Riesgos de explosiones
Preocupación en Bomberos: Aumentan un 50% las emergencias por fugas gas en Santiago
Los voluntarios han concurrido a cerca de 120 emergencias de este tipo sólo en Santiago. Lo más alarmante es que han constatado que las personas siguen buscando fugas con el método más peligroso: con la llama de un fósforo o encendedor. (Terra.cl)
Fotos inéditas tomadas por bomberosSANTIAGO, abril 5.- En los últimos meses han aumentado en un 50 por ciento las emergencias por gas a las que acude el Cuerpo de Bomberos de Santiago sólo en la Región Metropolitana.
Ciento veinte llamados en lo que va del año por este tipo de situaciones se convierte en una cifra preocupante, considerando las emergencias que en las últimas semanas -en el Colegio Institución Teresiana de Las Condes y en las calderas del Hotel Militar en Providencia- han dejado como saldo a tres trabajadores muertos por explosiones de gas.
En ambos casos, los accidentes se produjeron luego de que las víctimas trataran de encontrar una fuga de gas con un método bastante errado y artesanal: el encendido de un encendedor o fósforo.
El comandante Guillermo Urzúa, a cargo de la emergencia ocurrida en el recinto educacional, explicó a Terra.cl que “ese peligroso método es el que aplican la mayoría de los trabajadores que no tienen conocimientos básicos para acudir a solucionar una emergencia sobre escape de gas y la culpa es de quien los contrata, porque la gente, por ahorrarse plata, no llama a las empresas especializadas y certificadas por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC)”.
“Muchas veces [aclara] son fugas generadas en alcantarillados, redes o contenedores de las empresas distribuidoras del elemento, por lo tanto debería ser responsabilidad de ellas acudir a unas emergencia de ese tipo a solucionar el problema de sus redes”.
Por eso el comandante cree que las compañías distribuidoras del combustible deberían hacer campañas para hacer más públicos los teléfonos de emergencia que ellos poseen y así se evitaría que los voluntarios.
“Esperen por horas a que llegue personal de la empresa correspondiente para que solucione el problema. Mientras, nos tenemos que quedar controlando la emergencia, ocupando agua y un carro que podría estar necesitándose en un incendio en otro sector”, agregó Urzúa.
PREVENIR TRAGEDIAS
Según dice, los voluntarios acuden a dos emergencias de gas diarias, siendo las más habituales “cuando los dueños de casa con los vehículos pasan a llevar las cañerías o trabajadores que realizan faenas de construcción rompen el piso donde no deberían, provocando un escape de gas”.
En el año 2008 se acudió a un total de 571 emergencias de este tipo, y los llamados aumentan entre los meses de mayo y agosto por el uso de gas para calefacción en los hogares.
Para prevenir una tragedia, el comandante Urzúa recomendó que “nunca hay que usar interruptores eléctricos, presionar timbres o utilizar un teléfono celular, ya que al ser aparatos eléctricos generan chispas”.
“Menos se debe encender cigarrillos o apagar o prender las luces. Hay que cortar inmediatamente el suministro general de gas de la instalación o el cilindro para después ventilar la habitación o recinto, y luego pedir ayuda si el olor persiste. Aunque parezca obvio decirlo, hay que reiterarlo: jamás hay que buscar el origen del escape con un encendedor o fósforo”.
Para eso –explicó el comandante Urzúa- “existe un método bien sencillo que consiste en hacer una lavaza con jabón aplicar en el cilindro o cañería y donde empiecen a hacerse burbujas es donde esta ubicada la fuga”.
INVIERNO: MÁS PELIGRO
La autoridad de Bomberos recomienda ser mayormente cautelosos en invierno “ya que se comienzan a comprar estufas a gas y la gente, por ahorrar, no compra los elementos adecuados... Por ejemplo, en vez de adquirir el flexible que debe llevar un cilindro de gas, prefieren cortar un trozo de manguera del jardín y sostenerlo con un alambre a riesgo de provocar el calentamiento del plástico, la quema de la manguera y la fuga de gas”.
En el accidente del Colegio Institución Teresiana de Las Condes, ocurrido en el mes de marzo, murió el trabajador Ramón Palma, quedando siete de sus compañeros de labores heridos de diversa consideración. En tanto, en la explosión ocurrida en el Hotel Militar de Santiago murieron Julio Egoaguirre y Jorge Santander, mientras continúa en estado de extrema gravedad el menor de edad Gunther Orellana, de sólo 14 años.