De lo que puedo comentar y quién haya visto más o mejor, complementar o rectificar:
A la alarma inicial (14:04 hrs.) se despachó a B-19; B-18, Q-15 y Z-18. Al llegar B-19 (el cuartel queda cerca) dio pre-informe de fuego violento en casa habitación y al poco pidió otra bomba, debía salir B-20, pero no alcanzó a ser despachada individualmente, pues se dio la alarma de incendio, creo que por un Teniente de la 19. Salieron (a las 14:11 hrs.) B-20 (primer acto desde su vuelta al servicio luego de varios mees), B-14 y Q-8, también M-12 y B-13 para alimentar esta mecánica. Luego, se dió una muy inteligente segunda alarma (14:18 hrs.), con la orden de esperar instrucciones en una esquina determinada, saliendo B-3, B-1, Z-2, Z.-10 y RX-15.
Del trabajo, B-19 entró por el costado oriente del incendio, siendo alimentada por B-18, por su parte B-20 armó muy bien por el costado poniente alimentada a grifo. Al llegar B-14 armó por el mismo lado de la 20, pero una cuadra más lejos, también a grifo.
El fuego avanzaba rápido (casa de madera muy pegadas unas con otras, de esas que se van solas) y B-13 armó a grifo por el mismo lado de B-18, no alimentó a la mecánica, sino que, al llegar B-3 el Comandante mandó esta máquina para adentro y la alimentó la B-13, esa maniobra fue muy buena.
No vi por dónde armó la B-1.
De lo que vi, creo que se quemó lo que se tenía que quemar, pero también, para ser franco, un despliegue más rápido por el costado poniente hubiese, creo, salvado una casa.
Efectivamente la gente se descontroló y su miedo dio paso a furia contra el que consideraron responsable, un poblador que tenía una panadería y otra actividades (lo perdió todo). Volaron los puñetes y los palos, que le llegaron a bomberos, carabineros y, desde luego, entre los mismos pobladores. Escuché de varios oficiales que les trataron de sacar material desde los carros y/o los “molestaron” en el trabajo. La vieja tradición en las poblaciones bravas.
Hay que hacer notar que esta población, donde viven en condiciones que vamos a llamar “precarias” más de 1.000 personas, junto con las Lomas y otras más, están ubicadas en una comuna que, al mismo tiempo, es la que cobija a la gente más pudiente del país, a veces separadas sólo por unas cuadras o al otro lado de un cerro, en un contraste que hace doler la guata.