Los bomberos de Roa no acudieron al incendio al declararse en huelga

Nacho

Comandante de Guardia
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Fuego en Mambrilla de Castrejón
Los bomberos de Roa no acudieron al incendio al declararse en huelga
J.C.O. / Roa - martes, 8 de marzo de 2016

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Estos días no se ve ninguna actividad en torno al parque de bomberos raudense. - Foto: DB
El 29 de febrero los cuatro voluntarios remitieron un escrito a ayuntamiento y Diputación advirtiendo de que no iban a realizar salidas por discrepancias sobre la gestión del servicio.


Los efectivos del Parque de Bomberos Voluntarios de Roa de Duero no acudieron el pasado sábado por la noche al voraz incendio declarado en una casa rural de Mambrilla de Castrejón, obligando con ello a intervenir con un retraso muy superior a lo que sería deseable a los funcionarios del Parque Municipal de Aranda de Duero a pesar de que ese municipio no está incluido dentro del convenio entre Ayuntamiento y Diputación para la prestación del servicio de extinción de incendios y salvamento en la comarca, porque se encuentran de huelga.
Los cuatro miembros del parque raudense enviaron el 29 de febrero sendos escritos al ente provincial y al propio Ayuntamiento informando de que no iban a salir ante ninguna alarma por discrepancias sobre la gestión del servicio. Un plante que ha llevado a que por las noches silencien sus teléfonos móviles y que motivó, según sostienen, no recibieran ninguna llamada ni del 112 ni de Bomberos de Burgos en el número de guardia cuando se produjo el siniestro. «Se lo comunicamos a Diputación, que lo trasladó al 112, y nos dijeron que estábamos en nuestro derecho», relatan.
Los afectados optaron por esta medida de presión, según explicaron a DB, después de mantener dos reuniones con la alcaldesa, Carmen Miravalles, en las que no alcanzaron ningún acuerdo. En estos encuentros le habían planteado que liberara los 11.136,95 euros de las salidas que ya ha recibido el Ayuntamiento de la corporación provincial para repartirlo entre los cuatro voluntarios, en base a su propio criterio, como lo han venido haciendo tradicionalmente.
Sin embargo la regidora socialista justificaba a esta redacción que hubiera puesto reparos alegando que le llamó la atención que solo se beneficiaban tres de los cuatro bomberos y con cantidades muy dispares: 2.200, 3.700 y 5.039 euros. Basándose en el convenio, que establece que la subvención debe distribuirse teniendo en cuenta los servicios prestados y las salidas realizadas por cada uno de ellos, les pidió la relación para justificarlo, a lo que se negaron. «Les dije que en cuanto me lo entregaran y viera cómo estaba hecho el reparto el dinero estaba a su disposición. Me dijeron que no me lo daban y que si no me fiaba. Pero les dije que el dinero público no se podía dar a ti porque me parece bien y a ti porque me parece peor. Me dijeron que entonces tomarían medidas y en esas estamos», argumenta.
Además los voluntarios reivindican que el dinero del convenio que aporta Diputación al Consistorio para mantenimiento del parque, unos 15.000 euros anuales, se destine a ampliar la plantilla de voluntarios y a establecer algún tipo de sistema de guardia. «Es un dinero que llega todos los años al Ayuntamiento y nunca sabemos qué ha hecho con ello, pero no lo han revertido en el parque. Lo suyo es que se destine a pagar a más gente y así, con una cierta motivación, es posible que se amplíe la plantilla», argumentan.

Personal insuficiente. Y es que dada la situación actual, advertían de que aunque el pasado sábado hubieran estado en disposición de responder a la llamada de alerta ante el fuego declarado en el alojamiento de Mambrilla de Castrejón, pese a estar tan solo a seis kilómetros, la respuesta no hubiera sido tan rápida como presuponen los ciudadanos y de todos modos hubieran tenido que solicitar el apoyo de Aranda.
Los bomberos raudenses esgrimen que solo para arrancar «tenemos 10 ó 15 minutos, más lo que se tarda en llegar porque somos voluntarios y no estamos en el parque». Y advierten de que dada la precariedad de recursos humanos de que disponen, dado que dos voluntarios se encontraban trabajando «como mucho hubiéramos salido dos o incluso uno solo, así que mira con qué garantías íbamos a afrontar la intervención».

Los bomberos voluntarios vuelven a estar operativos tras 18 días de plante
J.C.O. / Roa - viernes, 18 de marzo de 2016
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Imagen de archivo de los bomberos voluntarios raudenses durante la intervención en un incendio declarado en Nava de Roa. - Foto: DB
Alcanzaron ayer un acuerdo con la alcaldesa sobre el reparto de los fondos que les destina la Diputación de Burgos como gratificación por las salidas que realizan a lo largo del año.


