La tragedia del ’62 relatada por un bravo segundino

batallon b7

Chupe
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Miembro Regular
20 Ene 2008
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Texto sacado de la pagina Segundinos.cl del CBS

El incendio ocurrió en la madrugada del día 15 de Noviembre de 1962, lugar de la alarma, Amunátegui con Huérfanos, radio del 3er. o 5o. Cuartel, no recuerdo bien.Se trataba de castillos de madera, utilizada en la construcción del edificio, que hoy existe en el lugar.
No fue un gran incendio, pero la gran cantidad de material acumulado hacia difícil su extinción y dada sus características se utilizo mucha agua, que inundo el piso socavando y reblandeciendo las bases de un gran muro de adobes, se estimo que media más de 12 metros, que colindaba con la construcción.
El muro no estaba reforzado ni asegurado, además sobre su cima se había construido unos cortafuegos de ladrillos y cemento, lo que aumento más aun su peso.
Bomberos trabajaba sobre los castillos, de 5 o 6 metros de altura, abajo y entremedio de ellos, para apagar hay que sacar casi palo por palo, (como incendio de barraca).
Alrededor de las 4,30 o 5 de la mañana, el muro cedió y sin un ruido, se ‘sentó’, sobre su base cayendo sobre los castillos y alrededor atrapando a una cincuentena de bomberos que casi no se dieron cuenta de lo que se les venía encima.
Los que estábamos sobre los castillos, alcanzamos a ver la enorme masa entrando en el radio iluminado, te aseguro que fue aterrador, lo único que atinamos fue huir intentando llegar a las escalas, imagínate, no sé qué cantidad estábamos arriba, pero era algo imposible de conseguir.
Recuerdo haber sentido un fuerte golpe en la espalda y salir volando, desperté en la base del castillo, medio enterrado en los escombros, al abrir los ojos alcance a ver sobre las maderas cuerpos de amigos bomberos que colgaban, fue sobrecogedor.
Triste balance 6 bomberos, todos muy jóvenes, murieron en la mayor tragedia que ha tenido el CBS, en su historia.
Es algo imposible de olvidar y se recuerda casi a diario y en cada incendio en que uno participa.
Los mártires fueron, Patricio Canto, de la 3a. mi amigo y con quien conversaba en ese momento, Carlos Cáceres y Alberto Cumming (sobrino de nuestro Héctor Godoy), de la 6a., Pierre Delsahut, de la 4a., Rafael Duato P, y Eduardo Georgi M. de la 12a.
Los heridos fueron montones, en el caso de la Segunda, los más afectados fueron Jaime Ulecia, quien ya no es bombero y yo, (aun tengo un fémur amarrado con alambres.)
El que quedo peor fue el entonces Capitán de la Sexta, don Mario Candia, que se transformo casi en el símbolo de la tragedia, pues prácticamente lo reconstruyeron, aun sobrevive pero me parece que su salud no es buena. Gran amigo.
Recuerdo que Comandante era don Alfonso Casanova D, .Segundino, estaban además Fernando Cuevas, 7ª. Que era Tercer comandante, hoy es Director Honorario, y Jorge Salas T. 8a., Cuarto comandante, falleció.
Segundo era Luis De Cambiaire D., también fallecido, pero no lo recuerdo en el incendio o no lo vi.
Capitán nuestro era Hernán Becerra M.
Me parece que de los segundinos que fuimos al incendio, quedan aun Patricio Preau y Leonel O’Ryan, (lo fui a buscar a su casa), otros como Marcial Argandoña.
Curiosidad, todos los bomberos que te nombro y en negrita fueron y son grandes y destacados bomberos.
Siempre he querido escribir sobre esto, pero los recuerdos y la emoción que aun se siente, lo hacen difícil, a lo mejor ahora me inspiro.

Pablo Herrera Marschitz
Voluntario Honorario

un relato sobre cogedor del accidente mas grande que a tenido el CBS, debo escribir que la segundia cia sin mucha luz a simple vista es una gran compañia con grande voluntarios a lo largo de sus casi 150 años de vida es mas que Dn. Mac-iver, Matt O Riquelme claro sin desprestigiarlos.
 

Elkete

Comandante de Guardia
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Miembro Regular
Que lamentable accidente, no hubo mas muertos exclusivamente por cosas fortuitas, alguien fue a buscar un hacha o similares. Lo otro lamentable es que en ningún lugar se aprovechen las enseñanzas de estos accidentes para empezar a hacer las cosas de diferente manera.

