Infierno desatado en Castro
Talleres del Liceo Politécnico fueron afectados por el fuego, al igual que el nuevo gimnasio del Galvarino Riveros Cárdenas.
Intensas llamaradas y una tóxica humareda provocó durante la madrugada de ayer, el verdadero infierno que destruyó los talleres del Liceo Politécnico de Castro. El voraz incendio no sólo alertó a toda la comunidad escolar local, sino que también produjo millonarias pérdidas, amenazando con extenderse por varios inmuebles más.
La emergencia se produjo alrededor de las 0.30 horas en el recinto que tiene el establecimiento en calle Chacabuco, entre el Liceo Galvarino Riveros y la Biblioteca Pública castreña. Una estructura de material ligero que antaño albergaba el jardín Huanilén.
Un llamado de vecinos alertó del siniestro, que comenzaba a propagarse por la parte posterior del anexo educacional. Según lo indicado por el comandante Héctor Godoy, quien dirigió las maniobras de las cuatro compañías de Bomberos que concurrieron al lugar, "el fuerte viento influyó para intensificar el fuego y el humo, lo que complicó nuestro trabajo".
DESPLIEGUE
Los voluntarios de la Primera, Segunda, Cuarta y Sexta unidades, "se desplegaron por más de tres horas para controlar la situación", aclaró el oficial, enfatizando que incluso, en el mismo lugar tuvo que cargarse los cilindros de respiración autónoma, "ya que se agotaron con la prolongada labor realizada".
La inclemente acción de las llamas arrasó con una dependencia inhabilitada perteneciente al Galvarino Riveros, punto de ignición del siniestro. "Antes el espacio sirvió de taller, pero ahora estaba sin uso, ni siquiera para bodega. Además permanecía abierto, sólo con desechos", aseveró Juan Vera, director del establecimiento.
Posteriormente, las llamas avanzaron hasta los talleres de Turismo y de Educación Tecnológica del Politécnico, que se encuentran contiguos a dicha área abandonada. El primero de ellos resultó calcinado, tal como evidenció el inspector a cargo de ambas especialidades, Hugo Aravena.
"Se perdió todo, equipos, enseres y la estructura general, todo equivalente a más de 10 millones de pesos, preliminarmente. Por eso, los 80 niños que estudiaban acá semanalmente, fueron derivados de emergencia a nuestra casa central en calle Freire", aclaró el funcionario.
LLAMADO
A diferencia de este nefasto escenario, los 360 alumnos de Educación Tecnológica, que utilizan cada siete días las dependencias de Chacabuco, continuarán en dicho lugar, desde el lunes.
"Sólo hoy (ayer) se suspendieron las clases para limpiar todo y rescatar la implementación que salvó del fuego. Por eso, hacemos un llamado a los apoderados a seguir enviando a sus pupilos hasta acá, desde la próxima semana", expresó el inspector.
Las causas de la alarma aún no están establecidas. Según el docente, todo podría explicarse "a la acción de personas que llegan a dormir en la noche atrás del recinto, en el lugar abandonado. Tal vez, dejaron una especie de hoguera que avivó con el viento".
Esta hipótesis es evaluada por el Departamento de Estudios Técnicos de Bomberos, que durante la jornada de ayer, pesquisó el sitio del suceso. En especial, el foco de las llamas, una estructura que no tenía combustión ni instalaciones eléctricas, por lo que la tesis de intencionalidad cobra fuerza.
Fuente: la Estrella de Chiloé
Talleres del Liceo Politécnico fueron afectados por el fuego, al igual que el nuevo gimnasio del Galvarino Riveros Cárdenas.
Intensas llamaradas y una tóxica humareda provocó durante la madrugada de ayer, el verdadero infierno que destruyó los talleres del Liceo Politécnico de Castro. El voraz incendio no sólo alertó a toda la comunidad escolar local, sino que también produjo millonarias pérdidas, amenazando con extenderse por varios inmuebles más.
La emergencia se produjo alrededor de las 0.30 horas en el recinto que tiene el establecimiento en calle Chacabuco, entre el Liceo Galvarino Riveros y la Biblioteca Pública castreña. Una estructura de material ligero que antaño albergaba el jardín Huanilén.
Un llamado de vecinos alertó del siniestro, que comenzaba a propagarse por la parte posterior del anexo educacional. Según lo indicado por el comandante Héctor Godoy, quien dirigió las maniobras de las cuatro compañías de Bomberos que concurrieron al lugar, "el fuerte viento influyó para intensificar el fuego y el humo, lo que complicó nuestro trabajo".
DESPLIEGUE
Los voluntarios de la Primera, Segunda, Cuarta y Sexta unidades, "se desplegaron por más de tres horas para controlar la situación", aclaró el oficial, enfatizando que incluso, en el mismo lugar tuvo que cargarse los cilindros de respiración autónoma, "ya que se agotaron con la prolongada labor realizada".
La inclemente acción de las llamas arrasó con una dependencia inhabilitada perteneciente al Galvarino Riveros, punto de ignición del siniestro. "Antes el espacio sirvió de taller, pero ahora estaba sin uso, ni siquiera para bodega. Además permanecía abierto, sólo con desechos", aseveró Juan Vera, director del establecimiento.
Posteriormente, las llamas avanzaron hasta los talleres de Turismo y de Educación Tecnológica del Politécnico, que se encuentran contiguos a dicha área abandonada. El primero de ellos resultó calcinado, tal como evidenció el inspector a cargo de ambas especialidades, Hugo Aravena.
"Se perdió todo, equipos, enseres y la estructura general, todo equivalente a más de 10 millones de pesos, preliminarmente. Por eso, los 80 niños que estudiaban acá semanalmente, fueron derivados de emergencia a nuestra casa central en calle Freire", aclaró el funcionario.
LLAMADO
A diferencia de este nefasto escenario, los 360 alumnos de Educación Tecnológica, que utilizan cada siete días las dependencias de Chacabuco, continuarán en dicho lugar, desde el lunes.
"Sólo hoy (ayer) se suspendieron las clases para limpiar todo y rescatar la implementación que salvó del fuego. Por eso, hacemos un llamado a los apoderados a seguir enviando a sus pupilos hasta acá, desde la próxima semana", expresó el inspector.
Las causas de la alarma aún no están establecidas. Según el docente, todo podría explicarse "a la acción de personas que llegan a dormir en la noche atrás del recinto, en el lugar abandonado. Tal vez, dejaron una especie de hoguera que avivó con el viento".
Esta hipótesis es evaluada por el Departamento de Estudios Técnicos de Bomberos, que durante la jornada de ayer, pesquisó el sitio del suceso. En especial, el foco de las llamas, una estructura que no tenía combustión ni instalaciones eléctricas, por lo que la tesis de intencionalidad cobra fuerza.
Fuente: la Estrella de Chiloé