Ataque incendiario afectó a Colegio Contardi
Autoridades coinciden en que se trató de un acto perpetrado por “mentes enfermizas”. Dirección del colegio atribuyó el ataque a una mezcla de “envidia, de odio y de venganza” por el trabajo que realizan como establecimiento.
En la madrugada de ayer, la educación municipal fue objeto de un incomprensible acto de vandalismo, a tres días de que parta el año escolar. Vecinos del sector nororiente de la ciudad fueron impotentes testigos de un atentado incendiario contra la sede del Colegio Juan Bautista Contardi, en calle Manantiales (ex Escuela Paraguay), el cual se perpetró alrededor de las 2 de la madrugada.
Allí, se presume que uno o más desconocidos habrían saltado la reja del establecimiento para quebrar un vidrio de una puerta de ingreso (que da a calle Manantiales) y arrojar dos bombas molotov caseras. En la confección de éstas se emplearon dos botellas de pisco, a juzgar por los trozos de vidrio que quedaron diseminados en la entrada, deplorable evidencia dejada por mentalidades opuestas a los valores que se aprenden en la escuela.
Los daños afortunadamente no fueron mayores, pues una de las botellas con combustible ingresó al colegio y no se generó una situación mayor producto que los vecinos vieron la llamarada y llamaron a bomberos inmediatamente.
Este cobarde hecho, que pudo tener insospechadas consecuencias, despertó la sorpresa e indignación de las autoridades comunales y de la propia dirección del colegio por su irracionalidad. En la comuna además no existen precedentes de acciones similares que hayan afectado a una institución educativa.
A temprana hora de ayer se constituyó personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros para tomar muestras en el lugar, las cuales podrían ser decisivas para establecer algún indicio de sus autores.
ACTO CONDENABLE
Pasadas las 10 horas, se hicieron presentes en el sector el alcalde Juan Morano y el secretario ejecutivo de la Corporación Municipal, Oscar Vargas. Allí fueron recibidos por José Raúl Alvarado, director del plantel, y Bernardita Dodman, la subdirectora, quienes a poco de ocurridos los hechos debieron acudir para evaluar los daños producidos por los artefactos explosivos.
Alvarado, quien fue avisado cerca de las 3 de la madrugada, indicó que dichas bombas fueron lanzadas al interior del colegio, afectando una de sus puertas principales del establecimiento y parte de un pasillo. Los daños estaban a la vista ayer respecto a la pintura del inmueble, los vidrios y la puerta metálica que, pese a su firmeza, exhibía el impacto del fuego en su forma algo retorcida.
El director avaluó los daños entre 300 mil a 500 mil pesos.
“Lo único que tengo que decir es que quienes hicieron esto son personas enfermas, desquiciados mentales, porque no me cabe otra alternativa”, expresó el directivo. Lamentó que un trabajo de muchos años de generosa entrega a la comunidad magallánica se tope con hechos como éste, en aras de “entregar una educación de calidad a jóvenes de clase media, que son quienes necesitan al día de hoy tener ese tipo de educación, para que puedan aspirar en igualdad de condiciones con otras personas que vienen de otros estratos sociales. Y nosotros lo único que hemos tratado de entregar es una buena educación a este sector de jóvenes y ahora de niños”.
Desde el año pasado allí funcionan cerca de 800 alumnos, en lo respecto a la educación básica.
Descartó que este acto provenga de opositores a la fusión con la ex Escuela República del Paraguay, “sino que gente que no quiere en el fondo que se trabaje de la manera como nosotros estamos haciéndolo, acá hay un poco de envidia, de odio y de venganza, un poco de todo”.
DEMASIADAS COINCIDENCIAS
Para el encargado de la Corporación Municipal, Oscar Vargas, esto “es producto de mentes desquiciadas, porque aquí alguien se preparó, con botellas de combustible, saltó las rejas y pretendió quemar un establecimiento público. Creo que de alguna manera esto también es una respuesta de aquellas personas que no creen en la educación pública y sienten que puede significar un daño para sus propios intereses. Lo hemos vivido en días pasados, así que creo que finalmente lo que se consigue al no apoyar a la educación pública, conciente o inconcientemente, es que haya mentes enfermas que generen situaciones como ésta”.
A su vez, Juan Morano agradeció a la comunidad el aviso oportuno que dieron al apreciar el fuego, lo que motivó que llegara el Labocar y retiraran todas las evidencias necesarias para la investigación posterior. “Nosotros lamentamos profundamente esto, no corresponde a un hecho de personas en estado de ebriedad ni nada por el estilo. Esto es un hecho premeditado, con la fortuna que afectó a un sector que es todo metálico y con cemento, por lo que el fuego no se propagó, pero dos a tres metros más allá hay salas con útiles y mobiliario escolar, lo que podría haber sido un tremendo desastre justo antes que se inicien las clases”, subrayó.
El edil recalcó que aquí entonces se dan demasiadas coincidencias: “el colegio estuvo en enero y febrero trabajando con muy poca gente, por lo que (el atentado) pudo ser cualquier día, no justo el día antes al lunes en que se inicien las actividades normales en el establecimiento”.
CAMBIOS
Tal cual se ha informado, a contar de este 5 de marzo, los niveles de prebásica y los cursos de séptimo básico a cuarto medio, funcionarán en la sede Manantiales. En tanto que los cursos de primero a sexto básico se trasladarán al establecimiento de calle Otto Maggens, en la población Gobernador Viel.