Los bomberos voluntarios del Parque de Roa de Duero vuelven a estar operativos desde ayer jueves después de protagonizar un plante de 18 días en el que no han realizado ninguna salida por las discrepancias que mantenían con la alcaldesa, Carmen Miravalles, en cuanto al reparto de las gratificaciones a la plantilla correspondientes a las servicios prestados y al destino de los fondos del convenio suscrito con la Diputación para mantenimiento.
Los cuatro efectivos con que cuenta el servicio de extinción de incendios y salvamento se declararon en ‘huelga’ el pasado 29 de febrero. Su situación la dio a conocer DB a raíz de que no acudieran la noche del sábado 4 de marzo a un voraz incendio declarado en una casa rural de Mambrilla de Castrejón, situada a seis kilómetros de Roa, y que desembocó en que, por problemas de coordinación, los funcionarios del Parque Municipal de Bomberos de Aranda intervinieran con un retraso mayor de lo que hubiera sido habitual si bien por fortuna no hubo que lamentar desgracias personales.
La medida de presión se suspendió después de una reunión celebrada ayer en el Ayuntamiento raudense en la que además de la regidora y una representación de los bomberos, también estuvieron presentes como mediadores la diputada de Fomento, Protección Civil e Infraestructuras, Montserrat Aparicio, y el jefe del servicio de la institución provincial, Jesús Manuel González.
Un encuentro en el que los voluntarios cedieron a su pretensión de seguir repartiendo el dinero liberado por la Diputación (11.1136,95 euros este año) entre los miembros de la plantilla según su propio criterio, como lo habían venido haciendo tradicionalmente, y aceptaron entregar los partes de los servicios realizados, tal y como requería la primera edil, para efectuar la distribución en función de las salidas realizadas por cada uno de ellos, tal y como establecen las bases del convenio.
«Está todo resuelto. Porque como ya les había dicho en el momento que me entregaran la justificación para efectuar el reparto entre los cuatro bomberos voluntarios -en la propuesta inicial uno de ellos quedaba al margen- cogiendo los partes y haciendo un cálculo aproximado de lo que han salido cada uno el dinero estaba a su disposición», confirmaba Carmen Miravalles reconociendo que si bien los repartos diferían algo «tampoco era excesivo y el problema se ha solucionado»
La regidora también se ha mantenido firme en su negativa a destinar, como reclamaban los bomberos, los 15.000 euros que anualmente aporta la corporación provincial para el mantenimiento del parque a ampliar la plantilla de voluntarios y a establecer algún sistema primado de guardias.
«Ese planteamiento ni siquiera se ha puesto sobre la mesa porque ya se lo dije a ellos en la reunión previa, una cosa es el dinero de sus salidas y otra el dinero municipal, que anda que no hay cosas que hacer en la nave», explica.
A este respecto anuncia que Montserrat Aparicio le confirmó ayer que Diputación asumirá con carácter inminente la remodelación de las obsoletas instalaciones del parque de bomberos, actuación para la que precisamente ya presentó una memoria valorado a la institución provincial al comienzo de este mandato. «Me han dicho que lo van a hacer de cara a primavera-verano. Lo van a hacer en dos fases y posiblemente asuma toda la financiación íntegramente la Diputación», manifiesta.
 

Nacho

Comandante de Guardia
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Bomberos on fire
Á.M. / Burgos - domingo, 20 de marzo de 2016






La "huelga" de los voluntarios de Roa durante el incendio de una casa rural en Mambrilla de Castrejón ha atizado la polémica que desde hace años rodea al servicio provincial de extinción de incendios.


