Multitudinario adiós a suplementero y bombero rancagüino
Yanko Gatica Guevara por 39 años sirvió como voluntario en la Tercera Compañía de Bomberos de Rancagua.
Un multitudinario adiós fue el que brindó la comunidad rancagüina al suplementero y bombero rancagüino Yanko Gatica Guevara, quien falleciera el pasado domingo en su casa de la población Rancagua Norte.
Unas 500 personas fueron las que se congregaron en las afueras del cuartel de la Tercera Compañía de Bomberos de Rancagua, lugar donde se comenzó a dar el último adiós a este querido hombre de 57 años, 39 de los cuales los brindó a su querida Compañía.
Familiares, amigos, colegas suplementeros y, por supuesto, compañeros bomberiles de todas las compañías de la capital regional, acompañaron a Yanko en el último adiós. Quienes lo conocieron lo calificaron como una gran persona y muy buen padre, como lo ratificó una de sus hijas en sus últimas palabras en el Cementerio Nº 1, donde descansan sus restos hoy.
Yanko Gatica (57) vivía en su casa del pasaje 32 de la población Rancagua Norte, donde entabló una excelente relación con sus vecinos. Quienes lo conocieron lo calificaron como una excelente persona y un mejor padre, siempre preocupado de sus dos hijas. Era una postal ver a Yanko recorriendo las calles de la población y la ciudad a bordo de su bicicleta.
Esa misma en la cual transportaba diariamente los matutinos a sus cientos de clientes y amigos. La misma sobre la cual se le veía saludar y conversar con quien se encontrara en su recorrido sobre su fiel amiga. Era un amigo de sus amigos.
Como querido suplementero, quienes compartieron labores en esta noble actividad quisieron estar con él en su despedida.
El presidente del Sindicato de Suplementero, Nicolás Palacios, fue quien pronunció las palabras en representación de sus colegas. Sus vecinos también tuvieron palabras para Yanko. Vecinas que concurrieron a su velorio y exequias lo definieron como un muy buen vecino y padre, ratificando lo querido que era por todos quienes trabajaron con él y lo conocieron.
39 AÑOS DE BOMBERO
En 1969 a los 18 años de edad Yanko Gatica Guevara ingresó como voluntario a la Tercera Compañía de Bomberos de Rancagua. Por 39 años entregó sus servicios en dicha unidad, donde lo recuerdan como un gran amigo y buen voluntario.
En los años que sirvió a la Tercera Compañía fue designado para ocupar distintas funciones, entre ellas el cargo de secretario durante 8 años.
En 1998 fue nombrado por la institución como voluntario honorario, rol que cumplió hasta sus últimos días. Ese cariño se vio reflejado en el momento de su despedida, donde un gran número de voluntarios le despidió con los honores que un hombre de su talla se merecía.
MULTITUDINARIA COLUMNA
Tras una breve ceremonia en las afueras del cuartel donde sirvió por 39 años, en calle Bueras, la multitud que llegó para despedirlo comenzó un caminar hasta su última morada: el Cementerio Nº1 de Rancagua.
La columna de familiares y amigos tomó calle Cuevas en dirección poniente, para luego tomar rumbo por San Martín hacia la Alameda. Esta avenida vio cómo la multitud se congregaba en las afueras del recinto de descanso eterno. Aquí fueron las últimas palabras de despedida a cargo de su hija y el presidente de los suplementeros.
Ahora, como señaló su hija, Yanko está descansando y cuidando de quienes lo quisieron y concurrieron a dar su último adiós.
Fuente: Diario El Rancaguino
Yanko Gatica Guevara por 39 años sirvió como voluntario en la Tercera Compañía de Bomberos de Rancagua.
Un multitudinario adiós fue el que brindó la comunidad rancagüina al suplementero y bombero rancagüino Yanko Gatica Guevara, quien falleciera el pasado domingo en su casa de la población Rancagua Norte.
Unas 500 personas fueron las que se congregaron en las afueras del cuartel de la Tercera Compañía de Bomberos de Rancagua, lugar donde se comenzó a dar el último adiós a este querido hombre de 57 años, 39 de los cuales los brindó a su querida Compañía.
Familiares, amigos, colegas suplementeros y, por supuesto, compañeros bomberiles de todas las compañías de la capital regional, acompañaron a Yanko en el último adiós. Quienes lo conocieron lo calificaron como una gran persona y muy buen padre, como lo ratificó una de sus hijas en sus últimas palabras en el Cementerio Nº 1, donde descansan sus restos hoy.
Yanko Gatica (57) vivía en su casa del pasaje 32 de la población Rancagua Norte, donde entabló una excelente relación con sus vecinos. Quienes lo conocieron lo calificaron como una excelente persona y un mejor padre, siempre preocupado de sus dos hijas. Era una postal ver a Yanko recorriendo las calles de la población y la ciudad a bordo de su bicicleta.
Esa misma en la cual transportaba diariamente los matutinos a sus cientos de clientes y amigos. La misma sobre la cual se le veía saludar y conversar con quien se encontrara en su recorrido sobre su fiel amiga. Era un amigo de sus amigos.
Como querido suplementero, quienes compartieron labores en esta noble actividad quisieron estar con él en su despedida.
El presidente del Sindicato de Suplementero, Nicolás Palacios, fue quien pronunció las palabras en representación de sus colegas. Sus vecinos también tuvieron palabras para Yanko. Vecinas que concurrieron a su velorio y exequias lo definieron como un muy buen vecino y padre, ratificando lo querido que era por todos quienes trabajaron con él y lo conocieron.
39 AÑOS DE BOMBERO
En 1969 a los 18 años de edad Yanko Gatica Guevara ingresó como voluntario a la Tercera Compañía de Bomberos de Rancagua. Por 39 años entregó sus servicios en dicha unidad, donde lo recuerdan como un gran amigo y buen voluntario.
En los años que sirvió a la Tercera Compañía fue designado para ocupar distintas funciones, entre ellas el cargo de secretario durante 8 años.
En 1998 fue nombrado por la institución como voluntario honorario, rol que cumplió hasta sus últimos días. Ese cariño se vio reflejado en el momento de su despedida, donde un gran número de voluntarios le despidió con los honores que un hombre de su talla se merecía.
MULTITUDINARIA COLUMNA
Tras una breve ceremonia en las afueras del cuartel donde sirvió por 39 años, en calle Bueras, la multitud que llegó para despedirlo comenzó un caminar hasta su última morada: el Cementerio Nº1 de Rancagua.
La columna de familiares y amigos tomó calle Cuevas en dirección poniente, para luego tomar rumbo por San Martín hacia la Alameda. Esta avenida vio cómo la multitud se congregaba en las afueras del recinto de descanso eterno. Aquí fueron las últimas palabras de despedida a cargo de su hija y el presidente de los suplementeros.
Ahora, como señaló su hija, Yanko está descansando y cuidando de quienes lo quisieron y concurrieron a dar su último adiós.
Fuente: Diario El Rancaguino