MARTIRES DE ENERO DEL CBS

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1 Dic 2010
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Chile
El Cuerpo de Bomberos de Santiago hasta el día de hoy tiene 44 mártires.
Enero no ha sido muy propicio, 8 mártires.
La verdadera muerte es el olvido y es por eso que me he permitido recordarlos.

. Muerte de Arturo Glaziou.- (Quinta víctima del deber)
Arturo Glaziou se incorporó a la Cuarta Compañía, la Pompe France, el 16
de Abril de 1891. Murió en el incendio declarado en un edificio ubicado en
Moneda con Estado, el 16 de Enero de 1892.
Nacido en Burdeos en 1857 acompañó a su padre don Francisco María
Glaziou, distinguido botánico, que fue contratado como Director de un
establecimiento de enseñanza agrícola en Brasil.
Arturo Glaziou continuó viaje a Chile estableciéndose en Santiago,
contratado por sus compatriotas señores Terrier y Laserre en su industria
vitivinícola.
Su carácter jovial y valeroso le abrió las puertas de la Pompe France y allí
encontró amigos para recordar la patria lejana de la que traía dos
preciadas condecoraciones. Una de éstas le fue otorgada por la asociación
de salvamento de Burdeos “Societé des Canotiers” por arriesgar su vida
rescatando de las olas de un mar embravecido a un niño que sin su ayuda
habría perecido. La otra era una medalla al valor militar que se le otorgó
en la campaña de Túnez. También a riesgo inminente de perder su vida
salvó al Capitán de su regimiento, herido por el enemigo y a punto de ser
capturado por los sanguinarios vencedores.
No fue extraño que el voluntario de la Cuarta Compañía trabajara con
valor admirable en ese incendio santiaguino en que encontró la muerte;
como concurriendo a una cita fatal de su Destino, acudió al llamado de la
campana y con sus fuerzas agotadas por largas horas de abrumador
esfuerzo cae desde lo alto de una larga escala. Y el hombre cuya vida
respetaron las olas del mar, las arenas africanas, dejó su sangre en una
calle de nuestra capital.

Muerte de Alberto Reyes Naranjo.- (Novena víctima del deber)
El voluntario de la Tercera Compañía don Alberto Reyes Naranjo murió el
3 de Enero de 1918 en un accidente ocurrido en calle Estado esquina de
Agustinas. En esa esquina el carro automóvil de la Duodécima embistió a
la bomba a vapor de la Décima en cuya carbonera iba el voluntario Reyes.
El estudiante Alberto Reyes se había incorporado a la Guardia Nocturna de
la Tercera. Pertenecía a una familia de bomberos. Su padre, voluntario de
la Octava, fue Segundo Comandante durante cuatro años. Don Luis Reyes
dejó un recuerdo ejemplar de su actuación como jefe bomberil y cuando
conoció la muerte de su hijo expresó: “Si algún alivio puede haber para mi
corazón, es el pensar que él ha muerto en el cumplimiento de sus
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deberes”. Luego envió a su hijo menor a solicitar su ingreso a la tercera
Compañía donde sirvió abnegadamente hasta 1965, fecha de su
fallecimiento.
El Servicio de las Guardias Nocturnas se establecieron en Santiago a partir
de 1918. Es Alberto Reyes su Mártir más antiguo.

