sus enseres habían quedado reducidos a cenizas. Actualmente Patricia Alessandri se desempeña como recepcionista del edificio de los Servicios Públicos. Su grupo familiar lo componen sus hijos Bárbara (16 años), Camila (12) y Benjamín (6). Quienes deseen colaborar con esta familia pueden contactarse al fono 268042 o bien dirigirse a calle Pérez de Arce 177.
[/FONT] [FONT="]Fuente: laprensaaustral.cl
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Al momento de iniciarse el fuego se encontraban al interior una hija adolescente y un menor de seis años. Salvaron con lo puesto. Habían vivido lo mismo hace nueve años.
[FONT="]PTA. ARENAS.- El mismo dolor, el mismo sentimiento. La pesadilla volvía a repetirse, al igual que las lágrimas de Patricia Alessandri Jorquera al ver su vivienda envuelta en llamas.
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A las tres de la tarde con 35 minutos las sirenas de Bomberos alertaron del fuego en un sector del Río de la Mano. No hubo tiempo para mucho. Sólo fueron segundos para el efecto devastador de las llamas. La casa de material ligero ubicada en el pasaje Aconcagua Nº2030 y todo lo que se encontraba al interior resultó destruido. Una hija adolescente y un menor de seis años de edad habían logrado huir apenas con lo puesto. Otra joven no se encontraba en la vivienda al momento de iniciarse el siniestro, mientras la madre permanecía en su trabajo. Allí recibió la noticia; luego se estremeció al conocer del dramático escenario.
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“Estamos realizando las primeras pericias. No puedo aventurarme, todo fue muy rápido...” señaló el tercer comandante de Bomberos Raúl Carrillo, para luego comentar que la labor de los voluntarios apuntó a evitar que el fuego se propagara a las viviendas contiguas, debido principalmente al fuerte viento reinante.
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Y los temores eran fundados. A la izquierda de la casa siniestrada se encontraba una vivienda que en su patio tenía gran cantidad de leña. Sólo las separaba un frágil cerco de madera. Por la parte posterior se levantaba un cerro con pasto y matorrales. Sólo a la derecha la seguridad era mayor. Una entrada de vehículo y un muro cortafuego.
Además de un problema eléctrico, queda abierta la posibilidad de que las llamas se hubieran originado por el recalentamiento de un calefactor ubicado a escasos centímetros de la principal puerta de acceso.
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En los trabajos de extinción del fuego resultó lesionado un voluntario de la Segunda Compañía, Carlos Haro Alvarado. Sufrió un esguince en su pierna derecha.
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MUESTRAS DE SOLIDARIDAD
[/FONT] [FONT="]El pasaje se hizo estrecho para la labor de Bomberos. Pero esta vez más que observar, los eventuales testigos se convirtieron en protagonistas. Las muestras de solidaridad se vivieron desde los primeros minutos de iniciado el siniestro. Vecinos con mangueras tratando de extinguir las llamas, algunos solicitando ayuda por el temor de que hubiera alguien al interior y otros intentando desafiar las llamas para salvar algún bien material.
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Los hijos fueron atendidos en casa de vecinos, tal como ocurriría luego con Patricia Alessandri. En medio de las lágrimas y las muestras de cariño de amigos y familiares, la mujer señaló que esta es la segunda vez que lo pierde todo en un incendio, que el destino parece haberse ensañado con su familia y que es doblemente duro cuando “uno es padre y madre para sus hijos”.
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Hace nueve años sufrió un incendio con el mismo resultado. Su vivienda en calle Patagona (también sector Río de la Mano) y todos sus enseres habían quedado reducidos a cenizas. Actualmente Patricia Alessandri se desempeña como recepcionista del edificio de los Servicios Públicos. Su grupo familiar lo componen sus hijos Bárbara (16 años), Camila (12) y Benjamín (6). Quienes deseen colaborar con esta familia pueden contactarse al fono 268042 o bien dirigirse a calle Pérez de Arce 177.
[/FONT] [FONT="]Fuente: laprensaaustral.cl
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