Crónica
Deuda municipal con Bomberos entraba proceso de renovaciónJueves 4 de junio de 2009.
En medio de los turnos y las llamas que alguna emergencia trae, el Cuerpo de Bomberos mantiene un inquietud que se extiende por varios años, vinculada a una deuda contraída en la que tuvo participación el municipio a través de la formúla de cofinancimiento. Una deuda que por su historia trunca las perspectivas de futuro de la institución.
Cuotas incumplidas.
Todo comenzó con el plan de renovar uno de los carros. “Este compromiso lo adquirió la superintendencia de bomberos y la municipalidad de la época. Se pactó el aporte de 40 millones de pesos, como una forma de cofinanciamiento. Los otros 80 millones que se necesitaban los colocaba la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos”, recuerda Eduardo Vargas, superintendente del Cuerpo de Bomberos de Chillán.
Hasta allí todo estaba claro. El 20 de junio de 2003 fue la primera instancia que selló este compromiso que fue ratificado luego el 1 de junio de 2004, año en que llegó el nuevo carro. De acuerdo a esto el municipio se comprometía a entregar los recursos en cuatro cuotas de 10 millones de pesos. La primera se canceló, sin embargo las restantes que correspondían a diciembre de 2004, 2005 y 2006 no se concretaron.
“Hoy día el Cuerpo de Bomberos de Chillán está moroso ante la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos del país. Para adquirir un carro nuevo necesitamos recursos y ahí estamos absolutamente afectados por la deuda. Si soy moroso no tengo crédito, la junta va a preferir entregarle nuevo material a los cuerpos de bomberos que están al día en sus compromisos. No hemos logrado traer material mayor por la deuda” señala Eduardo Vargas.
Esto no tiene un sentido menor si se considera que parte de los carros tienen ya 30 años y se calcula que anualmente en reparaciones se gastan más de 20 millones.
Búsqueda de salidas.
En este aspecto las autoridades bomberiles se han reunido con la nueva administración municipal, a fin de establecer una solución que podría estar en repactación de la deuda. Las alternativas ahora están siendo analizadas por el municipio que reconoce la deuda. “Hay que ver cómo el municipio cumple con una deuda de hace años que no ha permitido que lleguen nuevos elementos.
Hay un compromiso de ver la forma de devolver esos treinta millones”, precisó el alcalde Sergio Zarzar.
La nueva compañía.
Esta situación también tiene algún tipo de resonancia el el proyecto que habla de la constitución de la octava compañía en el sectro sur oriente de la ciudad, que ya tiene su brigada. “Le podremos asignar un carro a la octava compañía, pero vamos a quedar aquí con un vehículo menos. El ideal es que esto se regularice y que nosotros podamos optar ante la junta nacional en la adquisición de nuevos vehículos.
A lo menos deberíamos tener el recambio de dos carros bomba en este momento”, aclara Eduardo Vargas.
Por ahora la atención de la nueva compañía se centra en la definición del terreno ha ocupar, etapa que se ha retrasado. Esto considerando la urgencia que tien el proyecto para los vecinos. “El tiempo de respuesta del cuartel es el afectado, demora mucho en llegar acá. Gracias a la brigada no se han producido emergencias mayores”, comenta Manuel Figueroa de la Junta de Vecinos de la Villa Doña Francisca..
La Discusión.cl
En medio de los turnos y las llamas que alguna emergencia trae, el Cuerpo de Bomberos mantiene un inquietud que se extiende por varios años, vinculada a una deuda contraída en la que tuvo participación el municipio a través de la formúla de cofinancimiento. Una deuda que por su historia trunca las perspectivas de futuro de la institución.
Cuotas incumplidas.
Todo comenzó con el plan de renovar uno de los carros. “Este compromiso lo adquirió la superintendencia de bomberos y la municipalidad de la época. Se pactó el aporte de 40 millones de pesos, como una forma de cofinanciamiento. Los otros 80 millones que se necesitaban los colocaba la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos”, recuerda Eduardo Vargas, superintendente del Cuerpo de Bomberos de Chillán.
Hasta allí todo estaba claro. El 20 de junio de 2003 fue la primera instancia que selló este compromiso que fue ratificado luego el 1 de junio de 2004, año en que llegó el nuevo carro. De acuerdo a esto el municipio se comprometía a entregar los recursos en cuatro cuotas de 10 millones de pesos. La primera se canceló, sin embargo las restantes que correspondían a diciembre de 2004, 2005 y 2006 no se concretaron.
“Hoy día el Cuerpo de Bomberos de Chillán está moroso ante la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos del país. Para adquirir un carro nuevo necesitamos recursos y ahí estamos absolutamente afectados por la deuda. Si soy moroso no tengo crédito, la junta va a preferir entregarle nuevo material a los cuerpos de bomberos que están al día en sus compromisos. No hemos logrado traer material mayor por la deuda” señala Eduardo Vargas.
Esto no tiene un sentido menor si se considera que parte de los carros tienen ya 30 años y se calcula que anualmente en reparaciones se gastan más de 20 millones.
Búsqueda de salidas.
En este aspecto las autoridades bomberiles se han reunido con la nueva administración municipal, a fin de establecer una solución que podría estar en repactación de la deuda. Las alternativas ahora están siendo analizadas por el municipio que reconoce la deuda. “Hay que ver cómo el municipio cumple con una deuda de hace años que no ha permitido que lleguen nuevos elementos.
Hay un compromiso de ver la forma de devolver esos treinta millones”, precisó el alcalde Sergio Zarzar.
La nueva compañía.
Esta situación también tiene algún tipo de resonancia el el proyecto que habla de la constitución de la octava compañía en el sectro sur oriente de la ciudad, que ya tiene su brigada. “Le podremos asignar un carro a la octava compañía, pero vamos a quedar aquí con un vehículo menos. El ideal es que esto se regularice y que nosotros podamos optar ante la junta nacional en la adquisición de nuevos vehículos.
A lo menos deberíamos tener el recambio de dos carros bomba en este momento”, aclara Eduardo Vargas.
Por ahora la atención de la nueva compañía se centra en la definición del terreno ha ocupar, etapa que se ha retrasado. Esto considerando la urgencia que tien el proyecto para los vecinos. “El tiempo de respuesta del cuartel es el afectado, demora mucho en llegar acá. Gracias a la brigada no se han producido emergencias mayores”, comenta Manuel Figueroa de la Junta de Vecinos de la Villa Doña Francisca..
La Discusión.cl