El Incendio del Colegio de los Padres Franceses.-
El 7 de Enero de 1920, a medio día, se dio la alarma de incendio en
Alameda, entre Campo de Marte y Padura (tanto han cambiado los
nombres de las calles que actualmente esa alarma habría sido en Avenida
del Libertador Bernardo O’Higgins entre Carrera y Almirante Latorre. Esta
última se llamó también Simón Bolivar).
El gran incendio y sus trágicas consecuencias causaron conmoción
pública. El Comandante don Luis Phillips redactó un informe especial del
que copio los siguientes datos:
“Todo el costado del edificio que da a la calle Padura en una estensión de
150 metros, formaba un solo techo, y como si esto no fuera suficiente,
tenía tres secciones más o menos de sesenta metros de longitud cada una,
que partiendo de la sección de Padura hacia el Oriente, formaban un total
de tresciendos cincuenta metros aproximaamente, sin corta-fuego alguno,
con el techo unido, formando una gran chimenea en el entretecho”.
Un grupo de voluntarios de las Compañías Tercera, Sexta y Séptima se vio
acosado por las llamas en tal forma que buscaron su salvación
arrojándose desde considerable altura hacia la calle Padura. Bajo ellos
había hecho explosión el gabinete de química del colegio causando a
muchos dolorosas quemaduras. Trece fueron los lesionados. Los más
graves Florencio Bahamondes de la Tercera, Alejandro Acosta de la
Séptima, José Miguel González de la Octava y el auxiliar de la sexta José
López. La Asistencia Pública repartió a los heridos entre la Clínica
Alemana (de la calle Dávila) y el Hospital San Vicente de Paul. Otros
fueron llevados a sus domicilios.
El incendio tomó gran incremento y el viento sur impulsó las llamas por la
calle Campo de Marte poniendo en peligro las casas frente a la manzana
incendiada. Para combatir el fuego se emplearon todos los elementos
disponibles y el trabajo duró hasta la medianoche.
Florencio Bahamondes Alvarez.- (Décima víctima del deber)
Don Florencio Bahamondes voluntario de la Tercera Compañía falleció al
día siguiente, 8 de Enero de 1920, a consecuencia de las lesiones recibidas
en el incendio. El año anterior había servido el cargo de Ayudante General
de la Comandancia bajo las órdenes de don Luis Phillips. El señor
Comandante despidió los restos del joven mártir con muy sentidas
palabras.
Florencio Bahamondes había hecho su servicio militar en el antiguo
cuartel del Buin en Avda. Recoleta. Cuando el cortejo fúnebre pasó frente
al Buin lo esperaba todo el Regimiento formado para rendirle los últimos
honores. Los oficiales depositaron sobre la urna una corona de flores y la
Banda del regimiento ejecutó la Marcha Fúnebre de Chopin.

Alejandro Acosta Lillo.- (Undécima víctima del deber)
A consecuencia de las lesiones sufridas en el mismo incendio fallece el 15
de Enero de 1920, el voluntario de la Séptima Compañía, don Alejandro
Acosta Lillo.
La doble desgracia experimentada por el Cuerpo produjo en la ciudad
veraddera consternación, y todo el vecindario, con manifestaciones del
más profundo pesar se asoció al luto de los bomberos. Los funerales de
ambos revistieron caracteres de una apoteosis y su muerte heroica causó
un agudo problema económico a sus más directos familiares.

Muerte de Guillermo Santaella Aros.- (Décimo sexta víctima del Deber)
El 25 de Enero de 1942, en el incendio ocurrido en el edificio ubicado en
Bandera esquina de Moneda, murió el joven voluntario de la Décima
Compañía, Bomba España, don Guillermo Santaella Aros.
La muerte tronchó prematuramente la existencia de un voluntario que era
una risueña promesa aún para sus jefes y compañeros. Se había
incorporado a la Bomba España hacía solamente nueve meses pero ya
demostraba todo el entusiasmo y capacidad de un bombero antiguo.
Nunca faltó a los ejercicios y academias aprendiendo con sumo interés las
enseñanzas de sus Oficiales.
Pero la Muerte coge al azar a sus víctimas en el Cuerpo de Bomberos. En
ese incendio escogió quizás al más joven, o al más intrépido. Pronto se
llevaría al Comandante, al más experimentado, al jefe superior. Ahora
arrancaba de las filas a un novel pitonero y volvería a hacer una nueva
presa en el mismo fatal edificio, todo en muy cortos años.
Santaella enlutó por segunda vez la Bandera de su Compañía la que
conjuntamente con la Colonia Española, la Institución toda y la ciudad de
Santiago le rindieron muy sentido homenaje póstumo.

Muerte de Felipe Dawes Martindale.- (Trigésimo cuarta víctima del Deber)
El 23 de Enero de 1980 pereció en un accidente el Cuarto Comandante de
la Institución don Felipe Dawes. Se dirigía a un incendio declarado en
Carrión y La Obra cuando el carro de transporte en que iba fue chocado en
Vivaceta y Gamero.
Pertenecía a la Decimocuarta Compañía de la que fue uno de sus
Fundadores más connotados y uno de sus más entusiastas Capitanes.
El Cuerpo de Bomberos lo nombró en el cargo de Intendente General y
luego en el de Tesorero General. Su gran versación en materias
financieras y contables fueron de gran utilidad a la Institución. Publicó un
interesante estudio sobre el costo de una Compañía de Bomberos
demostrando que es mejor tener una bien equipada a varias sin el material
suficiente. Dicho estudio se refería al Cuerpo de Pudahuel cuya
intervención correspondió asumir al de Santiago por orden del Ministerio
del Interior.
Felipe Dawes era el hombre indicado para manejar por muchos años las
finanzas de la Institución, pero la voluntad de las Compañías lo introdujo
en el mando activo al elegirlo uno de sus Comandantes. Siempre
dispuesto a servir al Cuerpo de Bomberos desde cualquier cargo aceptó
sus nuevas obligaciones en cuyo puntual cumplimiento encontró la
muerte.
La colectividad británica y la Municipalidad de Providencia le rindieron
especiales homenajes y en su memoria se erigió un monolito dando su
nombre a una plaza ubicada en el área central de la Av. Barros Borgoño,
entre Providencia y 11 de Septiembre.

