Un incendio que se inició en los hornos de la panadería “Espiga de Oro” y dejó considerables pérdidas
conmocionó la comunidad de San Carlos.
Ubicada en Calle Diego Portales 805 es una de las panaderías más antiguas de la ciudad y donde laboran unas 45 personas que a diario surten su local y las sucursales que tienen en la ciudad.
Alrededor de las 15,45 horas comenzó una fuerte humareda que luego se transformó en incontrolables llamas que avanzaron y destruyeron totalmente los hornos originales de esta panadería, siguiendo hacia la nueva construcción (lado sur por calle Portales) donde se ubican los nuevos hornos y una moderna y amplia sala de ventas que se había inaugurado ayer.
La mayor preocupación era los estanques de combustibles que existen al interior de esta fábrica, como también el personal que, trataba de ayudar a combatir las llamas en medio de un intenso humo que hacia irrespirable el lugar.
Si bien se desconoce el origen del fuego se sabe que comenzó en los hornos antiguos y luego siguió al sur ocasionado considerables daños.
El dueño de la empresa, Sinecio Castaño miraba con impotencia cómo el fuego continuaba avanzando hacia las nuevas construcciones y repetía insistentemente “cómo haremos para tener mañana el pan nuestro al público”, mientras amigos y personas se acercaban para darle muestra de apoyo.
Los daños fueron totales y cuantiosos en la construcción interior. Un galpón y dependencias de estructura sólida y madera donde se elaboraba el pan, como también en un 80 % resultó dañado el nuevo edificio de la panadería Espiga de Oro, donde se instalaron modernos hornos, que si bien no fueron alcanzados por las llamas, hay daños en la estructura por el agua y la labor de extinción.
El oportuno apoyo que prestó personal municipal y dos camiones aljibes, evitó que la destrucción fuese mayor. Bomberos evidenció su falta de voluntarios para incendios de esta magnitud. El incendio fue controlado alrededor de las 18,30 horas.
En el lugar se hizo presente Carabineros y personal de emergencia.
Si bien existen seguros comprometidos, estos no alcanzan a cubrir la totalidad de los daños y debido a las condiciones como quedó el edificio nuevo, era improbable que la empresa pueda continuar de inmediato sus labores, aun cuando trabajadores y empresarios manifestaban que mañana estarían de nuevo trabajando.
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