La situación de los servicios de extinción de incendios en la provincia es inflamable. Cualquier chispa puede calcinar el frágil equilibrio del pulso que mantienen la Diputación y los bomberos profesionales a cuenta de, fundamentalmente, la diseminación de parques de voluntarios (hasta 19) por la provincia de Burgos. Esos efectivos están asumiendo en no pocas ocasiones el trabajo de los profesionales, y en la mayoría de los casos la distancia entre lo uno y lo otro es abismal, pero es lo que hay.
El penúltimo capítulo de la polémica comenzó a escribirse cuando el pasado sábado 5 de marzo se desencadenó un voraz incendio en una casa rural de Mambrilla de Castrejón. Los voluntarios del parque de Roa no acudieron a atacar las llamas y el asunto quedó en manos de los profesionales de Aranda, a pesar de que ese término municipal no está en la zona que deben cubrir por convenio. El edificio quedó calcinado.
Después se supo que los efectivos de Roa estaban en ‘huelga’, un término difícil de conjugar con su condición de voluntarios, debido a las discrepancias con la alcaldesa por el reparto de los 11.136,95 euros que les correspondía cobrar (a repartir entre todos y por todo el año de ‘servicio’) por las salidas del año anterior. No es la primera vez que sucede algo parecido. Según explican desde la Plataforma de Bomberos Profesionales de Castilla y León, en Espinosa de los Monteros «no se consiguió localizar a los voluntarios» durante un siniestro ocurrido hace tres años, y en Castrojeriz «no acudieron al incendio de una vivienda en su propio pueblo por una huelga» hace otro par de años. A juicio de Juan Portal de Román, bombero profesional y portavoz en Burgos de la Plataforma, «son situaciones intolerables» que, afortunadamente, hasta la fecha únicamente se han cobrado daños materiales. En el caso de Castrojeriz, la versión de los aludidos es diferente (ver información sobre estas líneas), aunque las consecuencias fueran las mismas.
Estos hechos han resucitado la polémica sobre la labor de los voluntarios, y las declaraciones del presidente de la Diputación Provincial, César Rico, sobre las críticas han caído como gasolina en el fuego de los profesionales. Dijo Rico que los voluntarios tienen «una gran formación y posiblemente la única diferencia entre unos y otros (en referencia a los profesionales) es que unos han aprobado una oposición y los otros no». Esas palabras no ayudarán a templar los ánimos.
«Los voluntarios reciben una formación básica. Conforme a la Ley de Protección Ciudadana, están para asistir a los profesionales en las emergencias. La duración de sus cursos suele ser de 8 horas y no existe un programa de prácticas (esto también ocurre en algunos parques profesionales) que les permita entrenar. Los profesionales reciben formaciones mas amplias y en los parques profesionales de la provincia de Burgos existen programas de prácticas diarios si el servicio lo permite», rebate Portal.

Cumplir la ley.
El portavoz del colectivo de profesionales añade a su discurso algo trascendente, y es que esto no se trata de una lucha contra los voluntarios, sino contra un sistema que está incumpliendo lo que dice la Ley, que es taxativa al señalar que en municipios de menos de 20.000 habitantes son las diputaciones las que han de garantizar el servicio y los voluntarios no tienen más misión que la de servir de apoyo a los profesionales. «Yo no estoy en contra de los voluntarios. Ellos tienen su función dentro de la organización de la Protección Civil, que es la de dar apoyo a los bomberos profesionales. Es más, los voluntarios van a seguir siendo imprescindibles en Castilla y León ya que la densidad de población es muy baja».
Hay, por tanto, un punto de acuerdo. Porque Rico dijo más. Coincidió en que los voluntarios seguirán siendo necesarios y abrió la mano a, en años venideros, buscar la fórmula para cumplir la Ley. Esa ecuación pasaría por dos decisiones. Una sería racionalizar el número de parques existentes en la actualidad. La otra, que haya presencia de profesionales que coordinen las actuaciones y que puedan atender a todo tipo de emergencias, algo que ya sucede por ejemplo en Briviesca, donde cuentan con dos bomberos ‘de carrera’ que dirigen a 12 voluntarios y son muy necesarios para, por ejemplo, atender excarcelaciones en los accidentes de la N-I y la AP-I.
«Todos podemos vernos en situación de necesitar un servicio de emergencia y queremos que se actúe rápido y eficientemente», continúa Portal, que ejemplifica que en ciertos lugares de la provincia el tiempo de respuesta a un accidente de tráfico con personas atrapadas puede llegar a los «40 ó 45 minutos, como pasa en Basconcillos del Tozo, donde hay una media de ocho accidentes anuales». No cuesta ponerse en la piel de ese accidentado para el que vivir o morir, o sufrir secuelas irreparables, depende de una excarcelación rápida y profesional.