No se puede culpar a un muro de adobe por caerse luego de estar sometido a chorros de agua por mas de dos horas.....que terribles muertes y tan sin sentido todas ellas.
 

batallon b7

Chupe
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Miembro Regular
20 Ene 2008
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Esa noche de Noviembre, como acostumbrábamos cuando había incendio, Pablo Herrera recibida la alarma a su teléfono, corrió a buscar a su casa a Arturo Diomedi y juntos, pasaron a buscarme a mí. Corrimos los tres hasta Independencia y nos dirigimos al incendio de Huérfanos con Amunátegui, tercer cuartel, primer socorro para la Compañía. Al llegar, nos apartamos para asumir el trabajo que se nos encomendó.
Se trataba de castillos de madera, del tipo de los que se ven en las barracas, que ardían profusamente. Mucho trabajo demandaba su extinción, pues a más del agua que debíamos desalojar en cantidad, el personal de escala debía remover y movilizar tablón por tablón.
Recuerdo que estuve por largo rato con pitón clavado en uno de los castillos, en un pasillo formado entre éstos y un elevado muro que separaba el lugar de la propiedad vecina y que superaba al menos, por dos veces la altura de los castillos de madera.
Recuerdo que alguien me reemplazó en el pitón –no recuerdo quien, si Grossman o Preau u otro segundino- y me fui a descansar y fumar un cigarrillo, situándome junto a otros voluntarios enfrente a los castillos, en una línea al lado sur de éstos, posición desde la cual teníamos una verdadera panorámica de la dinámica del trabajo que se realizaba.
Fue entonces, que vimos como el muro –que después supimos tenía base de adobe para culminar con albañilería de ladrillos- reblandecido en su base por el agua, se sentó y luego se desplomó cayendo sobre los voluntarios de las distintas Compañías, especialmente los que se encontraban sobre los castillos, aplastándolos y literalmente enterrándolos en un montón de escombros. El espectáculo fue dantesco. Lo que yo ví se mantiene imborrable en mi memoria.
La caída del muro y tantos voluntarios tratando de arrancar como en cámara lenta (me dicen que ello es así en tiempo real). La angustia al ver como lentamente se producía la catástrofe y la desesperación, al ver que nada podíamos hacer por auxiliar en el drama inevitable. Tal era el estado de ánimo en quienes ahí estábamos.
Al fín, la tragedia se materializó totalmente y la sucedió un largo silencio absoluto, así lo sentí, interrumpido luego por el grito estentóreo del Comandante Casanova: “A SALVAR A SUS COMPAÑEROS”. Ese grito, nos sacó del estupor y de la parálisis y nos lanzamos todos, a rescatar a los heridos donde estuvieran, y a desenterrar los cuerpos de los que estaban enterrados, a mano limpia intentando descubrirlos con urgencia y sacar la tierra de sus bocas para permitirles respirar y evitar su muerte. En algunos casos tuvimos suerte, pero en otros lamentablemente no. Con lágrimas viriles pudimos constatar la muerte de varios voluntarios y una gran cantidad de heridos.
La Segunda debió lamentar las graves heridas sufridas por Pablo Herrera y Jaime Ulecia. No encontrábamos a Arturo Diomedi y temimos lo peor, pero “afortunadamente” durante el incendió se había enterrado un clavo en un pié y por tal razón había sido derivado a la Asistencia Pública. Por ello no lo encontrábamos.
Junto a Patricio Copier, en su motoneta Vespa, fuimos a la casa de Pablo Herrera a avisar a su señora madre y a tranquilizarla pues su hijo si bien estaba seriamente herido, estaba vivo.
En el incendio perdí a mi amigo Alberto Cumming, de la Sexta, vecino mío, hijo de doña Elvira Godoy, hermana de Héctor Godoy Guardia, compañera de oficina de mi madre, con quien desde niños jugamos en la plazoleta Fidel Muñoz Rodríguez, cerca de nuestras casas También perdí a un ex compañero de estudios del sexto de humanidades del Valentín Letelier, Carlos Cáceres, también de la Sexta.
Comparto con Uds. estos recuerdos dolorosos e imborrables.
Hoy una placa en el lugar da testimonio de esta tragedia, que enlutó a la Tercera, la Cuarta, la Sexta y a la Doce y puso entre los inmortales a Patricio Cantó, Pedro Delsahut, Alberto Cumming, Carlos Cáceres, Eduardo Giorgi y Rafael Duato.


Leonel O’Ryan Oyarzún
voluntario Honorario

Relato sacado de la pagina web: segundinos.cl
 

cuartinoseptimo

Chupe
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2 Feb 2008
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Esta es la peor trajedia ocurrida al Cuerpo de Bomberos de Santiago en la que perdio a seis de sus jovenes voluntarios.
 

Aforo

Chupe
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6 Feb 2009
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Muchas veces escuché: "DIOS DEBE SER CHILENO Y BOMBERO", porqué no han muerto más bomberos de pura suerte.