Siempre me ha llamado la atención esa plaza y su extraño "monumento" en supuesto homenaje a los bomberos.
Pareciera que algún Alcalde quiso salir rápido del paso.
Hace un par de días ví que no estaba sólo en mi impresión.
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Artículo original en: http://www.arabe.cl/chile/bomberos/laplazadelfuego.html
Sobre una plazoleta ubicada en Irarrázaval con José Pedro Alessandri *una especie de sede de los "limpiaparabrisas" del sector* se ubica un muro de unos cuatro metros de alto, coronado por un techito de tejas y un vano terminado en arco de medio punto desde el cual sobresale un repollo, aparentemente de cobre, que simula fuego. Por un lado, se ve un flaco personaje, que parece un bombero subiendo por una escalera, y que lleva en la mano algo similar a una manguera. Por el costado opuesto, y esta vez bajando por unas gradas, otro supuesto bombero lleva en sus brazos algo que semeja una niña.
La escena, por cierto bien antigua, pertenece a la plazoleta del cuerpo de bomberos de Ñuñoa. Se trata del monumento a sus mártires.
Y aunque esta escultura pasa casi inadvertida entre los promotores, vendedores y demás ocupantes temporales del lugar, instalada sobre una vegetación abusada por éstos y rodeada de una buena cantidad de basura que proviene de ellos mismos, no deja de llamar la atención este monumento roído y mal pintado. Viéndolo detenidamente, y una vez captado el dramático mensaje, parece haber sido extraído del ingenuo dibujo de un niño en edad casi preescolar.
A la composición literal, que por un lado ridiculiza la escena, se le suma el descuidado basamento en el cual sobreviven a medias dos placas de mármol de distinto tamaño, con los debidos reconocimientos.
Da la impresión de que el tipo contratado para repintar la escultura, utiliza la misma escalera de la estatua, ya que el rodillo no llegó nunca al borde superior del muro y, tal vez, cansado de borrar constantemente los garabatos que de seguro allí se inscriben a diario, ha decidido esparcir desganadamente la pintura sobre el monumento.
Con esto, una vez más se puede constatar que la estatuaria nacional no siempre dignifica. A veces hace todo lo contrario.
P.D.: No sólo los bomberos de esta compañía se merecen un monumento limpio. La ciudad también.
Nota del web master: Donde dice compañía, debe decir Cuerpo, se refiere al Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.
Página creada sábado 7 de agosto de 2004.
Artículo copiado del diario "El Mercurio"
de Santiago de Chile
Pareciera que algún Alcalde quiso salir rápido del paso.
Hace un par de días ví que no estaba sólo en mi impresión.
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Artículo original en: http://www.arabe.cl/chile/bomberos/laplazadelfuego.html
Sobre una plazoleta ubicada en Irarrázaval con José Pedro Alessandri *una especie de sede de los "limpiaparabrisas" del sector* se ubica un muro de unos cuatro metros de alto, coronado por un techito de tejas y un vano terminado en arco de medio punto desde el cual sobresale un repollo, aparentemente de cobre, que simula fuego. Por un lado, se ve un flaco personaje, que parece un bombero subiendo por una escalera, y que lleva en la mano algo similar a una manguera. Por el costado opuesto, y esta vez bajando por unas gradas, otro supuesto bombero lleva en sus brazos algo que semeja una niña.
La escena, por cierto bien antigua, pertenece a la plazoleta del cuerpo de bomberos de Ñuñoa. Se trata del monumento a sus mártires.
Y aunque esta escultura pasa casi inadvertida entre los promotores, vendedores y demás ocupantes temporales del lugar, instalada sobre una vegetación abusada por éstos y rodeada de una buena cantidad de basura que proviene de ellos mismos, no deja de llamar la atención este monumento roído y mal pintado. Viéndolo detenidamente, y una vez captado el dramático mensaje, parece haber sido extraído del ingenuo dibujo de un niño en edad casi preescolar.
A la composición literal, que por un lado ridiculiza la escena, se le suma el descuidado basamento en el cual sobreviven a medias dos placas de mármol de distinto tamaño, con los debidos reconocimientos.
Da la impresión de que el tipo contratado para repintar la escultura, utiliza la misma escalera de la estatua, ya que el rodillo no llegó nunca al borde superior del muro y, tal vez, cansado de borrar constantemente los garabatos que de seguro allí se inscriben a diario, ha decidido esparcir desganadamente la pintura sobre el monumento.
Con esto, una vez más se puede constatar que la estatuaria nacional no siempre dignifica. A veces hace todo lo contrario.
P.D.: No sólo los bomberos de esta compañía se merecen un monumento limpio. La ciudad también.
Nota del web master: Donde dice compañía, debe decir Cuerpo, se refiere al Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.
Página creada sábado 7 de agosto de 2004.
Artículo copiado del diario "El Mercurio"
de Santiago de Chile