Polis salvaron a escabeches que animaban asadito en plena bencinera
CASI DESATAN INFIERNO. La estación der servicio estuvo a punto de estallar por culpa de un bombero que dio vuelta una parrilla al lado de la manguera de la parafina. Un carabinero evitó la tragedia apagando las brasas con un extintor.
A punto de hacer ¡pum! estuvo un servicentro Copec por culpa de tres bomberos que tuvieron la brillante idea de hacer un asado al lado del dispensador de la parafina.
Los perlas estaban vendiendo combustible con el estanque llenito, a full, y fueron sorprendidos por funcionarios de Carabineros pasadas las 7 de la madrugada de ayer, en la bencinera ubicada en avenida Blanco Encalada con Vergara, cerca del Club Hípico.
Además de todo el tinto del barrio, los pasteles se chuparon hasta la última gota de gasolina.
Los uniformados los encontraron completamente cucarros, con el tufo pasado a 97 octanos, onda dragón.
Mientras trataban de conversar con los emparafinados, los carabineros vieron a uno de los bomberos tirado a un costado del surtidor del kerosene, durmiendo la mona a pata suelta...
Lo peludo es que por los efectos de la borra, el escabeche había dado vuelta una parrilla con carbón encendido, justo al lado de la manguera por donde sale la parafa.
Antes de que la bomba explotara y todos salieran volando, un carabinero tuvo que apagar las brasas con un extintor. Esa onda.
Debido al estado de fermentación de los bomberos y por motivos de seguridad, el servicentro tuvo que ser cerrado durante 3 horas y los picles llevados por ebriedad a la Segunda Comisaría.
Tras entregar sus antecedentes, el Miguel, el Gabriel y el Wilson, todos casados y cuarentones, prometieron no seguir poniéndole y juraron corchetearse la garganta.
Sin embargo, no alcanzaron ni a orearse cuando se acordaron que aún les faltaban muchos litros por tomar y se amotinaron en una vulcanización del sector.
La administradora de la bomba, Jaqueline Tapia, negó todos los hechos y no quiso entregar su versión de lo ocurrido.
Fuente: Diario La Cuarta
CASI DESATAN INFIERNO. La estación der servicio estuvo a punto de estallar por culpa de un bombero que dio vuelta una parrilla al lado de la manguera de la parafina. Un carabinero evitó la tragedia apagando las brasas con un extintor.
A punto de hacer ¡pum! estuvo un servicentro Copec por culpa de tres bomberos que tuvieron la brillante idea de hacer un asado al lado del dispensador de la parafina.
Los perlas estaban vendiendo combustible con el estanque llenito, a full, y fueron sorprendidos por funcionarios de Carabineros pasadas las 7 de la madrugada de ayer, en la bencinera ubicada en avenida Blanco Encalada con Vergara, cerca del Club Hípico.
Además de todo el tinto del barrio, los pasteles se chuparon hasta la última gota de gasolina.
Los uniformados los encontraron completamente cucarros, con el tufo pasado a 97 octanos, onda dragón.
Mientras trataban de conversar con los emparafinados, los carabineros vieron a uno de los bomberos tirado a un costado del surtidor del kerosene, durmiendo la mona a pata suelta...
Lo peludo es que por los efectos de la borra, el escabeche había dado vuelta una parrilla con carbón encendido, justo al lado de la manguera por donde sale la parafa.
Antes de que la bomba explotara y todos salieran volando, un carabinero tuvo que apagar las brasas con un extintor. Esa onda.
Debido al estado de fermentación de los bomberos y por motivos de seguridad, el servicentro tuvo que ser cerrado durante 3 horas y los picles llevados por ebriedad a la Segunda Comisaría.
Tras entregar sus antecedentes, el Miguel, el Gabriel y el Wilson, todos casados y cuarentones, prometieron no seguir poniéndole y juraron corchetearse la garganta.
Sin embargo, no alcanzaron ni a orearse cuando se acordaron que aún les faltaban muchos litros por tomar y se amotinaron en una vulcanización del sector.
La administradora de la bomba, Jaqueline Tapia, negó todos los hechos y no quiso entregar su versión de lo ocurrido.
Fuente: Diario La Cuarta