Fuente: La Prensa Austral
Autoridades coinciden en que se trató de un acto perpetrado por “mentes enfermizas”. Dirección del colegio atribuyó el ataque a una mezcla de “envidia, de odio y de venganza” por el trabajo que realizan como establecimiento.
En la madrugada de ayer, la educación municipal fue objeto de un incomprensible acto de vandalismo, a tres días de que parta el año escolar. Vecinos del sector nororiente de la ciudad fueron impotentes testigos de un atentado incendiario contra la sede del Colegio Juan Bautista Contardi, en calle Manantiales (ex Escuela Paraguay), el cual se perpetró alrededor de las 2 de la madrugada.
Allí, se presume que uno o más desconocidos habrían saltado la reja del establecimiento para quebrar un vidrio de una puerta de ingreso (que da a calle Manantiales) y arrojar dos bombas molotov caseras. En la confección de éstas se emplearon dos botellas de pisco, a juzgar por los trozos de vidrio que quedaron diseminados en la entrada, deplorable evidencia dejada por mentalidades opuestas a los valores que se aprenden en la escuela.
Los daños afortunadamente no fueron mayores, pues una de las botellas con combustible ingresó al colegio y no se generó una situación mayor producto que los vecinos vieron la llamarada y llamaron a bomberos inmediatamente.
Este cobarde hecho, que pudo tener insospechadas consecuencias, despertó la sorpresa e indignación de las autoridades comunales y de la propia dirección del colegio por su irracionalidad. En la comuna además no existen precedentes de acciones similares que hayan afectado a una institución educativa.
A temprana hora de ayer se constituyó personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros para tomar muestras en el lugar, las cuales podrían ser decisivas para establecer algún indicio de sus autores.
ACTO CONDENABLE
Pasadas las 10 horas, se hicieron presentes en el sector el alcalde Juan Morano y el secretario ejecutivo de la Corporación Municipal, Oscar Vargas. Allí fueron recibidos por José Raúl Alvarado, director del plantel, y Bernardita Dodman, la subdirectora, quienes a poco de ocurridos los hechos debieron acudir para evaluar los daños producidos por los artefactos explosivos.
Alvarado, quien fue avisado cerca de las 3 de la madrugada, indicó que dichas bombas fueron lanzadas al interior del colegio, afectando una de sus puertas principales del establecimiento y parte de un pasillo. Los daños estaban a la vista ayer respecto a la pintura del inmueble, los vidrios y la puerta metálica que, pese a su firmeza, exhibía el impacto del fuego en su forma algo retorcida.
El director avaluó los daños entre 300 mil a 500 mil pesos.
“Lo único que tengo que decir es que quienes hicieron esto son personas enfermas, desquiciados mentales, porque no me cabe otra alternativa”, expresó el directivo. Lamentó que un trabajo de muchos años de generosa entrega a la comunidad magallánica se tope con hechos como éste, en aras de “entregar una educación de calidad a jóvenes de clase media, que son quienes necesitan al día de hoy tener ese tipo de educación, para que puedan aspirar en igualdad de condiciones con otras personas que vienen de otros estratos sociales. Y nosotros lo único que hemos tratado de entregar es una buena educación a este sector de jóvenes y ahora de niños”.
Desde el año pasado allí funcionan cerca de 800 alumnos, en lo respecto a la educación básica.
Descartó que este acto provenga de opositores a la fusión con la ex Escuela República del Paraguay, “sino que gente que no quiere en el fondo que se trabaje de la manera como nosotros estamos haciéndolo, acá hay un poco de envidia, de odio y de venganza, un poco de todo”.
DEMASIADAS COINCIDENCIAS
Para el encargado de la Corporación Municipal, Oscar Vargas, esto “es producto de mentes desquiciadas, porque aquí alguien se preparó, con botellas de combustible, saltó las rejas y pretendió quemar un establecimiento público. Creo que de alguna manera esto también es una respuesta de aquellas personas que no creen en la educación pública y sienten que puede significar un daño para sus propios intereses. Lo hemos vivido en días pasados, así que creo que finalmente lo que se consigue al no apoyar a la educación pública, conciente o inconcientemente, es que haya mentes enfermas que generen situaciones como ésta”.
A su vez, Juan Morano agradeció a la comunidad el aviso oportuno que dieron al apreciar el fuego, lo que motivó que llegara el Labocar y retiraran todas las evidencias necesarias para la investigación posterior. “Nosotros lamentamos profundamente esto, no corresponde a un hecho de personas en estado de ebriedad ni nada por el estilo. Esto es un hecho premeditado, con la fortuna que afectó a un sector que es todo metálico y con cemento, por lo que el fuego no se propagó, pero dos a tres metros más allá hay salas con útiles y mobiliario escolar, lo que podría haber sido un tremendo desastre justo antes que se inicien las clases”, subrayó.
El edil recalcó que aquí entonces se dan demasiadas coincidencias: “el colegio estuvo en enero y febrero trabajando con muy poca gente, por lo que (el atentado) pudo ser cualquier día, no justo el día antes al lunes en que se inicien las actividades normales en el establecimiento”.
CAMBIOS
Tal cual se ha informado, a contar de este 5 de marzo, los niveles de prebásica y los cursos de séptimo básico a cuarto medio, funcionarán en la sede Manantiales. En tanto que los cursos de primero a sexto básico se trasladarán al establecimiento de calle Otto Maggens, en la población Gobernador Viel.
Fuente: La Prensa Austral