En estudio.
Los convenios de la Institución Provincial con los tres parques profesionales (Burgos, Miranda y Aranda) se han incrementado recientemente, pero aún así siguen estando lejos de otras provincias que, si bien tienen condiciones y características distintas, son ejemplares en el esfuerzo económico para desplegar una red profesional. Es el caso de la Diputación de Valladolid, que destina cinco millones al año a pagar únicamente a profesionales a pesar de que tiene un presupuesto inferior a la de Burgos (105 millones frente a 110), que reservará en 2016 algo menos de 1,5 millones a convenios con profesionales y voluntarios.
Hay otros ejemplos fuera de la comunidad, como los de Badajoz (15 parques profesionales), Castellón (9 parques profesionales), Ciudad Real (9 parques profesionales) o Córdoba (10 parques profesionales), si bien ‘en casa’ los hay que están muy lejos de lo que sí hace Burgos, caso de León, cuya Diputación apenas destina 75.000 euros anuales de los 135 millones que mueve para bomberos profesionales.
En Salamanca, por ejemplo, existe la figura del ‘bombero privado’. A pagar a estas empresas dedican 1,3 millones de un presupuesto de 96. Por cierto que esta posibilidad, la de trabajar con empresas, no está descartada en la Diputación de Burgos, «aunque todo se debe consensuar y decidir para comenzar a presupuestar en 2017», acepta el portavoz ‘popular’ en la Institución, Borja Suárez.
Son algunas de las piezas que conforman un complejo puzle en el que todas las partes parecen tener algo de razón. La Ley es clara y no da cobertura a los parques formados únicamente por voluntarios, que son personas que no están sujetas a obligaciones contractuales, a una formación continua y que no tienen condición de autoridad pública. Los profesionales se preguntan si los ciudadanos aceptaríamos que existieran «guardias civiles o médicos voluntarios».
La Diputación, por su parte, se encuentra con una provincia muy compleja, grande y despoblada en la que desplegar una red de parques profesionales tendría un coste muy relevante, sobre todo mientras la Junta siga haciéndose el sueco con la cuestión. Y los voluntarios se ciñen a las 899 intervenciones que atendieron en 2015, «de las que únicamente una o dos acaban trascendiendo a la opinión pública», defendió Rico.
Y en medio, como tantas veces, están los ciudadanos, para quienes probablemente la preocupación principal sea que cuando arda su casa o se vean atrapados en un accidente de tráfico, alguien les ayude de la forma más rápida y eficaz posible.
 

Nacho

Comandante de Guardia
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Roa / Servicio de extinción
Diputación mediará para solucionar el plante de los bomberos voluntarios
J.C.O. / Aranda - miércoles, 9 de marzo de 2016




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Los bomberos voluntarios de Roa durante la intervención en el incendio en una nave de Fuentecén. - Foto: DB
El lunes está convocada una reunión en Burgos entre los cuatro efectivos del parque y la alcaldesa raudense para limar diferencias en cuanto a la distribución del dinero del convenio.


La Diputación de Burgos va a mediar para intentar buscar una solución al plante de los bomberos voluntarios de Roa que desde el pasado 29 de febrero no realizan salidas por discrepancias con la alcaldesa, Carmen Miravalles, respecto al reparto de las gratificaciones por las salidas realizadas y al destino del dinero del convenio que anualmente aporta la corporación municipal para el mantenimiento del parque.
Si bien el presidente de la Diputación, César Rico, subrayó ayer que los parques de bomberos voluntarios «son municipales» y la institución provincial no entra en las relaciones entre los efectivos y los respectivos titulares de la responsabilidad, la diputada de Fomento y Protección Civil, Montserrat Aparicio, avanzó a DB que el próximo lunes ha convocado una reunión en Burgos con ambas partes en la que confían en zanjar este desencuentro que calificó como «conflicto interno de organización».
Precisamente la regidora informó ayer que ya ha mantenido conversaciones con algunos de los voluntarios, a los que requiere la relación de los servicios realizados por cada uno de ellos para justificar el reparto de los 11.136 euros liberados en concepto de salidas, y aseguró que el problema «está en vías de solución».
Rico dejó claro que aunque es la Diputación la que coordina y financia los parques de bomberos voluntarios ésta no se inmiscuye en cómo se distribuye entre los bomberos voluntarios la aportación, ni cómo se invierte el dinero que concede -unos 15.000 euros anuales en el caso del Consistorio raudense- para el mantenimiento del parque.
«Cada uno se administra como quiere, los ayuntamientos tienen libertad y autonomía para fijar cuáles son los criterios de reparto de esa financiación que viene desde la Diputación y esos no los marcamos desde aquí. Cada parque tiene sus peculiaridades, su número de bomberos, a qué se están dedicando, hay bomberos que forman parte de la plantilla del propio Ayuntamiento... No entramos en cómo se debe distribuir la aportación que hace la Diputación», manifestó.

Sin opción a huelga
Por otra parte, el presidente aclaró que el plante no se puede calificar de «huelga» porque es un concepto que exige que haya una relación laboral que no se tiene en este caso. Una circunstancia que condiciona también que no se puedan establecer servicios mínimos pese a la desprotección que pueda ocasionar. «Los bomberos voluntarios nunca están de huelga. Otro caso es que por este desencuentro hayan decidido no participar en las labores que se les pueda necesitar, circunstancia que espero se corrija pronto para seguir manteniendo un nivel adecuado de prestación de este servicio», matizó.
En cualquier caso Montserrat Aparicio defendió que, puesto que se comunicó al 112 que el parque raudense no está operativo, la cobertura del servicio de extinción de incendios y salvamento en la comarca está garantizada con los voluntarios de Torresandino y el parque profesional de Aranda. «Dimos aviso a Emergencias para que supieran que estaba operativo el otro parque -Torresandino- y si la cosa era de enjundia llamar a Aranda, como hacemos siempre. Es el protocolo que se sigue: primero el que le toca, después otro que está al lado...», justifico