Bomberos mendigan recursos
La verdad es que un profundo sentimiento de pena, vergüenza y molestia me invade cuando veo la triste realidad de los Bomberos en La Serena y en el país.
Creo que la remuneración de los voluntarios es un tema cerrado. Los Bomberos de Chile realizan su tarea sin objetivos económicos alguno, ya que a esta institución se ingresa por una verdadera vocación de servicio al prójimo; no se me ocurre pensar que algún joven, dama o varón, quiera ser bombero para cobrar dinero.
Sin embargo, me parece inaudito que a los voluntarios se les pida (por orden de sus superiores a través de citaciones de compañía u órdenes del día) salir a recolectar verdaderas limosnas en espacios públicos con su uniforme de trabajo, perdiendo el valioso tiempo familiar del que todos debemos disfrutar.
La estructura de los Cuerpos de Bomberos (agrupados en la Junta nacional de Cuerpos de Bomberos), la inoperante capacidad de negociadores que tienen la autoridades bomberiles y la indiferencia política y del ciudadano común, conllevan a la más miserable de las condiciones técnicas y de infraestructura para cumplir dignamente este servicio tan vital y especializado como lo es atender emergencias de variado tipo.
Es de público conocimiento que hay compañías de Bomberos que no tienen diesel o bencina para sus unidades, cuarteles donde se les cortan los suministros, no cuentan con agua caliente para asearse dignamente después de regresar de un llamado, "ropa" de bombero de la más dudosa calidad, mangueras resquebrajadas y un sinfín de problemas ante los cuáles nadie hace nada.
En la formación de bomberos se gasta bastante dinero por persona (material audiovisual, vestimenta, profesores, tiempo, etc.) y cuando un voluntario no tiene para pagar sus cuotas sociales o no pudo vender todos sus talonarios de rifa (a veces 2000 boletos por persona) simplemente se le suspende o expulsa de las filas, mermando la capacidad de respuesta y tirando todos los recursos utilizados en su formación (materiales y económicos) al olvido.
Muchísimos excelentes voluntarios se han tenido que ir por no pagarle a una institución a la que solamente se sirve con amor y esfuerzo.
Los altos mandos de Bomberos son oscuros y confusos, se pelean la Superintendencia y la Comandancia a morir (algo inexplicable entre compañeros de labores), o sea, se han perdido los valores altruistas y desinteresados con los cuáles esta institución (la de servicio público más antigua del país) se fundara hace más de 150 años en Valparaíso.
En vez de condenar a los voluntarios a esfuerzos más allá de su servicio (capacitándose, en comisión de servicio u servicio activo) como, por ejemplo, salir a pedir plata, deberían sentarse a conversar con alcaldes y autoridades para solucionar estos aberrantes hechos que sin duda aburren a muchos buenos elementos que terminan siendo esclavos de malas gestiones y no profesionales de emergencias que es algo que deben aspirar todos los voluntarios de este país.
Ojalá algún día se acaben los voluntarios afuera de los mall o supermercados con un tarrito en mano. Simplemente empiecen a contar su verdad y así puedan ganarle a la ineficiencia de sus autoridades.
Gabriel Mejías A.
Ex Bombero Voluntario
Fuente: Diario El Día
La verdad es que un profundo sentimiento de pena, vergüenza y molestia me invade cuando veo la triste realidad de los Bomberos en La Serena y en el país.
Creo que la remuneración de los voluntarios es un tema cerrado. Los Bomberos de Chile realizan su tarea sin objetivos económicos alguno, ya que a esta institución se ingresa por una verdadera vocación de servicio al prójimo; no se me ocurre pensar que algún joven, dama o varón, quiera ser bombero para cobrar dinero.
Sin embargo, me parece inaudito que a los voluntarios se les pida (por orden de sus superiores a través de citaciones de compañía u órdenes del día) salir a recolectar verdaderas limosnas en espacios públicos con su uniforme de trabajo, perdiendo el valioso tiempo familiar del que todos debemos disfrutar.
La estructura de los Cuerpos de Bomberos (agrupados en la Junta nacional de Cuerpos de Bomberos), la inoperante capacidad de negociadores que tienen la autoridades bomberiles y la indiferencia política y del ciudadano común, conllevan a la más miserable de las condiciones técnicas y de infraestructura para cumplir dignamente este servicio tan vital y especializado como lo es atender emergencias de variado tipo.
Es de público conocimiento que hay compañías de Bomberos que no tienen diesel o bencina para sus unidades, cuarteles donde se les cortan los suministros, no cuentan con agua caliente para asearse dignamente después de regresar de un llamado, "ropa" de bombero de la más dudosa calidad, mangueras resquebrajadas y un sinfín de problemas ante los cuáles nadie hace nada.
En la formación de bomberos se gasta bastante dinero por persona (material audiovisual, vestimenta, profesores, tiempo, etc.) y cuando un voluntario no tiene para pagar sus cuotas sociales o no pudo vender todos sus talonarios de rifa (a veces 2000 boletos por persona) simplemente se le suspende o expulsa de las filas, mermando la capacidad de respuesta y tirando todos los recursos utilizados en su formación (materiales y económicos) al olvido.
Muchísimos excelentes voluntarios se han tenido que ir por no pagarle a una institución a la que solamente se sirve con amor y esfuerzo.
Los altos mandos de Bomberos son oscuros y confusos, se pelean la Superintendencia y la Comandancia a morir (algo inexplicable entre compañeros de labores), o sea, se han perdido los valores altruistas y desinteresados con los cuáles esta institución (la de servicio público más antigua del país) se fundara hace más de 150 años en Valparaíso.
En vez de condenar a los voluntarios a esfuerzos más allá de su servicio (capacitándose, en comisión de servicio u servicio activo) como, por ejemplo, salir a pedir plata, deberían sentarse a conversar con alcaldes y autoridades para solucionar estos aberrantes hechos que sin duda aburren a muchos buenos elementos que terminan siendo esclavos de malas gestiones y no profesionales de emergencias que es algo que deben aspirar todos los voluntarios de este país.
Ojalá algún día se acaben los voluntarios afuera de los mall o supermercados con un tarrito en mano. Simplemente empiecen a contar su verdad y así puedan ganarle a la ineficiencia de sus autoridades.
Gabriel Mejías A.
Ex Bombero Voluntario
Fuente: Diario El Día