El siniestro se produjo luego e que los ocupantes de la vivienda signada con el número 2587, se encontraban cocinando, luego de regresar de su jornada laboral. Fue ahí cuando la cocina comenzó a inflamarse ante la desesperación de la familia.
Fueron ellos mismos los que alertaron a bomberos.
Las llamas se propagaron rápidamente, sin embargo la pronta concurrencia de bomberos, evitó que el fuego alcanzara a las demás viviendas.
Un muro cortafuegos impidió que las llamas se expandieran hacia el norte, donde a pocos metros existe una vulcanización.
En la vivienda vivía una familia de colombianos y en las viviendas contiguas también habitaban extranjeros de nacionalidad peruana y boliviana.