Las primeras mangueras que se conocieron fueron de cuero, su longitud alcanzaba a 25 metros por tira, y su diámetro se acercaba a las que hoy se denominan de 72 m/m.
La conservación de éste material demandaba una atención extrema, después de cada incendio o ejercicio había que engrasarlas para mantenerlas flexibles, y su uso continuo sobre todo en la época de verano, hacía fermentar ese sebo de pésima calidad produciendo un hedor nauseabundo que era soportado pacientemente por un personal de cuyo entusiasmo y espíritu de sacrificio no se puede dudar, si se aprecian las precarias condiciones en que debía trabajar.
El año 1877, las mangueras experimentaron una importante modificación, se reemplazaron las tiras de cuero por las de lona, con gran satisfacción del personal que ya pudo trabajar en mejores condiciones de comodidad y limpieza.
En 1884, se estrenaron las mangueras de goma forradas con lona, y veinte y siete años después, se facilitó su conducción al adecuarse la longitud a 12,50 metros por tira.
Poco tiempo después, a mediados de 1915, comenzó a emplearse el material de 50 m/m, como un elemento más práctico que el de 70, para atacar el fuego en el interior de las propiedades, desde el momento que el pitonero obtuvo una mayor movilidad al ser aliviado del peso considerable del anterior, que exigía la atención de tres voluntarios por pitón, contra un solo hombre que en la actualidad es suficiente para desempeñar éste trabajo.
Las primeras uniones que se conocieron fueron las de tornillo; ese sistema era sumamente complicado, y requería el concurso de dos personas muy prácticas, que en un momento dado aunaran sus esfuerzos para poder unir con rapidez, además su peso y la vigilancia que se debía observar para que se conservaran en estado de servir, imponía a los Oficiales una constante y sacrificada labor.
JORGE RECABARREN
Fuente:http://segundinos.cl/web/las-mangueras-en-el-cbs/
