Una ardua jornada vivieron ayer cientos de voluntarios por un incendio forestal que arrasó con más de 450 hectáreas de pastizal, matorral y arbolado nativo en el sector de San Diego, a la altura del kilómetro 81 de la Autopista del Sol.
El siniestro partió en el sector de Sepultura, en la Región de Valparaíso y rápidamente avanzó hacia el Oriente, en dirección a Santiago, hasta llegar a la localidad de San Diego, donde el fuego finalmente consumió dos bodegas, una que se utilizaba para el almacenamiento de pasto, mientras que la otra como casino de una empresa de venta de pollos.
Debido a la magnitud de la emergencia, la central de alarmas del Cuerpo de Bomberos de Melipilla despachó a las cinco compañías que conforman la institución, más dos unidades de Maipú, Isla de Maipo y San Pedro, sumándose también un carro bomba de María Pinto, Talagante y Peñaflor.
En una primera instancia los voluntarios se preocuparon de contener el avance de las llamas, las que incluso consumieron maquinaria agrícola y amenazaron con seguir avanzando hacia otros predios, pero que sin embargo no se logró debido a la rápida contención del fuego que realizaron los bomberos, con líneas de agua y herramientas especiales para este tipo de emergencias.
Uno de los principales problemas que debieron contrarrestar las personas que combatían el siniestro fueron los cambios de dirección del viento, los cuales en un principio corrían de oriente a poniente y después su recorrido fue hacia el sur, obligando a cambiar la estrategia bomberil y el desplazamiento de los voluntarios.
Tras cinco horas de trabajo, junto al trabajo de dos cuadrillas de Conaf y un helicóptero, los voluntarios lograron circunscribir el fuego y proceder al ataque del foco del siniestro que por momentos amenazó con traspasar la carretera que une Santiago con el puerto de San Antonio.
Finalmente a las 23:23 horas se pudo controlar la emergencia, a la que asistieron cientos de voluntarios, que trabajaron bajo el mando del Comandante del Cuerpo de Bomberos de Melipilla, Miguel Plaza.
Fuente:
www.bomberos.cl
El siniestro partió en el sector de Sepultura, en la Región de Valparaíso y rápidamente avanzó hacia el Oriente, en dirección a Santiago, hasta llegar a la localidad de San Diego, donde el fuego finalmente consumió dos bodegas, una que se utilizaba para el almacenamiento de pasto, mientras que la otra como casino de una empresa de venta de pollos.
Debido a la magnitud de la emergencia, la central de alarmas del Cuerpo de Bomberos de Melipilla despachó a las cinco compañías que conforman la institución, más dos unidades de Maipú, Isla de Maipo y San Pedro, sumándose también un carro bomba de María Pinto, Talagante y Peñaflor.
En una primera instancia los voluntarios se preocuparon de contener el avance de las llamas, las que incluso consumieron maquinaria agrícola y amenazaron con seguir avanzando hacia otros predios, pero que sin embargo no se logró debido a la rápida contención del fuego que realizaron los bomberos, con líneas de agua y herramientas especiales para este tipo de emergencias.
Uno de los principales problemas que debieron contrarrestar las personas que combatían el siniestro fueron los cambios de dirección del viento, los cuales en un principio corrían de oriente a poniente y después su recorrido fue hacia el sur, obligando a cambiar la estrategia bomberil y el desplazamiento de los voluntarios.
Tras cinco horas de trabajo, junto al trabajo de dos cuadrillas de Conaf y un helicóptero, los voluntarios lograron circunscribir el fuego y proceder al ataque del foco del siniestro que por momentos amenazó con traspasar la carretera que une Santiago con el puerto de San Antonio.
Finalmente a las 23:23 horas se pudo controlar la emergencia, a la que asistieron cientos de voluntarios, que trabajaron bajo el mando del Comandante del Cuerpo de Bomberos de Melipilla, Miguel Plaza.
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www.bomberos.cl