Carolina Ghiselini Sura asumió el mando en esta comuna de la Provincia de Malleco hace pocos meses. Desde el rol que cumplen con su pareja en el hogar cuando se producen emergencias y la forma en que ambos se turnan para cuidar a su bebé, cuenta sus principales avances, problemas y desafíos en una institución eminentemente encabezada por varones a nivel nacional.
Veintiséis años de edad, de profesión técnico paramédico, la voluntaria del Cuerpo de Bomberos de Lumaco, Carolina Ghiselini Sura, ostenta el honor de ser la primera mujer comandante de la que se tiene registro hasta el momento en Bomberos de La Araucanía.
Asumió el mando hace pocos meses y ya posee una serie de logros, entre ellos la adquisición de una moderna camioneta cero kilómetro para la institución y la modificación de los sistemas operativos, para darle más eficiencia al servicio.
Con 11 años de servicio, familiar de otros voluntarios y hasta pareja de uno, cuenta que “entré a Bomberos porque mi hermano es bombero y siempre me ha gustado el servicio público. Soy paramédico y trabajo en un Cesfam y siempre me he relacionado con las emergencias”.
– Es sabido por todos que Bomberos es una institución tradicionalmente masculina y más aún en lo operativo dominada por varones ¿Cómo logras a incursionar en ese ámbito en Lumaco?
– Cuando ingresé como cadete, en ese minuto había un comandante bastante estricto y que no hacía diferencias entre hombres y mujeres. Debíamos hacer los mismos ejercicios que los varones, teníamos que tener la misma resistencia y en nada había diferencias. Eso me ayudó a templar el carácter y a no sentirme menos que los hombres, hasta ahora.
– ¿Qué cargos has ocupado en tu Cuerpo de Bomberos?
– Fui varios años secretaria general hasta agosto de este año, que soy la comandante.
– Hasta donde se sabe, eres la primera mujer que ostenta ese cargo en la Región de La Araucanía, ¿cómo ha sido la experiencia de relacionarte con tus pares varones y tener que ejercer el mando a personas que en su mayoría son del sexo opuesto?
– Me recibieron muy bien. Hace poco tuvimos una reunión regional en Capitán Pastene y el comandante regional me presentó ante el resto de los comandantes. He sentido mucho apoyo y a nivel local también hemos tenido un trabajo bastante positivo con el comandante de Capitán Pastene, que es la localidad más cercana que tenemos.
-¿No han hecho diferencias por ser mujer? ¿Cómo es el trato con los subalternos?
– Ninguna diferencia, pero en el trato con mi personal existen temas a veces complejos en mi caso, porque Lumaco es pequeño, varias personas que integran la institución pertenecen a mi familia y uno debe saber separar lo familiar de lo bomberil. Varias veces he debido enfrentarme a miembros del Directorio que son familiares y decirles claramente lo que creo que está mal o lo que está bien, cuando necesito algo o cualquier tema. En casa a veces es inevitable conversar en la mesa algunos temas del servicio, pero siempre se debe tratar de separar las cosas.
– Tienes un bebé y eres pareja de un bombero ¿Cómo funciona una familia en que ambos son voluntarios y la madre tiene un cargo de tanta responsabilidad y que demanda mucho tiempo?
– Afortunadamente tengo el apoyo de mi pareja. Durante las tarde dedico tiempo para trabajar en las labores de Comandancia y siempre durante el día estoy permanentemente conectada con la secretaria del Cuerpo de Bomberos. El cargo demanda mucho tiempo pero he sentido el apoyo de mis jefes en el trabajo y cuando uno trabaja con horarios y contrato es complejo, pero reitero, allí he contado con el apoyo de mis colegas y jefes, quienes me dan las facilidades cuando se produce una emergencia.
ROLES EN EL HOGAR
– Pero y en la casa ¿qué pasa cuando hay una emergencia? Tomando en cuenta que tienes un bebé que no puede quedar solo.
– Tenemos un sistema bastante singular con mi pareja. Nos dividimos por el tipo de emergencia. Como yo soy paramédico y maquinista (conductora de vehículos de emergencia), cuando hay un accidente de tránsito tengo la preferencia de salir yo y él se queda cuidando la guagua, pero si se trata de un incendio forestal o estructural, entonces sale mi pareja, que es tesorero general de la institución. Intentamos compatibilizar la familia y Bomberos, pero cuesta.
