Los bomberos tuvieron que esperar para entrar a la cárcel por seguridad

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20 Ene 2008
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Comayagua (Honduras):

El Cuerpo de Bomberos tiene su sede a sólo dos minutos de la Granja Penal de Comayagua (Honduras), pero tuvo que esperar entre cuatro y seis minutos para entrar a sofocar el incendio que causó la muerte de más de 375 reos, aseguró el jefe de la entidad de socorro, Leonel Silva.


La demora se debió a que los bomberos tuvieron que esperar, en una estación de servicio de combustibles cercana, a que las autoridades del recinto cumplieran con su protocolo para controlar la situación de seguridad y evitar una fuga masiva, explicó Silva.
También confirmó que fue "una persona particular" quien avisó a los bomberos del incendio, aunque no les precisó si era en la Granja Penal o en malezas existentes en sus cercanías.
Respecto a la distancia del centro penal "del Cuerpo de Bomberos estamos hablando de dos minutos", y "el promedio anduvo en unos cuatro a seis minutos para poder ingresar nosotros mientras ellos controlaban la situación", añadió.
"Pero el fuego, se sabe, y peor que la edificación es antigua, es voraz", y cuando los bomberos entraron "eso ya estaba totalmente quemado" en un sector de los módulos, mientras que el otro no se vio afectado por las llamas, subrayó Silva.
"El problema es que (las autoridades) de centros penales tienen sus protocolos, como nosotros los bomberos también tenemos los nuestros", y había que esperar a que se cumplieran, argumentó.
Al menos 375 reclusos pudieron morir como consecuencia del incendio, que se desató cerca de la medianoche del martes.
[h=3]No se pudo actuar de inmediato[/h]Silva indicó que ante incendios en viviendas o negocios particulares, "en esos momentos el ataque de nosotros es inmediato, pero aquí no, aquí hay protocolos y hay que respetarlos".
"En el momento en que a nosotros se nos llama, a las 10 y 56 minutos (de la noche del martes, 04.56 GMT), hay que corroborar" la veracidad porque "entran un sin número de llamadas" y no se sabe si quienes las hacen "están diciendo la verdad o están bromeando", comentó.
Agregó que los bomberos se quedaron en la estación de servicio "porque estaban cerrados los portones (de la Granja Penal) y los impactos de bala se escuchaban", mientras que los guardias intentaban impedir una fuga masiva de reos.
"El protocolo de nosotros (es que) primero tenemos que ver que funcione el protocolo del presidio en cuanto lo que es controlar a los reos", enfatizó el jefe de los bomberos.
"Cuando escuchamos los proyectiles y todo, se estacionaron las unidades para esperar a (ver) dónde sucedía la situación; una vez que ellos ya habían controlado la situación de los reos, entonces nos autorizaron para poder entrar, porque ellos tienen su protocolo y nosotros no podemos violar el protocolo de ellos", reafirmó.
Al entrar al centro penitenciario "nos tardamos un minuto y medio en hacer todo el proceso, pero estamos ensamblando entre cuatro a seis minutos el promedio que manejamos nosotros de estar en la gasolinera estacionados", refirió.
"Esos minutos son vitales, pero nosotros no podemos violar el protocolo de ellos", insistió.
En relación a cuánto tiempo pasó entre el inicio del incendio y la llegada de los bomberos, Silva dijo: "Eso no lo podemos medir nosotros, porque no sabemos a qué hora comenzó".
Damaris Cáceres Hernández, quien tenía dos hermanos en el recinto incendiado y dijo desconocer si están vivos o muertos, aseguró que ella vive en las cercanías y que "a las 9.51 (horas de la noche del martes, 03.51 GMT), empezó la quema; los bomberos vinieron a la hora, ¿por qué vinieron a la hora?" se preguntaba.

fuente: elmundo.es