Muerte de Claudio Cattoni Arriagada.- (39° víctima del Deber)
Claudio Cattoni Arriagada murió el 3 de Enero de 1991 a consecuencia de
las graves lesiones recibidas en el incendio que se declaró en calles
Catedral y Maipú el 20 de Diciembre de 1990.
Este trágico incendio dejó gravemente heridos a otros voluntarios cuyas
lesiones se detallaron en la Memoria de ese año. Entre ellos se contó al
Segundo Comandante don José Matute Mora, al Director de la Cuarta
Compañía don Luis Claviere Canales, al Capitán de la Sexta Compañía
don Carlos Corvalán Pérez y los voluntarios activos señores Patricio Pino,
Julio Rosales, Carlos Silva, Ernesto Jara, Blas Peña, Javier Sotomayor,
Juan Sotomayor, Andrés Alegría y otros menos graves.
El desprendimiento de una cornisa de doce metros de largo producido a
comienzos del incendio causó tan inusual número de heridos. Pudo
haberse repetido una tragedia de la magnitud de lo ocurrido en el año
1962 en Huérfanos y Amunátegui o algo similar al incendio de San Pablo y
Libertad en que la Novena Compañía perdió a tres de los suyos en 1983.
Claudio Cattoni Arriagada se incorporó a la Pompe Italia el 30 de Mayo de
1973 y la sirvió con gran dedicación y entusiasmo. Fue Teniente,
Consejero de Administración, Miembro de Comisiones Revisoras. Su
buena asistencia a los actos del servicio le permitió obtener
oportunamente el premio por diez años y su calidad de Voluntario
Honorario.
A la fecha de su muerte tenía 33 años de edad, era hijo del voluntario
Sergio Cattoni quien había sido Capitán de la Undécima. La cercanía del
hogar de la familia Cattoni con el lugar del incendio motivó que se
encontraran presentes luchando contra el fuego padre e hijo y la madre
que presenció angustiada las escenas del fatal derrumbe.
Casado con doña Ana María Poblete Lecaros, tuvo dos hijas, Mariana y
María Carolina. La destrucción de este hogar feliz consternó a la
colectividad italiana, al Cuerpo de Bomberos y a todos los que conocieron
tan dramáticas circunstancias. Esto dio origen a la “Fundación Cattoni

Muerte de Carlos Perez Riveros (44ª victima del deber)
CARLOS PÉREZ RIVEROS
COMPAÑíA Voluntario 4ª Compañía «Pompe France».
EDAD 55 años.
AÑOS DE SERVICIO 26
FECHA DEL DECESO 14 de enero de 2006.
ACTO DE SERVICIO Llamado de Comandancia en Mapocho y Amunátegui
 

Pitón Ruso

Capitán de Guardia
Miembro
Miembro Regular
11 Ene 2008
3.113
1.643
7
124
Muerte de Felipe Dawes Martindale.- (Trigésimo cuarta víctima del Deber)
El 23 de Enero de 1980 pereció en un accidente el Cuarto Comandante de
la Institución don Felipe Dawes. Se dirigía a un incendio declarado en
Carrión y La Obra cuando el carro de transporte en que iba fue chocado en
Vivaceta y Gamero.

Ayer se cumplieron 31 años.

J-1 colisionó al Z-2, el cisterna iba con luz verde y en línea recta. Lo más lametable es que el incendio era una pichanga.
Una antigua revista 1863 señala que el Z-2 llevaba una loca carrera lo que es falso.

El cuartelero segundino continuo trabajado, en cambio el conductor del J-1 fue despedido.
 

BOMBERCHILE

Bombero Activo
Miembro
Miembro Regular
22 Jun 2008
1.003
2
4
Santiago
No se sí será una constante, pero en el CBS en ésta fecha siempre se generan muchos incendios declarados de gran magnitud?