Mensaje de fin de año del Presidente Nacional de Bomberos de Chile
DICIEMBRE DE 2006
A las bomberas y bomberos de todo el país:
Bien sabemos, quienes compartimos esta vocación de servicio voluntario ante las emergencias, que cada tiempo, cada época, cada momento vital, es un nuevo y estimulante desafío para el progreso personal e institucional.
Sabemos, además, que ese suceder del tiempo suele ofrecernos más preguntas que respuestas, más incertezas que verdades, más misterios que claridades.
Pero las y los bomberos del país, desde nuestros 155 años de vida institucional, hemos sido capaces de dar esas respuestas, esas verdades, esas claridades, porque en el fondo nos mueve la defensa de aquel suceder que lo trasciende todo: la vida humana.
Así, llegamos a los días finales de este tiempo que llamamos 2006. Llegamos a los habituales momentos de balance, de evaluar lo que hemos hecho y de, como decía, ofrecer respuestas a los desafíos que vienen. En este caso, con el nombre que también sabemos: año 2007.
En el último número de nuestra revista institucional -que ya estamos haciendo llegar a los Cuerpos y Compañías del país-, detallo el balance, las esperanzas y las convicciones que desde Bomberos de Chile avizoramos para el servicio y el progreso institucionales.
Por ello, he querido reservar este espacio para la persona, para los hombres y mujeres que están debajo del casco y la cotona, y de quienes proviene la fortaleza de esta vocación vital, vocación humanocéntrica por excelencia.
A ustedes, a cada una y cada uno, en cada rincón de Chile, quiero desearles la mejor Navidad y un 2007 pródigo en ser y saber, en alegrías compartidas y en fortalezas para rehacerse frente a los dolores que son parte inseparable del suceder humano.
Es el sentir genuino de este bombero voluntario venido del sur, venido con la mirada que quiere valorar el aporte de todos, y que espera tener la palabra y la acción que motiven ese aporte. Un bombero voluntario que quiere abrir espacios hacia la gestión profesional de nuestros dirigentes sin debilitar el espíritu voluntario; enfatizar la unidad sin menoscabar las diferencias, y abrir plenamente el bomberismo nacional hacia la ciudadanía que servimos.
A las y los guardianes nocturnos que protegerán el país en las cercanas noches de Navidad y Año Nuevo, desde ya, mi abrazo fraterno.
A las y los brigadieres, mi deseo de que este nuevo tiempo acreciente la vocación que desean construir.
Que las familias, amigas, amigos y seres queridos de cada bombera y bombero chileno sigan fortaleciendo ese aliento de entrega que vive junto a ustedes.
Bienvenido sea, entonces, el constante suceder del tiempo, porque ante él en este rincón del mundo sigue habiendo capacidad de respuesta, sigue habiendo fortaleza que viene del invencible corazón humano, cuando la alarma -a la que Rubén Darío llamó "el clarín del deber"- pone en camino a miles de hombres y mujeres que existen para abrir nuevos espacios al existir de otras y otros.
En ustedes, y por ustedes, cobra sentido este cargo que no quiere mirar desde la distancia, sino alentar a que entre todos sigamos construyendo, con cabeza y corazón, más y mejor bomberismo voluntario.
Muchas, pero muchas, felicidades.
Miguel Reyes Núñez
PRESIDENTE NACIONAL
fuente: www.bomberos.cl
DICIEMBRE DE 2006
A las bomberas y bomberos de todo el país:
Bien sabemos, quienes compartimos esta vocación de servicio voluntario ante las emergencias, que cada tiempo, cada época, cada momento vital, es un nuevo y estimulante desafío para el progreso personal e institucional.
Sabemos, además, que ese suceder del tiempo suele ofrecernos más preguntas que respuestas, más incertezas que verdades, más misterios que claridades.
Pero las y los bomberos del país, desde nuestros 155 años de vida institucional, hemos sido capaces de dar esas respuestas, esas verdades, esas claridades, porque en el fondo nos mueve la defensa de aquel suceder que lo trasciende todo: la vida humana.
Así, llegamos a los días finales de este tiempo que llamamos 2006. Llegamos a los habituales momentos de balance, de evaluar lo que hemos hecho y de, como decía, ofrecer respuestas a los desafíos que vienen. En este caso, con el nombre que también sabemos: año 2007.
En el último número de nuestra revista institucional -que ya estamos haciendo llegar a los Cuerpos y Compañías del país-, detallo el balance, las esperanzas y las convicciones que desde Bomberos de Chile avizoramos para el servicio y el progreso institucionales.
Por ello, he querido reservar este espacio para la persona, para los hombres y mujeres que están debajo del casco y la cotona, y de quienes proviene la fortaleza de esta vocación vital, vocación humanocéntrica por excelencia.
A ustedes, a cada una y cada uno, en cada rincón de Chile, quiero desearles la mejor Navidad y un 2007 pródigo en ser y saber, en alegrías compartidas y en fortalezas para rehacerse frente a los dolores que son parte inseparable del suceder humano.
Es el sentir genuino de este bombero voluntario venido del sur, venido con la mirada que quiere valorar el aporte de todos, y que espera tener la palabra y la acción que motiven ese aporte. Un bombero voluntario que quiere abrir espacios hacia la gestión profesional de nuestros dirigentes sin debilitar el espíritu voluntario; enfatizar la unidad sin menoscabar las diferencias, y abrir plenamente el bomberismo nacional hacia la ciudadanía que servimos.
A las y los guardianes nocturnos que protegerán el país en las cercanas noches de Navidad y Año Nuevo, desde ya, mi abrazo fraterno.
A las y los brigadieres, mi deseo de que este nuevo tiempo acreciente la vocación que desean construir.
Que las familias, amigas, amigos y seres queridos de cada bombera y bombero chileno sigan fortaleciendo ese aliento de entrega que vive junto a ustedes.
Bienvenido sea, entonces, el constante suceder del tiempo, porque ante él en este rincón del mundo sigue habiendo capacidad de respuesta, sigue habiendo fortaleza que viene del invencible corazón humano, cuando la alarma -a la que Rubén Darío llamó "el clarín del deber"- pone en camino a miles de hombres y mujeres que existen para abrir nuevos espacios al existir de otras y otros.
En ustedes, y por ustedes, cobra sentido este cargo que no quiere mirar desde la distancia, sino alentar a que entre todos sigamos construyendo, con cabeza y corazón, más y mejor bomberismo voluntario.
Muchas, pero muchas, felicidades.
Miguel Reyes Núñez
PRESIDENTE NACIONAL
fuente: www.bomberos.cl