– ¿Cómo llegas a tener el cargo de comandante?
– Pasó que el comandante debió presentar su renuncia en agosto pasado. Las elecciones correspondían en diciembre pero debido a esta renuncia se debieron efectuar en forma anticipada. Varios me solicitaron que postulara al cargo y lo pensé mucho. Sabía que era algo difícil, pero terminé aceptando y me convencí en que debo hacerlo bien por mi comuna.
Hace algunos meses hubo un gran incendio que me marcó mucho porque consumió varios inmuebles en Lumaco y por ello me propuse efectuar una serie de cambios para mejorar el servicio. Como no tenemos una central de comunicaciones funcionando las 24 horas del día como ocurre en las ciudades, ahora contamos con un sistema telefónico que traspasa la llamada en forma automática a un bombero de turno, para que siempre alguien conteste el teléfono, aunque no tengamos centralistas.
Durante el día trabajamos con una secretaria rentada, de lunes a viernes, quien cumple esas funciones en forma voluntaria, pues no está dentro de su contrato, pero ella recibe las llamadas de emergencia y nos da las alarmas de 10 a 19 horas. El resto del tiempo el teléfono es conectado en forma automática con un maquinista de guardia, vale decir que cuando la persona marca el 132 de Bomberos, siempre le contestará un maquinista durante las noches, todo esto regulado con un estricto calendario que elaboramos y fuimos organizando.
Todo esto nace porque cuando se produce el gran incendio, las personas llamaban telefónicamente al cuartel y nadie les contestó porque no teníamos central de radio y no había nadie en el cuartel. El primer maquinista en llegar al cuartel y sacar la máquina fue mi pareja, pero producto de todo el problema generado por el retraso y la descoordinación por la falta de central, una persona terminó agrediendo físicamente a mi pareja, tema que fue resuelto finalmente por la justicia. Por ello, desde que asumí como comandante fue una prioridad solucionar esta situación y ahora cuando alguien llama al 132, siempre habrá alguien que conteste y responda a la emergencia.
– Se vienen las elecciones ahora en diciembre en Bomberos de Lumaco. Sin duda el hecho de ser la primera mujer comandante ya te instala con toda propiedad en la historia bomberil de nuestra región, pero ¿cómo te gustaría ser particularmente recordada?
– La verdad es que mi paso por la Comandancia me gustaría que no fuera en vano, sino por los cambios positivos que se produjeron y se producirán.
Tenemos contemplado capacitar al 100% de los voluntarios con la malla curricular básica de la Academia Nacional de Bomberos, lo que esperamos esté consumado de aquí a diciembre, lo que considero un gran logro, tomando en cuenta que en nuestra comuna existen muchos bomberos que llevan años o incluso décadas de servicio y no tienen absolutamente ningún curso de capacitación. Tuvimos que derribar barreras y prejuicios e invitar a muchas personas antiguas a terminar con el temor a la capacitación. Justamente el lema de la Academia es “saber para servir”, y reitero, espero que antes de terminar mi período, en diciembre, tener el 100% del personal capacitado.
En lo personal, creo en las capacidades de las mujeres y sé que hay mujeres que lo pueden hacer muy bien y otras que lo pueden hacer muy mal, tal como ocurre con los varones. Creo en la igualdad de los sexos y en nuestras capacidades.
– ¿Te gustaría ver más mujeres comandantes en nuestro país?
– Por supuesto que sí. Siento que las mujeres somos más minuciosas y organizadas. Muchas veces hay detalles mínimos pero que a los hombres se les van.
– ¿Bomberos es una institución machista? ¿Falta mucho para superar ese estigma?
– Falta mucho para superarlo pero a nivel local no he tenido problemas. Soy tan dura con una mujer o como con un hombre cuando debo serlo y no se pueden hacer diferencias en ello. Si debo llamarle la atención a alguien debo hacerlo de igual manera, pues ya sería machista o feminista de mi parte al hacer diferencias en el trato por el género y creo que todas las personas somos iguales.
CONTINUA EN EL SIGUIENTE POST