El caso de Alhué es el de muchos pueblos de la Región Metropolitana que están dejados de la mano de Dios, tiende a creerse que todo lo que es de Santiago brilla porque es oro, y no es así.
Los bomberos actuales creados bajo el alero de la JNB. no son los primeros que tuvo Alhué, antes hubo otros en los años 60 y eran dirigidos por el Profesor Stalin Roosvelt Guzmán Uribe. Al nuevo gobierno no le gusto algunos personajes bomberiles por sus ideas políticas y KAPUT.
La comuna en sí está muy alejada de los principales centros poblados y limita con San Pedro y Las Cabras. El aislamiento geográfico complota
para poder realizar un buen y permanente adiestramiento del personal, como asimismo, para que sus carros tengan el mantenimiento adecuado en talleres certificados. Todo se hace a pulso con el mayor entusiasmo y entrega, y como se cree que es mejor.
Hasta hace poco las comunicaciones eran pésimas, y sólo la municipalidad tenía un teléfono automático, antes había uno solo a magneto que funcionaba mal tarde o nunca. El problema del agua potable es afin en todas las localidades rurales, y crítico más aún con la persistente sequía de dicha zona, donde se trata de cuidar hasta la última gota para consumo humano y regadios.
Acá debería de haber un estudio de la Dirección de Aguas, en Conjunto con el MOP y la Gobernación de Melipilla, para encontrar una solución al abastecimiento de la red urbana de hidrantes, como una manera de cautelar la seguridad de bienes y vidas, como asimismo del patrimonio histórico que significa el casco urbano y otras edificaciones de esta zona, que fue fuente de recuros mineros dorados hace más de dos siglos.
Adicionalmente debería dotarse de dos carros aljibes (pipas) a la comuna, uno para uso del municipio y otro para uso de bomberos, ese gasto es bajisimo, y seguramente debe equivaler a dos horas de un día, en gastos de mantención del saco roto que es el Trasantiago.
Mientras tanto bomberos deberá bregar con los comuneros y otras instituciones afines, más celosas que camello de desierto.